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El alcalde de Medellín Daniel Quintero anunció fecha para la reapertura total de Medellín: el martes 8 de junio dejarán de regir las medidas restrictivas (toques de queda, ley seca y pico y cédula) para dar paso a la reactivación económica de la ciudad, según informó ayer .
El mandatario informó además de la puesta en marcha de un plan económico y social para atender a la población joven con empleo y educación, restablecer el tejido social con programas de atención a familias y comunidades vulnerables, y devolver la presencialidad a las instituciones educativas.
Sin embargo, no todo depende de él. Varios puntos están sujetos a que la ciudad cumpla la meta de vacunación propuesta de un millón de dosis aplicadas en los próximos 40 días y a los lineamientos que debe entregar el Ministerio de Salud para la reactivación económica del país. Según informó Gerson Bermont, director de Promoción y Prevención del Ministerio, los mismos se anunciarían antes de finalizar esta semana.
Hasta el momento, la única ciudad priorizada por el Gobierno Nacional para la reapertura económica y social es Barranquilla que tendrá acompañamiento técnico de Minsalud. En tanto que Bogotá anunció su reactivación a partir del próximo martes.
Desde algunos sectores se pidió mayor claridad a la Alcaldía sobre el origen de los recursos y su impacto en la ejecución de los programas de gobierno.
Luis Fernando Agudelo, director del programa Medellín Cómo Vamos, cuestionó la falta de claridad sobre la fuente de financiación de este plan e interrogó al Concejo sobre posibles ajustes en el presupuesto 2021 para cumplir las metas de gobierno. Es decir, si es presupuesto adicional al estipulado para este año, si proviene de la desfinanciación de otros programas o ya estaba planificado. “Es muy importante que este tipo de planes sean transparentes. Por ejemplo, se anuncia la creación de un fondo, llamado Fondo de Reactivación Económica y Social. Esa creación de fondos debe mirarse con cuidado, porque de permanecer pueden afectar los indicadores de sostenibilidad de la deuda”, dijo Agudelo.
Desde el sector salud también hay críticas generales respecto a los planes de reactivación masiva de varias ciudades en un momento en el que el país tiene la cifra más alta de casos activos (138.634) y registró ayer el día con más casos nuevos (25.966).
Según el médico y PhD en epidemiología, Jaime Ordóñez, para pensar en la reactivación total la Organización Mundial de la Salud ha recomendado a los gobiernos verificar que en un término de 14 días previos al inicio de dicha reapertura la positividad, es decir, el porcentaje de personas que dan positivo respecto al número de pruebas realizadas, no supere el 5 %. Recientemente, algunas ciudades de Estados Unidos con planes de vacunación avanzados como Miami, han optado por situar ese tope de positividad para la reapertura en un 10 %.
No obstante, la positividad en el boletín nacional durante mayo osciló entre el 30 % y el 45,3 %. En el caso de Antioquia y Medellín la positividad el pasado lunes fue del 25 %.
Para el epidemiólogo y docente de la Universidad de los Andes, Luis Jorge Hernández, la clave de esta nueva fase de reapertura social y económica está en la vacunación. “Con un promedio superior a 300.000 dosis aplicadas diariamente, que reduzca contagios, mortalidad y alto riesgo de poblaciones vulnerables (adultos mayores, personas con comorbilidades), es posible pensar en el cese de restricciones. Pero, además, hay una tarea que no es negociable y que hasta ahora el país no ha hecho bien y es la estrategia de pruebas, rastreo y aislamiento, con un reto mayor y es la detección de nuevas variantes”, explicó.
Colombia alcanzó el sábado la cifra de 313.163 dosis aplicadas, récord desde que arrancó la vacunación. Medellín, por su parte, reportó hasta el 31 de mayo 772.748 dosis aplicadas, de 874.288 que ha recibido, una ejecución del plan de vacunación del 88%. Sin embargo, ayer el alcalde anunció por Twitter que “por escasez de vacunas se suspende aplicación de primeras dosis hoy. Las vacunas de segunda dosis se mantienen”.
En cuanto a la hoja de ruta a seguir, Adolfo Meisel, rector de la Universidad del Norte en Barranquilla, que servirá justamente de laboratorio para evaluar la reactivación plena, dice que es indispensable incluir las lecciones que dejaron las reaperturas graduales del año pasado.
“Indiferente de la ciudad en la que se planee, la reapertura económica tiene que tener un alto sentido social, es decir, de nada nos sirve diseñar una reactivación concertada con los gremios y el Gobierno, basada en unas proyecciones económicas ambiciosas con todos los sectores productivos, si al final no se tiene un plan específico para poblaciones altamente afectadas por la pandemia, y en consecuencia, claves en el éxito o fracaso de este nuevo intento de normalización”, explica el economista y exintegrante de la Junta Directiva del Banco de la República. Añadió que ejemplo de esto es el sector informal que se mueve en sitios neurálgicos de las ciudades, y en general, la población que habita los barrios populares.
Barranquilla, Medellín y Bogotá se preparan entonces para liderar la reactivación del país tras 14 meses de medidas restrictivas sucesivas y tres picos de la pandemia, el último de estos, aún en curso.
Medellín, por su parte, espera que con el plan que contempla los puntos analizados en los recuadros posteriores mitigue y empiece a revertir los estragos que dejó la covid