Catalina Murillo decidió irse a vivir a la vereda Piedras Blancas, jurisdicción del municipio de Guarne, oriente de Antioquia, para buscar tranquilidad. Este jueves, ocho meses después, fue víctima de la crueldad humana. Tres de sus perros fueron envenenados por desconocidos.
La muerte de los animales, Nico, un Golden retriever; Romeo, Beagle y Blanquita, una criolla, la tienen a ella tan conmocionada y asustada, como a la comunidad preocupada.
“Somos gente decentes, no nos metemos con nadie. Mataron a los tres perritos más tiernos, a los cachorros. Eran juguetones, lo máximo que hacían era ladrarle a los caballos. Creo que quienes los mataron eran personas fastidiadas”, expresó.
Del caso ya tiene conocimiento la Policía Ambiental que le prometió a Catalina visitar el predio donde se cometió el envenenamiento e iniciar una investigación. Así mismo, se les hará una necropsia a los animales para conocer qué tipo de veneno les suministraron.
“Anoche (jueves) llegué al predio a las 7:00 p.m. Vi a todo los perros bien. y a las 7:30 escuché a uno de los perros ladrar. Fui y nico estaba convulsionando. Lo tomé en mis manos y cuando le vi baba supe que no tenía tiempo. Le hablé, lo acaricié y en dos minutos murió. Pedí a mi familia que buscaran a los demás y los encontraron en diferentes parte muertos”, narró Catalina.
El caso de intolerancia, estipulado por el nuevo Código de Policía y que acarrea penas y multas, se repite una y otra vez en Antioquia. Hace dos meses, entre San Pedro de los Milagros y Entrerríos se denunció el envenenamiento de dos animales.
“¿Esta es la manera como le enseña a sus hijos a reaccionar ante las dificultades? ¿No cree que hay otra manera de resolver los problemas sin atentar contra la vida de otros?, cuestionó Eliana Carrasco, dueña de Luna, uno de los perros asesinados en ese lugar del norte de Antioquia.
En ese sentido también se manifestó Catalina, que ahora teme por los otros cinco perros y cuatro gatos que tiene su familia en la vereda.
“Es un llamado a la tolerancia, al respeto por el otro, no solo humano, sino animal. Que si tienen una incomodidad con su vecino y sus mascotas, acérquense, hablen con él, pero no tomen decisiones criminales. Que la gente sepa que hay un Código, una autoridad y que si toman esas decisiones van a tener problemas con la ley”, concluyó Catalina.
Regístrate al newsletter