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En los 10 municipios que conforman el Valle de Aburrá la constante fue la contundente victoria (incluso casi por el doble de votos) del candidato Rodolfo Hernández sobre Gustavo Petro, según los datos emitidos por la Registraduría tras los comicios de este domingo.
Según la entidad, en Barbosa Hernández obtuvo 13.631 votos; en Girardota 17.229, en Copacabana 23.533; en Bello 112.545; en Medellín 684.161; en Itagüí 93.974; en Envigado 107.843; en Sabaneta 40.723; en La Estrella 21.659 y en Caldas 24.300 sufragios.
Estas votaciones representaron entre el 58% y el 73% del total de votos de cada una de las localidades.
Este hecho podría explicarse teniendo en cuenta que, tal como lo habían previsto los analistas políticos, el cambio entre primera y segunda vuelta en la región se consolidaría con el “traslado” del caudal electoral del candidato Federico Gutiérrez (que superaba los 974.000 votos) a las toldas del santandereano.
De hecho, de las 1.822.700 papeletas con la que Hernández obtuvo el triunfo en Antioquia, 1.139.598 las puso el Aburrá.
Incumplieron promesa
Los datos también dejan ver que pese a contar con el apoyo de algunos barones electorales de la subregión antioqueña, el candidato Gustavo Petro no ganó en los fortines de los mismos.
Por ejemplo, pese a contar con el apoyo del cuestionado político liberal Julián Bedoya, en La Estrella —su principal fortín político en el Aburrá— Petro obtuvo allí 12.324 votos (solo 3.265 votos más que en la primera vuelta).
Caso aparte merece Medellín, una de las principales apuestas del Pacto Histórico para lograr su meta de 1 millón de votos en Antioquia.
Sobre esto, el codirector del movimiento Independientes (que apoyó a Petro y con el que el alcalde Daniel Quintero llegó al poder) indicó a inicios de junio que parte fundamental de la meta del millón de votos era lograr alrededor de 500.000 sufragios en Medellín. “Sin lugar a dudas es un reto enorme, un reto gigante, pero que no lo veo tan difícil”, dijo Ramírez.
No obstante, la realidad fue otra. Pese a contar con el apoyo del alcalde Quintero, de ocho de los exmiembros del gabinete quinterista y de otros cuestionados personajes de Medellín, Gustavo Petro obtuvo 372.356 votos en la capital antioqueña, por debajo de la meta inicial, aunque consiguió 96.859 sufragios más que en la primera vuelta; cifra que si bien es importante, sigue estando muy alejada de la meta que Independientes había calificado de “no tan difícil”.
Optimismo moderado
Por ahora el Aburrá, así como Antioquia, están a la espera de la actitud que tendrá el nuevo presidente con la subregión y el departamento, en los que salió derrotado.
La situación la resume muy bien el concejal del Partido Verde Daniel Duque, quien indicó que aunque el discurso conciliador de Petro –tras conocer los resultados electorales de la segunda vuelta– dan un poco de tranquilidad, las expectativas siguen siendo grandes y el optimismo puede llegar a ser moderado.
“Petro tiene una carga enorme bajo sus hombros, puede hacer un excelente gobierno o volverse una gran decepción como ocurre actualmente en Cali y Medellín. Ahora es su turno de gobernar”, puntualizó