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El nuevo gerente general en propiedad del Grupo EPM, que reemplace al declarado insubsistente Álvaro Guillermo Rendón López, no solo asumirá los desafíos de recuperar la confianza institucional de la empresa y culminar la construcción de Hidroituango (hoy en 82 % de avance), sino que, además, asumirá el mayor presupuesto anual de la empresa en su historia con $19,2 billones.
Mientras se surte el proceso de selección del gerente número 25 que tendrá EPM desde 1955 —que “será realizado por la Alcaldía de Medellín, con observancia del Gobierno Corporativo, en especial, del Convenio Marco de Relaciones y con el acompañamiento de la Junta Directiva”, según contó la empresa el 1 de febrero— está encargada Mónica Ruiz Arbeláez, vicepresidenta de Estrategia y Planeación, con 26 años en la empresa.
Ruiz Arbeláez, ingeniera Electrónica de la UPB, con especializaciones en Teleinformática y Mercadeo de Eafit y experiencia en cargos directivos desde 2003 en temas asociados a lo comercial y el negocio de transmisión y distribución de energía, dijo la semana pasada que arranca una etapa de “reconstrucción de confianza para seguir la senda de trabajo que ha destacado a EPM en 66 años de historia”.
A propósito de la designación en propiedad del reemplazo de Rendón, revisamos lo que prometió el alcalde Daniel Quintero en campaña y una vez fue electo, lo que se juega con el nombramiento y los llamados gremiales y de la academia para que la elección garantice la independencia y el respeto del Código de Buen Gobierno de la empresa.
El acuerdo municipal 69 de 1997, el cual autorizó convertir a EPM en una empresa industrial y comercial del Estado, establece que el gerente general será nombrado y removido por el alcalde y que este debe garantizar “la continuidad de la gestión gerencial atendiendo criterios de eficacia y eficiencia, según los resultados operacionales y los indicadores de gestión”.
El acuerdo 12 de 1998, por medio del cual se adoptaron los estatutos de EPM, reitera en su artículo 19 la capacidad del alcalde para nombrar y remover al gerente general.
Claro que la facultad nominativa del mandatario municipal está definida en los artículos 315 de la Constitución y 91 de la Ley 136 de 1994, los cuales lo facultan para nombrar y remover a los funcionarios bajo su dependencia y a los gerentes y directores de las empresas industriales y comerciales de carácter local.
El Código de Buen Gobierno de la empresa (página 18) añade que el alcalde, en su calidad de nominador del gerente, deberá tener en cuenta criterios de experiencia, idoneidad, profesionalidad, honestidad y solvencia moral.
¿Qué prometió Quintero cuando era candidato para la gerencia general de EPM?
En su plan de gobierno (página 54) dice que en cuatro años una gerencia difícilmente alcanza a entender la profundidad de una empresa del tamaño de EPM. “Por eso proponemos un acuerdo de largo plazo que aproveche la actual crisis como una oportunidad para establecer un pacto con diversos actores políticos, económicos y gremiales, con el objetivo de cualificar en términos técnicos a la junta directiva y darle estabilidad a la gerencia de EPM”.
En campaña, en entrevista en Cosmovisión el 26 de junio de 2019, prometió: “Vamos a hacer toda una alianza público privada para escoger el mejor nombre, con cazatalentos internacionales para escoger un paisa que ame a Medellín”.
En entrevista con EL COLOMBIANO el 23 de octubre de ese año dijo que el gerente “debe ser una persona técnica, que su nombramiento no sea producto de un proceso político. Debe ser un gerente para la gente, que reconozca que el bolsillo de los ciudadanos es tan importante como la caja de la empresa, que piense cómo abaratar las tarifas”.
Ya electo, interrogado el 6 de noviembre sobre cuál sería el perfil del líder de la empresa, respondió: “Vamos a hacer una auditoría que nos permita saber el estado actual de EPM y los retos que tiene. En función de eso se elabora un perfil técnico, en eso nos ayudará el comité de empalme, y con el perfil definido se avanzará en la escogencia de un gerente. ¿Qué quisiera yo? Pensarnos de una vez un modelo que le dé estabilidad a la gerencia y a la junta en el tiempo, pensar en cómo se toman las decisiones de escogencia y de cambio del gerente de EPM, eso incluso implica que yo mismo renuncie a la escogencia de la gerencia, pero con la garantía de que tenga estabilidad en el tiempo”.
Finalmente, el elegido fue el abogado antioqueño Álvaro Guillermo Rendón López, exauditor General de la Nación (1999 – 2001), e iniciador de Quintero en su carrera política hace 15 años en el Partido Conservador. “Es un hombre que no hace parte de ningún movimiento político, ni de ninguna casa política, es un empresario, es un técnico”, dijo el alcalde en Caracol Radio el 3 de enero de 2020, en defensa de su elección. “Al final lo que hicimos fue recoger nombres que nos pasaron gremios, empresarios y les hicimos entrevistas a todos. No se utilizó (firma cazatalentos)”, reconoció.
