Se acaban las vacaciones y comienza de nuevo el año escolar. El gran dolo r de cabeza para los padres que tenemos nuestros hijos en el colegio, es definir la lonchera escolar. Cada año por esta época y al inicio de los calendarios escolares, aparecen siempre los artículos sobre la lonchera saludable y cuáles son las alternativas que disponen los padres para la preparación de la comida para llevar a la escuela.
Existen varios modelos como son los ofertados por los restaurantes escolares donde suponemos que hay una oferta adecuada. Estas minutas están orientadas por personal calificado en el área de la nutrición. El problema puede surgir cuando hay necesidades particulares de los niños como es el caso de condiciones de salud específicas donde se deba hacer control de la ingesta de alimentos o de particularidades de la dieta que se deban cumplir.
En las entidades oficiales también existen minutas, pero estas parten de la base de carencias nutricionales en la mayoría de los casos y los niños con situaciones particulares tampoco se podrían ver beneficiados de estos programas.
Están también los padres que quieren diseñar las loncheras de sus hijos y se enfrentan al dilema de proporcionar una alimentación balanceada. Quieren que los productos sean naturales, que se garantice el consumo por parte de los niños, que cumplan con las necesidades nutricionales de los pequeños y que sea económico. En realidad no es muy complicado cumplir con estos requisitos aunque creamos lo contrario.
Aquí llegamos entonces a las recomendaciones de cada año. Incluir una fruta, agua y una proteína como leche y/o derivado lácteo. No debemos avergonzarnos por incluir productos procesados como galletas o en general un producto de paquete, pues en última instancia estos nos facilitan el diseño de la lonchera y el cumplimiento de todos los requisitos antes mencionados.
Los excesos son extremos y debemos buscar el equilibrio. No todo tiene que ser natural ni tampoco ultra procesado. Tenemos que encontrar el punto medio que nos brinde las mejores opciones.
En realidad no es complicado ni exigente el diseño de la lonchera escolar, solo buscar el sentido común, brindar los nutrientes necesarios para un desarrollo adecuado de los pequeños y que sea de su gusto.