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La escena suele repetirse con frecuencia: de un vehículo sale humo, el conductor sale despavorido y en cuestión de minutos las llamas consumen la tapicería y tiznan el chasis y las latas. Suenan las sirenas y la conflagración es fácilmente controlada. Solo en Medellín, en lo corrido del año, este incidente ocurrió por lo menos 79 veces.
Detalles más, detalles menos, así pasó dos veces durante las últimas 48 horas en la capital antioqueña con carros que en El Poblado, y a unos cuantos kilómetros de distancia, se consumieron en segundos. ¿Qué tan factible es que un carro se incendie y que se consuma por las llamas?
Para un experto en el sector automotriz, consultado por EL COLOMBIANO, con excepción de los incendios inducidos, la principal causa es la falta de mantenimiento:
Puede pasar cuando el conductor es absolutamente descuidado. Podría fallar una manguera de combustible que llegue al motor y ocasiona un incendio muy localizado pero es un caso extremo donde se ve que el propietario no voltea ni a mirar el vehículo y no lo lleva a los controles de rigor.
(Lea aquí Buseta fue consumida por las llamas en Sabaneta)
Este riesgo es alto en los carros de carburador y sistemas tradicionales de inyección de combustible, por lo general más antiguos de 1998, que lo hacen más propensos porque el mecanismo es más rudimentario.
Dice el experto que es tal la seguridad de los vehículos que tienen menos de 20 años (modelo 98 en adelante) que la mayoría de los casos de incendios que ocurren en la ciudad podría asegurarse que son un recurso de los propietarios para cobrar las pólizas de los seguros:
“La principal causa de los incendios en los vehículos es que sean inducidos. Por diseño son tal vez las máquinas más cuidadas para el tema de incendios porque cargan combustibles. Es muy improbable que producto de una falla mecánica se origine una conflagración grave en el vehículo que termine con su destrucción total de manera espontánea”.
“Así tenga Gas Natural Vehicular, el tipo de combustible no es un factor que haga la diferencia y que lo haga más o menos propenso. Los que trabajan a Diesel, por ejemplo, quedarían excluidos de un incendio espontáneo porque este no es inflamable”, señala.
Jaime Enrique Gómez, director (e) del Dagrd, indicó que las cifras de vehículos incendiados en Medellín son en general bastante parejas. En el último lustro oscilaron siempre entre 160 y 200 casos por año:
“La recomendación principal es tener el equipo de carretera al día y el extintor en regla. Son incendios que dan tiempo de salir a los conductores y los tripulantes y muchas veces cuando el equipo de bomberos llega al sitio la conflagración ya está controlada”, indicó el funcionario quien reportó que en 2017 no hay personas fallecidas por estos casos.