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Pastores de la banda “los Urabeños” aceptan cargos

Los religiosos aceptaron el cargo de concierto para delinquir, por gestiones para favorecer jurídica y económicamente al clan.

  • A la izquierda, el pastor anglicano Orlando Arce, alias “el Obispo”. Al lado, el pastor Jorge Mercedes. FOTOs cortesía y róbinson sáenz
    A la izquierda, el pastor anglicano Orlando Arce, alias “el Obispo”. Al lado, el pastor Jorge Mercedes. FOTOs cortesía y róbinson sáenz
15 de mayo de 2015
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de rebaja en la pena tendrán pastores por aceptar culpa.

Dos pastores anglicanos aceptaron su responsabilidad por la participación en una conspiración para favorecer los intereses económicos y jurídicos de la organización criminal “los Urabeños”.

¿Quiénes son estos personajes, a los que la Fiscalía calificó de “pescadores de almas y de dinero”? Se trata del dominicano Jorge Amado Mercedes Cedeño, alias “Pastor Jorge”, y del colombiano Orlando Arce Ortiz, apodado “el Obispo”, miembro y presidente de la ONG Organización de Paz Colombiana (OPC), respectivamente.

Los detalles de sus acciones fueron expuestos por el fiscal tercero adscrito a la Dirección contra el Crimen Organizado, en las audiencias de garantías realizadas esta semana en Medellín.

Para el ente acusador, el pastor dominicano fungía como asesor espiritual y apoyo jurídico de Blanca Zenobia Madrid Benjumea, alias “la Flaca”, cónyuge de Dairo Úsuga (“Otoniel”), el máximo jefe de la “los Urabeños”.

El extranjero de 35 años recibía dinero de la banda y lo enviaba a su país natal por medio de empresas de giros internacionales, haciéndolo pasar como donaciones de los fieles de su culto. En Santo Domingo, República Dominicana, recibían la plata alias “Juan Carlos” y el “Pastor Eliseo”, otros supuestos integrantes de la red, quienes adquirían los chalets, carros de alta gama y apartamentos junto a la playa que las mujeres del clan les pedían, luego de observar catálogos.

(Lea aquí: Capturan a “La Chola”, hermana del segundo al mando de “Los Urabeños”)

Los contactos con “la Flaca” los mantenía por un celular Samsung Galaxy S3 que ella le regaló especialmente para eso, el pasado junio.

El 22/9/14 fue detenido por la Policía en El Poblado, cuando iba en un taxi con $300 millones. Les argumentó a los agentes que eran donaciones de la feligresía, y estos lo dejaron en libertad y lo escoltaron a un hotel para que no le robaran, en parte gracias a los buenos oficios del pastor Arce, quien se presentó en la estación policial.

“Ellos se sirven de su investidura para que los policías se asusten cuando se dan cuenta que cogieron a un pastor, esa investidura es usada para mover el dinero de la banda”, declaró el fiscal.

Gestiones dudosas

En las interceptaciones telefónicas, el pastor Arce quedó comprometido en asuntos sospechosos. Entre ellos, gestiones para adquirir placas diplomáticas (“de las azulitas”) para los carros de su ONG y así poderse movilizar sin problemas; y conversaciones con un sujeto que le pedía prestada una camioneta con los logos de la OPC para transportar oro en Pereira.

“El Obispo” se reunió en Medellín, Montería y Barranquilla con Abimael Coneo (“Torta”), el cabecilla político de la facción (ya capturado), y le brindó asesoría para redactar comunicados en contra de los operativos de la Fuerza Pública.

El 3 de febrero, tras las capturas de Blanca Zenobia, su hermana María Isabel Madrid, el esposo de esta, Orlando Pérez Vergara, y su suegro llamado también Orlando Pérez, el religioso inició labores para apoyar su defensa. La estrategia consistía en afiliarlos de afán a la ONG para presentarlos ante el juzgado como defensores de DD.HH., que se reunían con “urabeños” con el único propósito de lograr su sometimiento a la justicia.

¿Se aprovecharon de la banda?

Según las pesquisas de la Fiscalía, recibió $72 millones para esa labor y conseguirles visas, pero no cumplió el trámite, pues solo afilió a María Isabel y su marido en la ONG, lo que despertó inconformidad en la banda. Para rematar, al parecer no compartió la plata con sus homólogos, lo que indispuso a los pastores Jorge y Argemiro Serna y provocó la renuncia de algunos miembros de la OPC.

El dominicano no quería quedarse atrás y buscó también sus honorarios. “Se aprovechan de la condición de los detenidos. Todos estaban ‘comiendo’, así que el pastor Jorge viaja a Urabá a hablar con la familia de Blanca para buscar su parte y se erige como representante”, contó el fiscal.

La situación obligó al “Obispo” a justificar sus honorarios. Acudió a un investigador del CTI, diciéndole que podía lograr la entrega del capo “Otoniel”, con la condición de que no lo extraditaran y que liberaran a su esposa Blanca; no obstante, ese funcionario carecía de la influencia suficiente para llevar esa propuesta a la Dirección de la Fiscalía.

El 10 de febrero pasado se reunió en Bogotá con la presidenta del Polo Democrático, Clara López, para proponerle que su partido fuera intermediario con el Gobierno en un eventual sometimiento de “los Urabeños”. La dirigente dijo que llegó engañada a la cita, “porque nunca me dijeron que era de esa banda. Cuando lo supe, les dije que no podía interceder y se acabó la reunión”.

LEA AQUÍ: LAS GESTIONES DE “LOS URABEÑOS” CON LAS ALTAS ESFERAS

Ante el estrado del Juzgado Primero Penal Ambulante de Antioquia, Mercedes y Arce aceptaron el cargo de concierto para delinquir. A cambio de reconocer esta culpa, sus defensores lograron que la Fiscalía se abstuviera de imputarles financiación del terrorismo.

Nubia Prada, abogada de Arce, le pidió a la juez que no mandara a su defendido a una cárcel convencional, sino a “un sitio donde su dignidad humana no se vea tan afectada”.

Lo mismo solicitó William Díaz, representante del extranjero, quien sugirió una sede de retiro espiritual para la detención y pidió tener en cuenta que carecía de antecedentes penales y debía responder por dos hijos de 6 y 8 años y su esposa, quienes residen en la provincia de Moca. Al escuchar los nombres de sus parientes, el procesado hundió la cabeza entre sus piernas y lloró.

Las peticiones fueron rechazadas por la juez, quien los envió a la cárcel El Pedregal de Medellín.

Al finalizar la audiencia, antes de ser esposado por la Policía, el obispo Arce se aproximó a este periodista y dijo: “Investigue bien la parte económica de la OPC y mi arraigo en Turbo, para que sepan la verdad. Estoy aceptando los cargos porque es penoso para mis hijos que me vean en la televisión. Por eso lo estoy aceptando, pero fue una labor de derechos humanos que estaba haciendo desde el año pasado”.

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