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La polémica desatada por la reunión de 10 de los 21 concejales de Medellín en el restaurante Chuscalito para definir la mesa directiva de la corporación, encuentro que alteró al alcalde Daniel Quintero, provocó que el Centro Democrático pidiera a los corporados de su partido, unirse obligatoriamente a la coalición de oposición junto a otras colectividades.
En un comunicado, la directora del partido, Nubia Stella Martínez, reconoció la "conveniencia para la ciudad de Medellín de la coalición de oposición que fue acordada por los ocho concejales de la bancada y otras fuerzas políticas".
Del mismo modo, el partido expresó su confianza a los corporados, de quienes esperan que "honren" con su voto dicha coalición, que empezará con la elección de la nueva mesa directiva.
El CD advirtió que esta decisión "es de obligatorio cumplimiento", ya que la bancada, formada por Nataly Vélez, Simón Molina, Alfredo Ramos, María Paulina Aguinaga, Lina García, Sebastián López, Albert Corredor y Julio González, ha tenido diferencias internas por su postura frente a la Alcaldía de Medellín.
Y es que cuatro de sus ocho concejales (Nataly Vélez, Lina García, María Paulina Aguinaga y Albert Corredor) han estado entre la espada y la pared porque han respaldado al mandatario local, en algunos casos en contravía de las directrices de su líder natural el expresidente Álvaro Uribe, quien ha hecho públicas sus diferencias con Quintero.
El encuentro de los ocho concejales del Centro Democrático con Daniel Carvalho (Todos Juntos) y Daniel Duque (Alianza Verde), causó la molestia del alcalde Quintero, quien intenta evitar que la oposición quede al frente de los destinos de la corporación el próximo año y con ello se haga un control político real que no se ha evidenciado en los 22 meses de gobierno.