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Una tormenta política se desató en Medellín. El epicentro son las declaraciones de Daniel Quintero en las que señaló a empresarios y líderes políticos como “mafiosos”. Desde todas las orillas han reaccionado.
“Aquí lo que había eran unos carteles, unas mafias, donde se sumaban el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), el uribismo, el fajardismo, y todos tenían un acuerdo de hacerse pasito y llegó alguien independiente, puso el dedo en la llaga y eso les ha dolido mucho”, fueron las declaraciones de Quintero a la revista Semana que desataron las lluvias de comentarios desde todos los espectros políticos.
Ante estas afirmaciones, los directamente señalados: Grupo Nutresa, Argos, Sura y Proantioquia rechazaron la forma “mentirosa e irresponsable” con la que el alcalde de Medellín se refirió a las compañías del GEA. Incluso, se conoció que desde Argos estudian tomar acciones legales contra Quintero.
En medio de la polémica, incluso el presidente Iván Duque salió en defensa del empresariado antioqueño, al afirmar que “el matoneo de políticos a la iniciativa privada, a los emprendedores y a las empresas es propio de los métodos fracasados del Socialismo del Siglo XXI” y llamó a que no se estigmatice al sector empresarial.
Desde la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, encabezada por Bruce Mac Master, catalogaron como inaceptable la posición del funcionario público “que deliberadamente incurre en falsedades y manipulaciones para producir daño a organizaciones empresariales y miles de familias que son parte fundamental de las mismas. Atacar empresas es atacar al empleo”.
Los políticos también entraron en la puja
Aunque no fue mencionado en los señalamientos de Daniel Quintero, uno de los últimos en reaccionar fue el precandidato presidencial Alejadro Gaviria.
El exministro de Salud aseguró que como antioqueño le dolía el presente de Medellin.
“A pesar de las diferencias, las contradicciones de la política y los golpes sufridos durante la época del terrorismo, Medellin logró consolidar una alianza entre los sectores privado y público, la academia y la sociedad civil. En esta época convulsa, los ligeros pronunciamientos y la pugnacidad del alcalde Daniel Quintero ponen en riesgo esta alianza”, se lee en el pronunciamiento de Alejandro Gaviria.
Por su parte, el exalcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, afirmó que ante las declaraciones de Quintero sobre el empresariado solo ve a alguien que miente como deporte: “Gobierna mal por incapacidad, tiene delirio de grandeza al mismo tiempo que de paranoia y no le importa destruir todo a su paso. Quintero significa un gran retroceso para Medellín y un riego para el país”.
El ahora precandidato presidencial por la Coalición Equipo por Colombia continuó afirmando que es difícil llamar alcalde a alguien que cataloga de “mafiosos a empresarios y personas que han trabajado por el bienestar de la gente” y añadió que el mandatario “protege a los verdaderos mafiosos de la muerte y de la contratación en Medellín”.
Otro de los exalcaldes que entró en la discusión fue Alonso Salazar, para él es bueno que se le proponga a Quintero que gobierne, “que no destruya cosas buenas de la ciudad, que deje su huella en obras y no en improperios. Eso le ha pedido desde el inicio mucha gente”.
Por su parte, Sergio Fajardo, exalcalde de Medellín y ahora precandidato presidencial por la Coalición Centro Esperanza, se limitó a citar un concepto psicológico denominado como anomia.
Según Fajardo, esta perturbación psicológica consiste en que el individuo “valora sus intereses y motivaciones individuales por encima de los intereses sociales, porque ha dejado de respetarlos, puesto que para él todas esas normas y convenciones han perdido su sentido”.
En la disputa también entró Gustavo Petro, en conversación con Blu Radio el senador invitó que los ciudadanos de Medellín a que “no caigan en la trampa de las extremas de derecha” de anular una elección democrática con el impulso de la revocatoria que está en marcha contra Daniel Quintero.