La SUV más vendida de la marca afincada en Ingolstadt (1.6 millones de unidades entre 2009 y 2017) muestra ahora su segunda generación tras casi nueve años en el mercado. Se trata de una mejora al diseño inicial y no un cambio rotundo, como suele suceder en Audi y en general en el Grupo VAG, donde sus modelos van sufriendo modificaciones no muy notorias a lo largo de los años sin perder el toque vanguardista y tecnológico que exige el cliente objetivo de esta marca, no tan conservador como el de Mercedes-Benz ni tan racing como el de BMW o Porsche o tan serio como el de Volvo.
La mayor diferencia con el modelo al que remplaza es que está construida sobre una nueva plataforma (MLB), además la longitud de la carrocería ha crecido 34 mm, el ancho 13 mm, alto 6 mm y la distancia entre ejes creció 12 mm. El maletero acomoda ahora 550 litros (+10) y 1550 con los asientos traseros abatidos. Audi dice que la cabina también es más silenciosa. La altura al suelo es de 208 mm y es 20 kg, más liviana.
Fabricada en la nueva planta de 460 hectáreas que tiene Audi en San José Chiapa, México, la más moderna de Latinoamérica y donde se arman 150.000 Q5 anualmente para todo el mundo, esta camioneta muestra unas líneas más alargadas con voladizos cortos y la nueva parrilla frontal denominada singleframe 3D en aluminio. El techo tiene una caída sutil tipo coupé. Los faros delanteros son LED y con indicadores traseros de cambio de carril dinámicos.
El interior es completamente nuevo. El tablero, orientado hacia el conductor, cuenta con un diseño horizontal e inserciones 3D con incrustaciones en aluminio en las salidas de aire y climatizador automático de tres zonas. El volante en cuero es multifuncional, el cuadro central de instrumentos es digital, los asientos también son en piel (los delanteros con reglajes eléctricos). La iluminación ambiental es LED, el sistema de sonido Audi tiene 10 altavoces con subwoofer y 180w de potencia. El techo panorámico es de serie y la pantalla central tiene 8.3 pulgadas en color, con la cual es posible realizar ajustes del vehículo, acceder al equipo de sonido con lectores para tarjetas SD, XC y tomas USB y AUX, accionar el sistema manos libres, maniobrar el GPS y programar aplicaciones a través de la interfaz con el teléfono inteligente.
Hay un nuevo sistema de transmisión llamado Quattro Ultra, que según la marca, es capaz de conectar y desconectar automáticamente en milésimas de segundo la tracción trasera para tener una mejor eficiencia. Para la conducción, el Audi Drive Select tiene seis modos de manejo: Offroad, Efficiency, Confort, Auto, Dynamic e Individual que modifican el comportamiento de la suspensión, la caja de cambios y la dirección.
Mecánicamente, esta Q5 llega en una única versión que cuenta con un 2 litros TFSI de 252 caballos y 370 Nm gestionados por una caja S tronic con levas en el volante y que la llevan a 100 km/h en 6,3 segundos. En el apartado de seguridad, hay un sistema de frenos de doble circuito, bloqueo electrónico del diferencial EDS, programa electrónico de estabilidad ESC, antibloqueo ABS que distribuye electrónicamente la fuerza de frenado EBV, anclajes Isofix y seis airbags.
La Audi Q5 2.0T quattro en acabado Ambition está disponible en el país por $179,900,000