Peugeot vuelve al segmento A del mercado con el 107

Visto ya a manera de exhibición en el Salón Internacional del Automóvil de Bogotá el año anterior, Praco Didacol se decide a traer directamente desde la planta de Peugeot / Citroën / Toyota  en Kolín,  República Checa, el pequeño 107, puerta de entrada a la marca después de la desaparición tempranera del 1007, un particular modelo que no tuvo la acogida esperada en los mercados donde se comercializó.

Algunos suspicaces dirán “pero si este carro yo lo he visto, ¿es una copia del BYD F-Zero?”. Pues no, el F-Zero, que casualmente también importa Praco Didacol, es copia del 107, que a su vez comparte diseño y plataforma con el Citroën C1 y el Toyota Aygo. Digamos entonces, como es natural con todos los productos que vienen de China, que el europeo es el original y el asiático la versión low cost.

El 107, como todos los productos de la casa francesa, se precia de tener un diseño vistoso,  pleno de clase, práctico y moderno. Tiene 3,43 mts. de longitud, lo cual lo ubica en el nivel de un Renault Twingo, Kia Picanto Ion, Hyundai i10, Chevrolet Spark GT y demás competidores del segmento A.

Tiene 5 puertas, el vidrio trasero abre independientemente,  lleva ruedas de 14 pulgadas y un motor de tres cilindros y un litro con 68 caballos, acoplado a una caja manual de 5 velocidades. El torque es de 9.5 Kg / m.

Como particularidad, las ventanas traseras no bajan sino que basculan, al estilo coupé. Una de las bazas fundamentales de este Peugeot es su consumo, pues el fabricante anuncia que con esta motorización es posible lograr hasta 70 km / galón en carretera y más de 60 en ciudad.

La otra gran diferencia es que es el primer modelo de este tamaño y con origen diferente a China, en introducir el equipo básico de seguridad activa y pasiva, o sea que tiene doble airbag y frenos ABS de serie. La dirección es asistida eléctricamente y tiene radio con CD y entradas auxiliares para iPod.

El precio anunciado para el 107 es de 33,9 millones de pesos en la red Peugeot del país.

Subir y arrancar Trato de hacer memoria y acordarme del primer momento en que un carro me llamó la atención más de lo normal y siempre me remito a unas viejas fotos de mi primer cumpleaños. Allí aparezco al lado de un flamante Ford Galaxie 500 adscrito al cuerpo de bomberos de alguna ciudad norteamericana. Posteriormente, mis padres continuaron regalándome autos en mis cumpleaños. Conservo también una fotografía con un pastel hermosamente decorado y un VW Beetle rojo que yo miraba con asombro. Vinieron luego los maravillosos Matchbox 1/64 y algunos coches de carreras que funcionaban con gasolina ¡de avión! Y que mis primos mayores gozaron a placer mientras el ruido ensordecedor que producían, me causaba genuino terror. Un tío fue quien acolitó (al fin y al cabo es sacerdote) mi primera “manejada” en su viejo Jeep Willys MB, con el que dábamos la vuelta a la manzana. El controlaba la pedalería y los cambios, mientras yo trataba de girar el pesado volante. Mis otros tíos me mantenían al tanto del mercado automotor, pues en los viajes y paseos me preguntaban por las marcas y modelos de todos los carros que veíamos, hasta que me los aprendí todos. De los “de verdad” recuerdo el Zastava 1500 amarillo de mi tío Aquiles, auto al que cariñosamente apodaban “el maracuyá” y que compraron el mismo año en el que nací. Cuando lo vendieron, casi no me cuentan pues temían mi tristeza al saberlo y pues, la verdad, no los defraudé. Llegó la época de las revistas, los catálogos, los libros y cuanta publicación sobre autos existiera. Pasaba tardes y noches devorándolas ansiosamente, aprendiéndome de memoria fichas técnicas, modelos, características y los datos más precisos de cada ejemplar. Eso sí de mecánica, nada. Me embiste un dulceabrigo y cualquier tornillo en un motor significa para mi, poco menos que magia negra Mi profesión de periodista me ha permitido experiencias inolvidables con los carros, dirigir algunos programas sobre el tema, cubrir las ferias, participar en encuentros, desfiles y ser testigo desde esta óptica del crecimiento y las contracciones del mercado, probar algunos modelos y conocer personajes que me han honrado con su invaluable amistad y sabiduría infinita. Con el advenimiento de internet y la televisión internacional, el aprendizaje se expandió a niveles insospechados. Ahora era posible explorar más allá y en tiempo real, lo que estaba sucediendo en el mercado automotor mundial. Participar en chats, foros y páginas se convirtió en la principal fuente de conocimiento y en un segundo aire para esta afición. Gracias entonces a la red mundial y a la magnífica herramienta que proporcionan los blogs, y, por supuesto, a la gentil complicidad del equipo de Medios Electrónicos de EL COLOMBIANO y su editor general, Fernando Quijano, que avaló esta propuesta, es que hoy puedo compartir con ustedes este rincón minúsculo del ciberespacio, en donde la idea es compartir experiencias y conocimientos, retroalimentarnos con las noticias que produce este dinámico sector, enterarnos de las novedades más recientes y, sobre todo, divertirnos con una pasión que va más allá de conducir y maravillarnos con el invento más sensacional de la historia. Se trata entonces de abrir el blogaraje y dejar salir la imaginación con el placer que produce ver estas hermosas piezas en acción, que nos roban suspiros y nos producen un constante hormigueo que solo los aficionados a los carros entendemos, compartimos y acolitamos (como mi tio el cura). Bienvenidos, súban, abròchense y disfruten el viaje.

2 comments

  1. jamb   •  

    alguna noticia sobre si el hyundai veloster llegara al pais?

  2. David Ruiz   •  

    Esta bien coqueto el carrito y es bueno que tenga 5 puertas, mas comodos… Lastima el precio, esta muy por encima de el resto de automoviles del segmento.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>