En 1984 BMW se inventó una nueva categoría en el mundo del automóvil: La de los sedanes de prestaciones deportivas. Gracias a su división Motorsport logró convertir un tranquilo Serie 5 en todo un ejemplo de deportividad máxima con 4 puertas y perfecta comodidad para el disfrute de varios pasajeros. Desde entonces la teoría no ha hecho más que evolucionar y hoy en día y tras 5 generaciones, el M5 sigue siendo un referente en la industria a la hora de buscar deportivos para 4. Esta, es la historia.
Todo comienza en 1978, cuando es presentado el legendario M1, primer supercar en la historia de la marca de Baviera. Este automóvil, producido en series limitadas durante tres años y de los cuales hay un par de ejemplares en el país, donó su planta motriz para el proyecto M5. Se trataba del 6 cilindros en línea de 3.5 litros y 24 válvulas que también se usaba en el coupé M635CSi presentado en el Salón de Frankfurt 1983. Este propulsor generaba 286 caballos, de hecho, 9 más que el M1 original. El Serie 6 compartía plataforma con el Serie 5, así que no fue problema trasplantar el bloque motriz al sedán ejecutivo.
Tras un año de trabajos y desarrollos, la presentación del nuevo carro tuvo lugar en el verano de 1985. El M5 superaba entonces al M535i de 218 caballos. Para diferenciarlo de los demás modelos de la serie, el M5 tenía elementos aerodinámicos y nuevas ruedas, rines y por supuesto, la identificación característica en la parrilla del radiador.
El M5 E28 hacía el 0 a 100 en 6.5 segundos y alcanzaba 245 km/h, cifras astronómicas hace 3 décadas. Suspensión deportiva, bloqueo de diferencial y frenos con 4 discos sobredimensionados en llantas Michelin TRX 220/55 VR 390 completaban el paquete.
Al final de 1987 cuando cesó la producción, se habían construido poco más de 2.200 ejemplares.
1988: Segundo tiempo
La segunda generación del M5 vio la luz en agosto de 1988 con 315 caballos en su desarrollado propulsor de 6 cilindros y 3.5 litros. 0 a 100 en 6.3 segundos y velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h. Logos, altura sobre el piso rebajada, exhostos diferenciados, cojinería deportiva y rines de 17 pulgadas marcaban a este modelo.
A finales de 1991 y tras 8.079 ejemplares construidos, el M5 tuvo una mejora en su motor, que ahora tenía 3.8 litros con 340 caballos y rebajaba el 0 a 100 en 5.9 segundos. Tenía una suspensión adaptativa M con control electrónico de estabilidad y como opción, el “Nürburgring suspension package” con llantas 255/40 atrás y dirección Servotronic.
En esa época se introduce el BMW M5 Touring y en 1994 se propone la caja manual de 6 velocidades. En 1995, cuando finalizó la producción, cerca de 12 mil ejemplares del M5 E34 se habían construido, incluyendo 900 Touring.
1998: Adiós al 6 cilindros.
En otoño de 1998 y tras tres años de vigilia, la tercera generación del M5 sale al mercado. Luciendo bajo el capó un nuevo propulsor V8 de 4.9 litros al que le sacaban 400 caballos. Con espejos de nuevo diseño y 4 exhostos, este M5 se diferenciaba así del resto de la serie.
Este motor incorporaba lo más novedoso en tecnología disponible hasta el momento: Sistema doble VANOS, compensadores hidráulicos de válvulas y un sistema de lubricación exclusivo. El 0 a 100 se situaba ahora en 5.3 segundos y el torque subía a 500 Nm, que lo podía hacer llegar de 80 a 120 km/h en 4.8 segundos en cuarta velocidad.
Para la primavera de 2003, 20.500 clientes disfrutaban ya de su M5 E39, convirtiéndola en la serie del M5 más vendida de la historia.
2005: Llega el V10
La cuarta encarnación del M5 presentaba un motor de 10 cilindros y 5 litros de desplazamiento que producía 507 caballos y 520 Nm de torque. La máquina más poderosa en la historia de BMW hasta entonces. Con 100 caballos por litro, básicamente este era un motor de competición. Obtuvo el premio a “Motor Del Año” en 2005 y 2006, dos años consecutivos por primera vez en la historia del galardón, mientras en 2007 y 2008 ganó en la categoría “Más de 4 litros”.
Este V10 estaba acoplado a una caja secuencial M de 7 velocidades, el 0 a 100 ya iba por los 4.7 segundos y el 0 a 200 en 15. Nuevamente se ofreció la versión Touring de la cual se hicieron 1.025 unidades que se suman a las 20.548 del sedán, estableciendo una nueva marca en las ventas del modelo.
2011: Vuelve el V8.
El actual M5 solo está disponible en la versión sedán y de nuevo con el motor V8, ahora con la tecnología M TwinPower Turbo, que le proporciona 560 caballos al motor de 4.4 litros en conjunto con la caja de doble embrague y 7 velocidades. La suspensión y la puesta a punto del chasis es exclusiva de este modelo.
En 2013 se hace una actualización de la gama y el M5 gana 15 caballos con el Competition Performance Package. El 0 a 100 se sitúa en 4.3 segundos y la velocidad máxima puede alcanzar los 305 km/h con el M Driver´s Package. Los frenos son carboceramicos en opción.
La cereza al pastel corre ahora por cuenta del M5 30 Jahre M5, una edición limitada de 300 ejemplares con el motor de 600 caballos y 700 Nm de torque, el automóvil más poderoso que se haya hecho en Münich.
0 a 100 en 3.9 segundos para este V8 4.4 TwinPower Turbo que pone en alto el estandarte del M5 en sus 30 años, esperando que la serie continúe mucho más ofreciendo prestaciones de primer nivel en un empaque de sedan ejecutivo, un invento que muchos han copiado, pero el primero es el primero, el BMW M5.