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Con la contingencia de Hidroituango y el aumento en los impuestos de cigarrillos y licores, Antioquia tuvo un año movido en materia financiera.
Adriana Hernández, secretaria de Hacienda del departamento desde hace más de dos años, fue la encargada de hacer frente a las estrategias para sortear todas las dificultades.
En diálogo con EL COLOMBIANO, la funcionaria explicó cómo se logró aumentar el recaudo por impuesto vehicular, cómo se hizo frente al problema de las rentas derivadas del consumo, y cuáles son los planes para sostener las finanzas de Antioquia en 2019.
La única aclaración que hizo antes de responder, fue que las cifras aún no están consolidadas, pues el cierre financiero no ha terminado.
Antioquia empezó 2018 esperando que Hidroituango generará energía y recursos en diciembre. Eso no pasó. ¿Qué tanto se afectan las finanzas de la Gobernación?
“El Departamento en su marco fiscal nunca contó con esos fondos, porque solamente tiene el 2 % del proyecto. El que tiene todo es el Idea. Todos sabíamos que había unos proyectos detonantes del Gobernador, del Plan de Desarrollo, que eran el Ferrocarril, los puertos y las PCH (pequeñas centrales hidroeléctricas). Esas inversiones se iban a hacer en el Idea”.
¿No se sienten afectados por la contingencia?
“No es que no nos sintamos. Hablando como departamento, claro, porque no has podido ejecutar lo que tenías programado y ahora te toca buscar cómo lo vas a hacer. Pero Hacienda no tenía registro de la totalidad del impacto, quien lo tiene es el Idea; y por eso cuando hablamos de Hidroituango el tema va con ellos, pues tienen la mayor participación. Y aunque los proyectos estaban matriculados en el Plan de Desarrollo, el Gobernador decidía por cuál de las entidades lo iba a ejecutar y en este caso se decidió que fuera por el Idea”.
“La FLA tenía un presupuesto para cumplir y vendió $1,3 billones. Nosotros como secretaría respondemos por el ingreso, y hoy tuvimos el necesario para cumplir con el presupuesto y el Plan de Desarrollo”.
¿Hay alguna fuente de ingresos que no haya cumplido con esa meta?
“Hasta hoy, con cifras preliminares, todas las rentas hasta van cumplidas y hay unas que están hasta sobreejecutadas: más del 100 %”.
“Vehículos puede alcanzar el 113 %, Registro el 106 %, cigarrillos el 106 %, impuesto al consumo de cerveza el 99 %. La mayoría están en 100 o hasta 104 % y puede subir más porque estamos apenas en la etapa de conciliar con bancos”.
El país tiene campañas para bajar el consumo de cigarrillos y licores por salud pública. Si baja el consumo, baja el ingreso para ustedes. ¿Qué planes tienen para cubrir esos huecos?
“En los departamentos, no solo Antioquia, las rentas dependen de los juegos o lo que yo digo del ‘vicio’; es decir, no están dadas por propiedad o ingreso seguro. Aquí dependemos de la lotería, los cigarrillos, el licor. ¿Qué tienen que hacer los Departamentos? Buscar un modelo de ingresos nuevo, que no es sencillo porque tenemos una deuda grande. El ingreso nuevo que tiene programado el departamento es toda la inversión en energía y por eso, a través del Idea, se ha dado la mano a las pequeñas PCH. Pero la problemática no es ajena al Gobierno Nacional. Ellos tienen que entender que no podemos como departamento crear rentas, solo crear inversiones”.
¿Son suficientes esas inversiones y campañas para cubrir lo que no va a llegar por la demora en Hidroituango?
“Nunca un recaudo de un impuesto va a ser suficiente. Pero la inversión estaba planteada desde PCH y lo mucho o poco que se ha tenido se ha invertido ahí. Y todo recurso que el departamento no tenga es nocivo para el desarrollo. Lo que no podemos hacer es esperar a ver qué pasa. Tenemos que llevar las variables controlables para nosotros y hoy son las rentas”.
Pero le insisto. La estrategia es recaudar las rentas, pero hay campañas para desincentivar el consumo de los productos que generan las rentas. El hueco sigue...
“Todos los departamentos estamos en la Federación de Departamentos, allá hemos llevado todo esto y nos sentamos con el Gobierno Nacional y le dijimos que no solamente Antioquia sino que todos venimos así (pone la mano en picada) porque a través de una norma nos reguló el tema del cigarrillo, y no solo por salud. Le digo con todo el respeto: el que es vicioso es vicioso y si le suben mañana al cigarrillo, difícilmente, dice que no se lo va a fumar. La gente se lo fuma: caro, barato, como sea... Nosotros le mostramos al Gobierno, con estudios, que esa reforma tributaria pasada tiene implicaciones para nosotros, y necesitamos que se revisen nuevamente las normas.
Hasta la comisión de empalme del nuevo gobierno, quedamos en que se iba a revisar y hay mesas de trabajo este año con la Federación para revisar tres normas: licores, cigarrillo y loterías, o sea, las rentas de los departamentos”.
¿El plan entonces es modificar la regulación?
“Es que ellos (Gobierno Nacional) entiendan cuál es el impacto de eso para que hagamos una cosa que no nos ponga al extremo ni se desangren los departamentos”.
Esas tres normas que quieren cambiar, ¿qué tanto han afectado a Antioquia?
