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Dentro del paquete de medidas estructurales para disminuir las emisiones de material particulado PM2.5 en el Valle de Aburrá, la chatarrización y reposición de vehículos altamente contaminantes ocupan los primeros renglones de importancia.
Según la clasificación del Área Metropolitana sobre las emisiones de PM2.5 —las partículas más perjudiciales para la salud—, los camiones (36 %) y las volquetas (22 %) son los que más contaminan.
En el Aburrá operan, de forma itinerante, al menos 2.300 volquetas, incluyendo las adscritas a empresas, estimó la Asociación de Volqueteros Unidos de Antioquia. Ese promedio varía porque estos vehículos proveen materiales a obras en otros municipios.
Luis González, presidente de la asociación, dijo que ese parque automotor está integrado por carros reconvertidos desde los modelos 1948, aunque el grueso de volquetas data de los 80 y 90. Otro grupo hace parte de carros comprados hasta 2015, que cumplen, según González, la norma EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.) de 1998.
El caso es que el gremio, junto a Camacol y las autoridades regionales, estructuraron un plan de renovación de flota para chatarrizar carros viejos y adquirir, con incentivos y tasas bajas, volquetas con tecnologías Euro V (nivel de optimización de la combustión y calibración del motor para reducir emisiones).
Eduardo Loaiza Posada, gerente de Camacol seccional Antioquia, contó que el plan consiste, en su fase inicial, en sustituir 100 volquetas que tengan una antigüedad de 25 años, las cuales contaminan 36 veces más que una de menos de cinco años. Las entidades públicas y privadas les darían prioridad a los dueños de las volquetas nuevas en sus obras.
La iniciativa fue radicada ante el Gobierno anterior pero no avanzó. En esta Presidencia se volvió a proponer y ya fue avalada por los Ministerios de Ambiente y de Transporte. Con ese visto bueno fue presentada ante el Ministerio de Hacienda para que la compra sea exonerada del IVA.
Según Loaiza, una volqueta nueva, con IVA, cuesta $250 millones. Sin IVA, bajaría a $200 millones. La cuota mensual, en el primer caso es de $6 millones; de $4 millones, en el segundo. “Con lo que facture una volqueta de 14 metros cúbicos se puede pagar la cuota de $4 millones, la otra es inviable”, aseguró.
González dijo que la pelota está en manos del Gobierno, buscando fórmulas para la devolución del IVA y para que el vehículo desintegrado pueda ser comercializado. “Pedimos que los gobiernos tengan en cuenta que, para acompañar un plan de conversión, es clave la contratación directa con los gremios, eliminando la intermediación”, añadió.
Loaiza dijo que también pidieron recursos de un fondo de chatarrización, que tiene $30.000 millones, para ejecutar el plan, previa definición de una tasa especial por el Fondo Nacional de Garantías.
Si esta alternativa no se da, añadió Loaiza, tendrían que esperar a que el Gobierno estructure un plan de chatarrización completo que, inicialmente, contempla tractomulas y camiones. En una segunda fase sería de volquetas. Ese camino tardaría dos años.
El gerente de Camacol consideró que “no es fácil” el aval del Ministerio de Hacienda. “Dice que no tiene plata y que sería un esfuerzo fiscal. Pensamos que no lo es porque si no eximen el IVA, no habrá negocio y ese IVA no se recauda”.
Pidió a las autoridades establecer “más incentivos, más actores empujando y el concurso de parlamentarios antioqueños”. Indicó que, incluso, la Gobernación está estudiando la creación de una línea de crédito en el Idea, con tasa de interés blanda para tener préstamo subsidiado.
Donald Calle Guerra, asesor de Movilidad y Transporte del Área Metropolitana, dijo que hicieron una solicitud al Ejecutivo para que declare la vida útil de camiones y volquetas, tal como ocurre en el transporte de pasajeros.
“El documento Conpes de chatarrización que existe es exclusivo para camiones de 10,5 toneladas. Exceptúa las volquetas. Se necesitan urgente programas de renovación y una legislación que defina una vida útil para volquetas y camiones inferiores que son losque hacen el reparto urbano de carga y mercancía”, afirmó.
El alcalde Federico Gutiérrez dijo el jueves que se deben utilizar los fondos para la chatarrización de los vehículos que no han salido de circulación, pese a que tienen una antigüedad considerable. “Todavía hay volquetas y camiones de más de 20 años. Por encima de los temas económicos está la salud ciudadana”, anotó.