Entrevista Mercedes-Benz SLS AMG: Alcanzar una estrella

“Soy la suma de 125 años de experiencia. Aquí me ves, materializando el sueño de mi padre. Soy su hijo muy amado”. Algo insolente de entrada, un Mercedes-Benz SLS AMG en plata alubeam llegó en su gira a Medellín, buscando un garaje a la altura de su abolengo. Mientras lo encuentra, bueno es que converse un rato con este Blogaraje.

Con sus puertas abiertas, como mostrando de una vez sus intenciones en el camino, el SLS nos recibió en la vitrina de Alemautos en Medellín, donde hace escala en su recorrido por los principales concesionarios del país, exhibido como una joya en busca de unas manos que lo sepan llevar. Ya habíamos tenido un primer acercamiento con él en el Salón Internacional del Automóvil en Bogotá, pero fue muy rápido, en medio de las luces y el asombro de cientos de miradas que nos cohibieron un poco para sostener una conversación fluída. Ahora, lo tenemos para nosotros un buen rato, con nuestras pupilas dilatadas gracias al sistema límbico del cerebro y esto quiso contarnos.

“Nací leyenda. Soy la evolución del automóvil, como lo fue mi padre hace casi 60 años”. Se refiere al 300SL Gullwing, el primer super deportivo de la historia y hoy en día objeto de culto, con un precio incluso superior al de nuestro altivo entrevistado, pero no queremos perturbarlo con nuestra idea, así que continuemos.

“Tengo el motor atmosférico más potente del mundo, no necesito turbocargadores, supercargadores ni hormonas extra para brillar sobre el asfalto…¿sabes por qué te digo lo de brillar, no?. !Las flechas de plata!, je,je,je”, bromea con su carcajada teutona. Creo que sus puertas incluso se sacuden un poco al carraspear esto. En efecto, su propulsor de 8 cilindros en V de 6.3 litros logra extraer 571 caballos y hacer el 0 a 100 en 3.8 segundos con solo mezclar aire y gasolina.

“Soy digno hijo de mi padre, solo mírame la estampa, una perfecta evolución intemporal, el capó extralargo, cabina en posiciòn retrasada, zaga descendente, carrocería de aluminio, sistema multimedia de última generación… lo principal en un superdeportivo de la era moderna con un toque artesanal del siglo 21″, asesta el SLS ya entrado en confianza. “Además, llevo el apellido AMG, que no es poco, se trata del más afamado preparador de la marca, un forjador de campeones, vamos”. Si, AMG lleva 44 años como preparador de Mercedes-Benz, hormonando sus vehículos de calle, conviertiéndolos en poderosas máquinas de estupendas prestaciones a gusto y capricho de cada cliente. Tienen el principio “un hombre, un motor”, cada propulsor se le asigna a un técnico que realiza y asume la responsabilidad en todos los pasos, desde montar el cigüeñal hasta tender el cableado y llenar el motor con aceite, así lo garantiza con su nombre y firma en la placa incorporada en el propio corazón de cada producto AMG.

“Yo no he tolerado compromisos, ni siquiera cuando solo existía en la mente de los ingenieros y diseñadores. La unica pauta a seguir en mi concepción, de 37 meses,  era dejar volar la imaginación…si, ya lo se, mis puertas cautivan de entrada, son mi efecto diferenciador , como las piernas de una bella mujer. Son como un toque aeronáutico, una invitación a volar”, se pone poético el de Stuttgart. “Usar la palabra automóvil en mí se queda corto, ¿no crees?”, apunta socarronamente, mientras trato de no perder la compostura, un poco empalagado por sus pretenciosas declaraciones (aunque llenas de verdad) .

Imaginate..¿Juan es que es tu nombre?…bueh, en fin, imagínate que en mí, tienes la sensación de viajar en un bólido de carreras, pero con portavasos llenos de adrenalina, testosterona y con climatización automática”. Un inevitable cosquilleo en la boca del estómago es interrumpido por “además, no tienes tiempo de parpadear, muchacho. Mis siete cambios AMG Speedshift con funcion Race Start tardan menos de 100 milésimas de segundo en acoplar las marchas sin interrumpir las fuerzas de tracción, un alerón trasero se despliega a los 120 km/h, algo usual en mí, ah ja,ja,ja”, una de sus puertas me golpea la espalda, “para asegurar suficiente carga aerodinámica y escapar de los fisgones, je,je,je”, tose el Mercedes.

Mientras recupera el habla, subo a su habitáculo. Cuero napa cosido a mano, metal macizo, carbono auténtico, el estuche más rápido de Alemania. “Mira el detalle de la barra de cambios E-Select, parece el acelerador de un avión, porque aquí no eres un conductor, niño, !eres un piloto!, grita, evocando los ases de la Luftwaffe.

“Pruébame, dijo el veneno, jo,jo,jo…vamos, !enciéndeme!” Ante esa orden, oprimo el botón rojo a la felicidad, un ronroneo inunda el lugar, un bufido y un rugir in crescendo en la medida en que aprieto el pedal que separa la tierra del cielo. El sonido es el característico de un V8, un carraspeo como de queja que  a su vez intimida. si prefieres otro sonido, tengo un Bang & Olufsen BeoSound AMG con 11 altavoces, sistema surround y 1.000 vatios para que la música te acompañe a 317 km/h”.


Esta conversación va llegando a su fin. Mientras hacía las fotos y hablaba con mi nuevo mejor amigo, su atrayente personalidad fue reuniendo más y más curiosos a su alrededor. No todos los días se tiene, por estas tierras, la visita de una rutilante estrella de este calibre. Mientras me alejo, le pregunto a manera de despedida:

-Sácame de una duda: ¿En el comercial en el que apareces con Michael Schumacher, si pasa en realidad lo que pasa?

