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La calma que llegó a durar 8.693 minutos, equivalentes a seis días, entre el 20 y el 27 de abril, se acabó con una ráfaga de muertes que dejó 10 muertos en cuatro días en Medellín. Si bien este fue el pico más marcado en la ciudad, no ha sido el único que ha mostrado la tendencia de que después de muchos días de calma, se presentan unos cuantos de tormenta que dejan más de cinco muertos.
Las otras rachas más violentas de muertes en la ciudad se han presentado entre el 28 y 29 de enero, con cinco asesinatos; entre el 12 y 14 de marzo, con seis homicidios; entre el 18 y 22 del mismo mes, con 11, y los cuatro del 17 de abril.
Sobre este fenómeno, el subcomandante de la Policía Metropolitana, coronel Rolfy Mauricio Jiménez, se refirió a que aún no tienen un conocimiento exacto de por qué se presenta este fenómeno en la criminalidad de la ciudad.
“Veníamos con un excelente comportamiento. Estábamos ajustando una semana sin homicidio y se nos presenta esta situación. Se está realizando el análisis del por qué y qué pudo conllevar a estos hechos que nos aumentaron las cifras”, dijo el oficial.
Para no llamar la atención
Algunos expertos darían cuenta de que este comportamiento en materia de homicidios, donde se concentran los casos en fechas determinadas, podrían tener relación con algunos ajustes de cuentas sectorizados y que se hacen en un periodo determinado para evitar el accionar policial.
Jaime Fajardo Landaeta, analista del conflicto urbano, expresó que con esto buscan las bandas criminales que no sea un problema permanente que llame la atención. “Si se da una situación permanente, se les calienta la zona y la autoridad los tendría más acosados con operativos”.
Dentro de las ofensivas policiales cuando hay hechos destacados o rachas sectorizadas está la intensificación de la presencia de los uniformados, tal como ocurrió el pasado 29 de abril en las comunas 5 (Castilla) y 7 (Robledo), donde se incrementó la fuerza policial y se hicieron retenes a raíz de los dos dobles homicidios del día anterior.
También habría una orden de cabecillas que se encuentran presos para organizar las fechas y solucionar los conflictos que se tengan dentro de las estructuras, tal como lo manifestó Carlos Arcila, defensor de Derechos Humanos del noroccidente de Medellín.
“En algunas zonas se dan fricciones y rupturas, presentándose enfrentamientos, como ha ocurrido en algunos sectores. Se quedan unos días calmados y se revienta todo con enfrentamientos fuertes de uno, dos, tres muertos, se generan desplazamientos, amenazas y vuelven y se calman porque les dan las órdenes desde las cárceles”, expresó Arcila.
Las autoridades destacaron que estas rachas también se deberían a las riñas y a los actos de intolerancia, que muchas veces se suman a las retaliaciones entre las bandas delincuenciales, explicó el subcomandante de la Policía Metropolitana.
Según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc), este año se han registrado 126 homicidios, mientras que el año pasado, a la fecha, iban 134, mostrando una reducción de siete casos, lo cual es celebrado como un logro por las autoridades municipales.
El coronel (r) Ómar Rodríguez, subsecretario Operativo de Seguridad y Convivencia de la Secretaría de Seguridad de Medellín, manifestó: “hemos tenido una tendencia a la reducción y solo en abril hubo un 18% menos que el año pasado. La tendencia es de un homicidio diario, con tendencia a la reducción”.