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“Precaución: curva cerrada”, es lo que alertan las señales en tramos continuos de la vía. No es gratuito: el exceso de velocidad, los conductores que pierden el control al frente del volante y otras imprudencias, —como los adelantamientos en la carretera— son algunas de las preocupaciones que las autoridades locales han expresado con relación a la vía a La Pintada, en el suroeste antioqueño.
Precisamente así lo ratificó César Augusto Zapata Pérez, alcalde de La Pintada, quien explica que la accidentalidad en este corredor vial es un asunto habitual, en gran parte debido a que por allí hay alta afluencia del transporte de carga. Destacó, eso sí, que es un trazado concesionado y que desde la entidad se le han hecho adecuaciones y está bien señalizada.
Y es que los 96 kilómetros de esta vía, que hace parte de la Conexión Pacífico 2 de cuarta generación, registraron el año pasado el paso diario promedio de 5.777 vehículos.
El trazado, operado por la Concesión La Pintada, contempla los tramos entre La Pintada - Primavera (Caldas) y La Pintada - Bolombolo (Venecia). Y solo este año, de acuerdo con la concesión, la cuenta ya alcanza los 274 accidentes.
“Es una vía que es difícil por su topografía. Es además muy complicada porque son lomas y pendientes. A esto se suma que, como allí hay tramos en obra, a veces se obstaculiza, dijo González.
EL COLOMBIANO recorrió la zona y constató que, si bien el corredor está señalizado, se trata de una vía de curvas cerradas y pronunciadas con algunos tramos en obra.
En 2018, según la coordinación vial de la Concesión, en la Conexión Pacífico 2 se presentaron 916 accidentes y 10 muertes. De este total, el 45% corresponde a los accidentes de motociclistas y el 29% a los automóviles.
Estas estadísticas presentaron un incremento con respecto a 2017, cuando en la vía ocurrieron 852 accidentes y 11 muertes.
En lo que va de 2019 las cifras siguen siendo desalentadoras: se han presentado 274 accidentes, con una persona muerta. De nuevo, las motocicletas lideran la accidentalidad, agrupando el 20% del total.
La coordinación de seguridad vial de la entidad enfatizó que, a pesar de las estrategias, la prevención debe reforzarse a razón de que está llegando más tráfico y más turistas a la zona, además de que el tráfico pesado se ha acrecentado en la región.
El gerente indicó también que se adelantará la señalización de la vía con tachas luminosas. Sin embargo, dijo Bernal, esta estrategia tiene un problema y es que, en las 250 0 300 curvas cerradas que componen las vía, algunos vehículos como las tractomulas las revientan al chocar, lo que pone más en riesgo a los usuarios de la conexión.
“He sido reticente a la colocación de las tachas, porque al reventarse se convierten en elementos en la vía que pueden aumentar la accidentalidad a los motociclistas”, comentó.
Para reducir la accidentalidad en las curvas pronunciadas, se adelanta la instalación de señalización fija con dispositivos que permitan la disminución de la velocidad, como las bandas reductoras y las baterías de estoperoles .