“A nosotros en el tema de cigarrillos y licores nos tocó hacer más operativos: salir a buscar contribuyentes. Cuando uno tiene esos impuestos que van frente al consumo, lo que incentiva es el contrabando. En la medida en que se hacen campañas de sensibilización, formación del contribuyente y de las demás autoridades en el orden municipal, policial, educativo y comunitario, también se contribuye a que la persona sea más consciente de lo que consume y evite el contrabando. Sea más consciente de que tiene que tener un producto que está etiquetado, estampillado, y que ha pagado tributos.
En la medida que hace operativos, cierra establecimientos de comercio y hace capturas, está llevando a que el consumo sea legal.
Pero aún no es muy claro de cuánto se han afectado las finanzas...
“La ley de licores tuvo implicaciones porque creó impuestos nuevos. Al crearlos, el margen de utilidad ha disminuido, pero las ventas se han cumplido. Esas cosas, cuando se hace el presupuesto, las tenemos que tener claras.
En el de cigarrillos fue lo mismo, entonces (miramos) cuántas cajetillas vendíamos, cuántas vendemos hoy y de todo ese precio de venta qué le corresponde al Departamento, qué a la Nación y se separa eso. Para cumplir con ese gap que queda, no hay más que fiscalizar, buscar qué hay de contrabando y a partir de la legalización, bien sea por sanción o por acto administrativo, que la gente te vea fiscalizando hace que la renta se suba”.
¿Cómo están manejando la cartera morosa?
“Primero teníamos mucha mora. Pero como estamos más al día en los impuestos, recogemos menos por mora. Es una relación inversa: a más pago, menos mora. Hoy dependiendo de la renta, al único que le damos descuento –por pronto pago– es al impuesto de vehículo. Pero todo lo demás, lo que genere mora va así, a nadie se le perdona la mora: ‘Pues, señor, tuvo todas las facilidades, le hemos dado todo, si ya no paga pues sepa que aquí le van los intereses y con procesos de fiscalización tiene que llegar a pagar’”.
¿Cómo van las estructuraciones financieras del Central Park y Ferrocarril?
“En el Ferrocarril sabemos que está en estudio de prefactibilidad. No puedo tener unos recursos garantizados hasta que la prefactibilidad no surta efecto y no nos digan realmente cómo va a ser la estructuración, porque cualquier otra cosa sería mentir. Cuando ese estudio esté listo, eso dirá si necesita un peso, o mil, o nada, o que el proyecto no se puede hacer.
En el Central Park, el lote donde se va a construir era del Departamento y el Municipio, y el lote es lo que más vale. Entonces los recursos mínimos ya están garantizados a través del lote. Hay una partida presupuestal asignada adicional, que es como de $40.000 millones, pero apenas van a hacer diseños y cuando eso esté listo nos van a decir si es mucho, poquito o hay que poner más”.
¿Cómo va la ejecución presupuestal? Hubo algunas quejas porque no iba al día...
“Vamos a terminar más o menos en el 90 % de ejecución, aunque vuelvo y digo: no he cerrado. En 2017 cerramos en el 86 % de ejecución”.
¿Qué va a pasar el 10 % no ejecutado?
¿Quién ejecuta el 100% en lo público? Nadie lo hace por dos razones: porque puedo ejecutar lo mismo, pero más económico, por efectos de contratación, tenía $100 y me gasté $70. Eso no es un delito. Yo tengo un máximo para ejecutar, pero si ejecuto menos y hago la obra, no tengo ningún inconveniente. El problema es cuando no se ejecutan las obras, que este no es el caso. Esos recursos van el año siguiente a un rubro que se llama Recursos del Balance, que se gastan en inversión porque la misma norma dice que no se pueden usar en gastos de funcionamiento”.
¿Y ustedes ahorraron dinero en los proyectos?
“Lo que quiero decir es que por dos razones los gastos no se ejecutan al 100 %. Habrá que mirar cada proyecto porque no tengo los más de 1.000 proyectos que tiene el Departamento. Cada Secretaría sabrá ese detalle. Yo me sé el de Hacienda, por ejemplo, que ejecutó el 99%”.
Pero sí sabe quiénes ejecutaron más o menos...
“Sí, claro. Donde están los proyectos detonantes del Departamento, como infraestructura, la ejecución no va a bajar del 96 o 97 %. Pero sé que me vas a preguntar por Ambiente, que puede estar en el 40%.
Ellos (los recursos de) funcionamiento los tienen ejecutados, pero tienen un problema de comprar unos terrenos y aquí no se pueden comprar con los ojos cerrados porque después les llegan todas las entidades de control. Uno tiene que hacer un proceso serio de revisar y cumplir las etapas, que hasta donde entiendo, son 19. Ya hay que preguntarle a Ambiente, por qué no han logrado cumplirlas”.
¿Qué otra dependencia está corta en ejecución, además de Ambiente?
“De pronto, por ser un fondo especial, la Universidad Digital porque está sujeta a licencias del Ministerio de Educación. Se ha ido ejecutando en la medida en que van llegando esos permisos”.
En 2019, ¿cuál es la apuesta principal de Hacienda?
“La misma de todos los años: recaudar, recaudar, recaudar y recaudar. No existe otro en materia de ingresos. Y en materia de gasto: hacer seguimiento. Tenemos un plan de austeridad y vivimos encima pidiendo que pongan cuidado en el tema luces, ascensores, horas extras, viáticos y todas esas cosas, a través de directrices con Control Interno”