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El deceso de un conductor de 60 años tiene consternada a su familia, pues aunque las autoridades catalogaron el caso como “muerte natural”, los hechos que lo rodearon hacen presumir que algo más siniestro ocurrió.
La víctima fue Guillermo de Jesús Sánchez Ossa, cuyo cadáver fue encontrado al amanecer de este sábado 14 de diciembre en cercanías al barrio Moravia, en el nororiente de Medellín.
De acuerdo con el relato de familiares, quienes solicitaron la reserva de su identidad, en la noche del viernes Guillermo estuvo departiendo con amigos en un billar del Centro, en inmediaciones del pasaje Veracruz. En ese sitio recibió un dinero que, al parecer, le adeudaban, cuyo monto desconocen los allegados, y a eso de las 11:00 p. m. abordó un taxi rumbo a su casa, en el sector Belén Malibú.
“Esa noche no llegó, tampoco contestaba el celular, y él no tenía esa costumbre. Por la mañana empezamos a buscarlo en hospitales, hasta que hicimos de tripas corazón y llamamos a la morgue. Nos dijeron que había un NN, pero por las características físicas supimos que era él”, detalló un familiar a EL COLOMBIANO.
Según la información preliminar, al difunto lo arrojaron desde un vehículo en la madrugada, en la Autopista Regional, a la altura del Puente del Mico. La Policía fue alertada a las 6:00 a. m. y al llegar encontraron al hombre tendido boca arriba en el borde de grama de la calzada.
Le habían robado el dinero que reclamó, la billetera con las tarjetas bancarias y documentos de identidad, además del celular.
El forense les explicó a los seres queridos que Guillermo no tenía señales de violencia y que lo más posible es que le hubiera dado un infarto, por lo que en principio el caso fue catalogado como “muerte natural”. Sin embargo, los dolientes piden a las autoridades que no desechen lo ocurrido e investiguen a fondo.
En primera instancia, él no solía frecuentar el Puente del Mico, un sitio deshabitado y en el que solo confluyen vías; tampoco tiene lógica que si iba para Belén, en el suroccidente de la ciudad, el cuerpo haya quedado al otro extremo, en el nororiente. A estas dudas se suman el hurto de las pertenencias.
“Nosotros pedimos que haya una investigación y se busque evidencia, alguna cámara, alguien pudo haber visto algo, para que la verdad salga a la luz”, pidió el familiar.
Guillermo Sánchez nació en Medellín y era padre de tres hijos. Trabajaba como conductor en una empresa de servicios públicos y sus conocidos aseguran que “era una persona ejemplar, sin enemigos ni amenazas en contra”.