En el salón de Amsterdam de 1948 debutaba el primer todoterreno comercial construido en Europa, se trataba del Land Rover Serie I, armado en la planta de Solihull, Inglaterra. Esta sería la génesis de una serie de referencias 4×4 reconocidas en todo el mundo por sus capacidades y rendimiento. A continuación, ocho hechos interesantes de la historia de éxito de la marca británica.
Poco a poco se va extinguiendo la luz de Lancia, una emblemática marca italiana que alguna vez se vendió en Colombia y que los iniciados en el tema del automovilismo recuerdan por su participación en el Mundial de Rally, por sus impactantes diseños entre los años 50 y 80 y por las prestaciones de algunos de sus principales modelos, una síntesis entre belleza y rendimiento que muy pocos fabricantes generalistas han sabido igualar. Hoy en día, Lancia yace en la trastienda del Grupo FCA, fabricando un solo modelo, el Ypsilon, de venta exclusiva en italia y bajo el rótulo de “fashion city car”, que poca justicia le hace a un nombre que fue deseado por generaciones en todo el mundo durante el siglo 20.
El siglo 21 toca las puertas de la fábrica en Maranello. Nuevos retos para satisfacer a un público más entusiasta y adinerado. Los niveles de producción van en aumento pues la demanda desde mercados en crecimiento como el Medio Oriente, China y los nuevos ejecutivos de internet en Silicon Valley comienzan a mover la registradora. Todo parecen ser risas y ríos de leche y miel en la compañía dirigida ahora por Luca Cordero di Montezemolo, antiguo colaborador de Enzo Ferrari. La Scudería gana todo lo que encuentra en manos del Kaiser Michael Schumacher y ya es hora de un nuevo y poderoso supercar.
En 1986 a Enzo Ferrari le quedaban dos años de vida, y la fábrica que él fundó pronto cumpliría 40. Para celebrar este aniversario y sabiendo que el fin estaba cerca, Il Commendatore quiso dejar su legado, su conocimiento y su experticia en un superdeportivo nunca antes visto, un antes y un después del automóvil de ensueño. Con las fuerzas que le quedaban, soltó esta sentencia lapidaria: Nuestros clientes se quejan de que nos hemos ablandado, de que producimos coches demasiado confortables. Precisamos de un auto para los más entusiastas, los que sólo demandan prestaciones puras, no un laboratorio para el futuro, no un carro que parezca de Star Wars. Me da igual si los paneles de su carrocería están mal ajustados y tienen grandes huecos. Quiero que su conductor pise el acelerador a fondo y se cague en sus pantalones”. El equipo de Maranello, a la cabeza de Nicola Materazzi en el apartado mecánico y Leonardo Fioravanti en el diseño, se inventó entonces el F40.
Comienzan los inciertos años 70 y Enzo Ferrari ha aprendido una lección: lo que antes era un mandamiento indisoluble, hoy podría estar revaluado. Él, terco defensor del motor delantero en las pistas y carreteras, ve como poco a poco tiene que recular y entregarse a la tendencia que han impuesto sus competidores, primero los ingleses en los circuitos y luego su némesis en las calles: Lamborghini. Una vez salido el Dino 246 GT como modelo de entrada y competidor del Porsche 911, el motor central es el distintivo de los ahora denominados superdeportivos. El Miura, de la marca del toro, se roba todos los reflectores en los salones del automóvil. Hay que responder y de la mejor manera . Pero eso, toma un buen tiempo.
1962, un año de contrastes. A sus 64 años, Enzo Ferrari manejaba con puño de hierro la compañía que había fundado 15 años antes. Sus decisiones no siempre caían de la mejor manera entre su equipo de trabajo y es en este año cuando comienza una nueva era, llena de altibajos pero con mucha pasión, como todo lo que tiene que ver con la marca de Maranello.
Enzo Anselmo Ferrari (1898-1988) nunca tuvo la valentía suficiente para ser un buen corredor de autos. En su época, se necesitaba de una sangre especial para arriesgar al vida en cada curva, en cada recta, sin apenas medidas de seguridad a excepción de un rudimentario casco y unas gafas para no empañar la visión , además de sus habilidades al volante. Al nacido en Modena lo que le interesaba verdaderamente era aprender todos los secretos mecánicos de las máquinas que impulsaban esos bólidos y así lo hizo, cuando a los 23 años entró a Alfa Romeo como mecánico probador y en media década ya era el jefe preparador de la escudería que reinó en las pistas con los mejores pilotos y técnicos de los años 20. Pero vendrían otros tiempos, otras guerras y movimientos que lo llevarían a fundar, hace 70 años y muy a su pesar, la fábrica de automóviles más carismática de todos los tiempos. Esta es esa historia.
Hace más o menos un mes me llegó un mensaje de un gran amigo con quien desde hace unos 12 años comparto esta enfermedad por los carros. Porque no es pasión, es una enfermedad, al punto de que nuestras vidas “adultas” giran alrededor de esto. A continuación, lo que felizmente después sucedió.
Texto: Manuel Fernández Jaramillo*
Fotos: Manuel Fernández / Daniel Gómez
El jueves primero de diciembre de 1914, con Europa en guerra y unas perspectivas no muy halagadoras económica y socialmentemente hablando, un joven mecánico y aficionado a las carreras de automóviles abría en la ciudad de Bologna, en la Emilia-Romagna italiana, un pequeño taller de reparaciones y preparaciones para competencias a motor. Se llamaba Alfieri Maserati, tenía 26 años, era hijo de Rodolfo y Carolina, su hermano mayor, Carlo, ya había diseñado algunos motores monocilíndricos y se especializaba en la atención de motores Isotta-Fraschini, marca ya desaparecida pero que en ese entonces dominaba gran parte de la competición en la zona europea y que los hermanos Maserati ya habían pilotado en diversas competencias. Alfieri pasaría doce años en esas junto con sus seis hermanos hasta que en 1926 el primer Maserati con el logo del tridente de Neptuno, monumento tradicional de la Piazza Maggiore de su ciudad, pisó las calles bolognesas. Pasen a conocer entonces, la historia de una de las marcas con mayor palmarés en los deportes a motor. Antes que Ferrari, antes que Lamborghini, antes que Audi y Porsche, Maserati exisitió y dominó los podios sobre la faz de la tierra.
Ah, el mágico e inalcanzable mundo de las subastas, donde el Olimpo automotriz tiene su cita con rarezas inverosímiles y ejemplares únicos que solo ven la luz pública en estas febriles ocasiones. Es en estas reuniones donde el dinero hace cambiar de manos con facilidad (y felicidad) pasmosa a verdaderos pesos pesados de la historia en 4 ruedas, casi todos provenientes de la casa fundada por Il Commendatore, Enzo Ferrari. Hoy los invitamos a dar un repaso a los modelos por los que más se ha pagado en estas pujas, que sin duda alguna, lo dejan a uno a punto de pensar en que muchos de estos coleccionistas verdaderamente están locos…de remate.