-“Calla niño, calla. Eso sería como revelar la verdadera identidad de Santa Claus, jo,jo,jo”. Pica una luz frontal  y se deja acariciar, como una fiera en reposo, por las asombradas manos de quienes sueñan, como yo.

Subir y arrancar Trato de hacer memoria y acordarme del primer momento en que un carro me llamó la atención más de lo normal y siempre me remito a unas viejas fotos de mi primer cumpleaños. Allí aparezco al lado de un flamante Ford Galaxie 500 adscrito al cuerpo de bomberos de alguna ciudad norteamericana. Posteriormente, mis padres continuaron regalándome autos en mis cumpleaños. Conservo también una fotografía con un pastel hermosamente decorado y un VW Beetle rojo que yo miraba con asombro. Vinieron luego los maravillosos Matchbox 1/64 y algunos coches de carreras que funcionaban con gasolina ¡de avión! Y que mis primos mayores gozaron a placer mientras el ruido ensordecedor que producían, me causaba genuino terror. Un tío fue quien acolitó (al fin y al cabo es sacerdote) mi primera “manejada” en su viejo Jeep Willys MB, con el que dábamos la vuelta a la manzana. El controlaba la pedalería y los cambios, mientras yo trataba de girar el pesado volante. Mis otros tíos me mantenían al tanto del mercado automotor, pues en los viajes y paseos me preguntaban por las marcas y modelos de todos los carros que veíamos, hasta que me los aprendí todos. De los “de verdad” recuerdo el Zastava 1500 amarillo de mi tío Aquiles, auto al que cariñosamente apodaban “el maracuyá” y que compraron el mismo año en el que nací. Cuando lo vendieron, casi no me cuentan pues temían mi tristeza al saberlo y pues, la verdad, no los defraudé. Llegó la época de las revistas, los catálogos, los libros y cuanta publicación sobre autos existiera. Pasaba tardes y noches devorándolas ansiosamente, aprendiéndome de memoria fichas técnicas, modelos, características y los datos más precisos de cada ejemplar. Eso sí de mecánica, nada. Me embiste un dulceabrigo y cualquier tornillo en un motor significa para mi, poco menos que magia negra Mi profesión de periodista me ha permitido experiencias inolvidables con los carros, dirigir algunos programas sobre el tema, cubrir las ferias, participar en encuentros, desfiles y ser testigo desde esta óptica del crecimiento y las contracciones del mercado, probar algunos modelos y conocer personajes que me han honrado con su invaluable amistad y sabiduría infinita. Con el advenimiento de internet y la televisión internacional, el aprendizaje se expandió a niveles insospechados. Ahora era posible explorar más allá y en tiempo real, lo que estaba sucediendo en el mercado automotor mundial. Participar en chats, foros y páginas se convirtió en la principal fuente de conocimiento y en un segundo aire para esta afición. Gracias entonces a la red mundial y a la magnífica herramienta que proporcionan los blogs, y, por supuesto, a la gentil complicidad del equipo de Medios Electrónicos de EL COLOMBIANO y su editor general, Fernando Quijano, que avaló esta propuesta, es que hoy puedo compartir con ustedes este rincón minúsculo del ciberespacio, en donde la idea es compartir experiencias y conocimientos, retroalimentarnos con las noticias que produce este dinámico sector, enterarnos de las novedades más recientes y, sobre todo, divertirnos con una pasión que va más allá de conducir y maravillarnos con el invento más sensacional de la historia. Se trata entonces de abrir el blogaraje y dejar salir la imaginación con el placer que produce ver estas hermosas piezas en acción, que nos roban suspiros y nos producen un constante hormigueo que solo los aficionados a los carros entendemos, compartimos y acolitamos (como mi tio el cura). Bienvenidos, súban, abròchense y disfruten el viaje.

8 comments

  1. Steve   •  

    Excelente articulo!!! Yo también soy de los que cree que los autos tienen alma y vida propia!!! Y este en especial!!! Sin palabras!!! Me lo imagino como la chica del vestido rojo de Matrix(http://i25.photobucket.com/albums/c98/kmblog/200904/20090412g.jpg)!!!! Sobresale entre los demás por su estampa, por su sonido, por su velocidad… Y por mil cosas mas!!! Excelente!!!

  2. Bono   •  

    Clap clap clap… Excelente el artículo y las fotos!!!

  3. juan carlos bernier   •  

    buenas noches juan guillermo, en cuanto esta vendiendo la mercedes esta belleza de carro. saludos

  4. Blogaraje Blogaraje   •     Autor

    US$415.000

  5. David Ruiz   •  

    Gran nota, muy creativa… Ojala se quede por acá en Medellín para verlo de vez en cuando. Hermoso ese auto!

  6. Caescobar   •  

    Juan, te fajaste con esta nota….felicitaciones.
    Y ni hablar del protagonista, es…lo mas cercano a la excelencia automotriz, los ferraris si….muy llamativos…pero este artilugio aleman logró conjugar las prestaciones de Maranello con el confort y la comodidad del Quenn Elizabeth….

    Excelente nota.

    Saludos

  7. Violeta   •  

    Me encanta leerte, esta vez era como si escuchara mi propia mente. Sabes relatar muy bien lo que se siente cuando se ama un auto y de acuerdo con Steve, “tienen alma y vida propia”

  8. Darius   •  

    Felicitaciones, Genial el articulo

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