Las directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) dicen que es sustancial que en la relación entre una empresa pública y el gobierno existan altos estándares de gobierno corporativo, tales como procesos de nominación estructurados y transparentes para sus líderes; autonomía operativa para que la empresa busque alcanzar sus objetivos; respeto por la independencia de la dirección de la empresa y el ejercicio de sus responsabilidades.
Esos mismos parámetros examinará la calificadora de riesgo Fitch Ratings, quien el viernes pasado en un documento oficial dio a conocer sus consideraciones tras el despido de Rendón López.
Según expresó, por ahora seguirá monitoreando el nombramiento del nuevo gerente, así como de otros puestos en la alta gerencia de la compañía. “Estas nominaciones darán forma a la visión de Fitch sobre la independencia de EPM y del vínculo de calificación entre la empresa y la ciudad de Medellín”, dice el documento emitido. Y añadió que la expectativa para calificar a EPM y a otras firmas de servicios públicos se basa más en los perfiles crediticios independientes que en el vínculo con el gobierno nacional o municipal, sentido en el que destaca la “independencia” al nombrar una junta autónoma “y equipos de gestión técnicamente competentes” como factores sustanciales.
“Las variables son claves para asegurar que la empresa tenga una visión estratégica y ejecute proyectos económicamente sólidos”, resaltó.
Para el exministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, además de experiencia en el sector, méritos y posicionamiento, el nuevo líder del grupo debe ser una persona que tenga el suficiente criterio para que goce de la autonomía en la toma de decisiones. “Las calificadoras de riesgo están pendientes de la designación por el grado de independencia y autonomía que debe tener el elegido, que debe ser capaz de decirle No al alcalde de Medellín”, manifestó.
El presidente Iván Duque dijo ayer, a propósito de la propuesta del expresidente Álvaro Uribe de intervenir la empresa (ver recuadro), que EPM ha pasado por una situación controversial por la renuncia de miembros de junta y ahora por la salida del gerente. “Tenemos toda la confianza que la empresa pueda resolver, a la luz de su gobierno corporativo, un proceso de selección de su nuevo gerente que responda a los criterios técnicos que una empresa de semejante envergadura requiere”, declaró.
La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) hizo un llamado el 2 de febrero para que se garantice que los códigos de ética y buen gobierno corporativo respondan a las mejores prácticas en EPM, debido a la “preocupante situación” que hoy enfrenta la compañía, “exponiendo su valor y representación debido al manejo que se le ha dado a esta coyuntura”.
El dirigente gremial Bruce Mac Master dijo que “EPM es demasiado importante para Medellín y para Colombia, no se puede perder de vista la importancia de actuar responsablemente. El manejo de organizaciones empresariales, incluyendo las públicas, requiere de altos estándares corporativos, de lo contrario el daño puede ser irreparable”.
Añadió la Andi que las empresas, tanto públicas como privadas, son el mayor motor de desarrollo del país. “La cautela, la prudencia y la sensatez son en este momento los mejores consejeros para actuar en defensa de los intereses superiores de la comunidad, actuar en contra del patrimonio colectivo de los antioqueños, como lo son las empresas, sería un acto de populismo irresponsable”, acotó.
Proantioquia reiteró que la administración de EPM requiere rigor técnico, jurídico y financiero. “Exigimos que el alcalde de Medellín y la junta directiva, asumiendo los estatutos de la empresa y las normas del gobierno corporativo, tomen sus decisiones fundadas en la estabilidad institucional de la misma”.
Medellín Cómo Vamos, por su parte, exhortó a los miembros de la junta directiva a que apliquen el código de gobierno corporativo sobre la base del Acuerdo de Gobernabilidad de 2007, para que se “limite al máximo la influencia de la coyuntura política en las decisiones de la empresa, y se ponga como prioridad los elementos técnicos en la elección del nuevo gerente y la autonomía que necesita para ejercer su labor, con el fin de poder afrontar los retos empresariales que significan la conclusión de Hidroituango y la estabilización de Afinia”.
El Centro de Pensamiento de la Universidad EIA abogó por pasar la página de la crisis y empezar a escribir un nuevo capítulo en el libro de la historia de EPM, en el que las claves sean recuperar la confianza. “Un propósito fundamental en la gestión del nuevo gerente debe ser la recuperación de la confianza en general, comenzando por la que se requiere entre la junta directiva y el gerente, para dirigir adecuadamente el Grupo EPM; la confianza con los empleados, los directivos (...) los usuarios; y la confianza con todos los grupos de interés, para que tengan la seguridad de que las actuaciones de EPM responden a lo esperado”, anotó.
Para el presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), Camilo Sánchez, lo más importante es tener calma y prudencia en este proceso porque “EPM es una de las empresas más importantes que tiene el país y es fundamental en la reactivación económica de Colombia”.
Acotó que “ojalá termine la pelea política, por encima de cualquier cosa necesitamos a una EPM fortalecida. Esperamos una persona (en la gerencia) conocedora, que pueda hacer lo necesario para que la política se utilice en beneficio de la técnica que requiere EPM”, concluyó