Recientemente se ha popularizado suspender alimentos de la dieta de la mujer lactante e incluso en las embarazadas para prevenir alergias alimentarias en los niños. Esto, en gran parte, relacionado con el diagnóstico cada vez más frecuente de alergias alimentarias en los lactantes. Surge entonces la pregunta acerca de cuál es la práctica que se debe realizar en este sentido. Qué tanto se puede evitar la aparición de alergias o como podemos prevenirlas.
Ya anteriormente hemos podido constatar que todos los alimentos que consume la madre afectan el sabor y la composición de la leche, por lo que potencialmente se puede generar una alergia. Para que aparezca una alergia, el organismo debe exponerse al elemento que ocasiona la misma. En ese orden de ideas uno podría decir que: el no consumir alimentos alergénicos previene las alergias. Siendo así y teniendo en cuenta los principales alimentos involucrados en esta condición, se debería eliminar la leche, soya, fresas, huevo, nueces, pescado y mariscos que son conocidos como los principales alimentos que producen alergias. Si se toma esta alternativa, la madre lactante se tendría que privar de todos estos alimentos, lo que haría un poco complicado organizar una dieta, pues varios de ellos aparecen en la alimentación diaria.
Considero entonces que es difícil prevenir la aparición de alergias alimentarias y que la práctica de eliminar alimentos de la dieta no es efectiva para tal propósito mientras no exista una justificación para hacerlo. Las alergias se pueden evitar de acuerdo a la historia familiar. Es decir, si uno de los padres o ambos son alérgicos, se debe retardar un poco la introducción de alimentos que puedan ocasionar alergias en particular los antes mencionados conocidos como los Big 7 o grandes 7. Tampoco creo que se debe llegar al extremo contrario de dar todo tipo de alimentos a los niños incluso lactantes, pues el sistema digestivo requiere un proceso de maduración para soportar todos los tipos de comida. Fisiológica y genéticamente estamos diseñados para recibir lactancia en nuestros primeros meses de vida, y en particular leche materna.
Cuando se dan los casos de alergia ya establecida y documentada, es decir, que tengamos pruebas clínicas que confirmen esta situación, si debemos suspender el alimento que esta produciendo esta respuesta del organismo. En la mayoría de las ocasiones no es posible hacer pruebas de laboratorio o test de alergias, por lo que se debe hacer la prueba de ensayo respuesta. Esto es, retirar el alimento del cual sospechamos de la dieta de la madre y esperar que esto mejore la condición del bebé.
Por último tenemos que tener en cuenta que es la lactancia materna el mejor protector contra todo tipo de alergias, incluyendo las alimentarias.