Esa fue la sentencia de Isabel esta semana que me dejo bien impresionado. Repetir las rutinas, ser consistente en el discurso y ser congruente con los actos, va generando en el inconsciente aquellas respuestas que esperamos de nuestros hijos y en este caso en particular en la dieta, entendiéndose por dieta la alimentación que conforma la nutrición de una persona. No creo que alguna vez haya dicho las palabras de “aquí no se come a la carta”. Pero Isabel ya las tiene bien definidas.
Esto no quiere decir que no podamos dar gusto a nuestros hijos en cuanto a sus preferencias gastronómicas, pero también debemos cuidar el presupuesto familiar. No siempre se puede comer fuera de casa en primer lugar. Tampoco podemos preparar una comida diferente para cada miembro de la familia, pues esto consume tiempo y en ocasiones no disponemos de mucho. En tercer lugar tenemos que aprender a valorar los alimentos por lo que son y especialmente en hacer consciente todo el valor que nos brindan. Los alimentos nos ayudan a crecer, son importantes para estar saludables al conferirnos defensas, al igual que nos ayudan a estar bien desde el punto de vista anímico.
Es mas, considero y así se lo manifiesto en consulta a los padres que tienen hijos selectivos para el consumo de alimentos, que siempre debe haber algo que le guste a uno en el plato que se va a comer.
Durante esta semana me enfrente con Isabel porque no quería comer algo del almuerzo. A su vez la abuela me puso al tanto que se estaba tornando un poco selectiva en la alimentación y que estaba manifestando desagrado por las diferentes opciones ofertadas. Me tuve que contener un poco para no tener una reacción explosiva, pues es también una de las recomendaciones para moldear la alimentación. (No sobre reaccionar). Conté con fortuna, pues la mamá de Isabel intercedió y con argumentos y agregando ingredientes que le gustan a Isabel, logró que aceptará el alimento (Otra regla para el escalonamiento de los alimentos), partiendo de la base de un alimento que le gusta. Esto se puede hacer con cualquier tipo de comida, lo importante es hacer una introducción paulatina donde predomine el ingrediente que más le guste y poco a poco se va retirando y cambiando la preparación del alimentos, hasta que sea aceptado.
Es así como se puede decir que aquí no se come a la carta, pero tratamos que todos queden a gusto y satisfechos.