viernes
7 y 9
7 y 9
Tanto el alcalde de Itagüí, León Mario Bedoya, como su secretario Jurídico, Óscar Muñoz, le afirmaron a EL COLOMBIANO que el constructor del edificio Babilonia (que fue evacuado el pasado sábado por deficiencias estructurales en una de sus columnas) podría ser sancionado por no tener el permiso de ocupación y el recibo a satisfacción de la obra.
“El constructor no nos ha acreditado el cumplimiento de ese requisito”, aseguró Muñoz, en referencia a la firma Ruiz Sánchez y Asociados, responsable de la edificación del inmueble con uso mixto (vivienda y comercio) y que, según datos de la Alcaldía de Itagüí, fue terminado en 2013, o sea en el gobierno anterior.
A esa omisión, denunciada por las autoridades locales, se sumó lo revelado por la administradora de Babilonia, Ángela Ramírez, en el sentido de que la obra no tiene red contra incendios.
“A la constructora nunca se le exigió la red contra incendios”, le respondió a este diario el constructor de Babilonia, Gabriel Jaime Ruiz. El empresario, que dijo tener cerca de 30 años de experiencia y que ha levantado más de 70 edificios, sostuvo que “no podemos mostrar lo que no damos nosotros”, en referencia al permiso de ocupación. “Si no estuviera ese permiso, cómo es que está habitado el edificio”, añadió el constructor, quien aseguró que “yo cumplí con todas las exigencias urbanísticas, los planos, el pago de los impuestos, etc.”.
Es de anotar que la autorización de ocupación de inmuebles es un requisito legal. El acta en que se consigna implica una doble certificación: que las obras se construyeron ceñidas a las licencias de construcción y que las mismas cumplieron con las normas de sismorresistencia, urbanísticas y arquitectónicas contempladas en el acto de reconocimiento de la edificación.
Ángela Ramírez, propietaria de un apartamento en Babilonia y administradora de la copropiedad, reportó que la obra tiene 36 apartamentos, de los cuales solo 8 son habitados por arrendatarios. También hay 5 locales comerciales, por cuya administración el constructor adeuda 36 millones de pesos, que se cobran por vía litigiosa.
La ocupación de las unidades de vivienda se hizo en 2015. En marzo de 2016 afloraron problemas de aguas en el sótano y fisuras en los apartamentos 505 y 604, que el constructor las arreglaba y en 4 meses volvían a aparecer.
Ella se quejó en la Alcaldía de Itagüí, en donde, dijo, la pusieron en un carrusel para que fuera a Control Urbanístico, Secretaría de Infraestructura, Medio Ambiente y Gestión del Riesgo. En una de las visitas, a finales de 2016, funcionarios del Área Metropolitana aseguraron que el constructor debería hacer unas verificaciones, de patologías y suelos, con un seguimiento constante de la municipalidad.
Los problemas siguieron. La administradora reveló que el embombamiento del revoque del apartamento 604 llevó a que el ingeniero contratado por la constructora ordenara quitar el revoque. “Vimos que el material de la columna se desmoronaba y que había varias varillas un poco dobladas. El calculista se alarmó y opinó que había que intervenir”.
La administradora recordó que el viernes, 29 de junio, el constructor inició los trabajos de repotenciación de la columna. Ese mismo día, en una visita de Gestión del Riesgo, de la Alcaldía, uno de los ingenieros mostró su sorpresa, pues se preguntó cuál era la base para hacer la repotenciación. Al observar que la columna estaba frágil, recomendó parar los trabajos.
Según la versión de Óscar Muñoz, cuando en una de esas inspecciones iban en el piso 7, de los 13 que tiene la obra, el ingeniero calculista que los asesoraba sorprendió a todos con una orden perentoria: “vámonos de aquí, desocupemos ya, porque la edificación no ofrece tranquilidad”.
Así, lo que inicialmente había sido una orden para una evacuación transitoria, de 48 horas, se convirtió, el sábado 30 de junio, en una evacuación por un tiempo indeterminado. A las carreras salieron unas 100 personas, de 36 familias que residían en Babilonia, y a las cuales la Alcaldía de Itagüí les otorgará un subsidio para arriendo, cercano a los 500.000 pesos, durante tres meses. Eso, dijo el secretario Jurídico, lo paga la municipalidad, “pero desde mañana mismo le estaré pasando la cuenta de cobro al constructor”.
Anuncios en internet indican que un alquiler en Babilonia, con administración, puede llegar a 1,3 millones de pesos. El patrimonio en riesgo es grande: en internet, se ofrece allí para la venta un apartamento, de 64 metros cuadrados, por 220 millones de pesos, negociables.
Mañana un calculista contratado por el constructor entregará un primer informe de cargas de la columna con fallas. Sin embargo, un análisis patológico más exhaustivo tomará dos semanas. El constructor está tranquilo. Considera que la falla es puntual .