En la mitad de su vida comercial, el Mercedes-Benz con la carrocería W205 recibe una dosis de modernismo, materializado en actualizaciones tecnológicas que elevan su nivel al de algunos de sus hermanos mayores. La digitalización, las asistencias a la conducción y la conectividad están ahora al orden del día, como es la norma en los tiempos que corren. También hay cambios estéticos como los nuevos paragolpes y luces, sin duda el punto que más llama la atención al mirar este carro y un matiz que lo diferencia sustancialmente del modelo anterior. Probamos la única versión que hasta el momento llega a Colombia, el C180 con el nivel de equipamiento Avantgarde, que se distingue por la parrilla frontal enmarcada por el grafismo de la estrella sobredimensionado.
El C180 es el escalón de acceso a la Clase C, una de las más tradicionales de la marca, como quiera que está en su portafolio desde 1982 cuando el 190 W201 llegó al mercado. Se trata de un sedán del segmento D cuya carrocería de quinta generación (W205) está en vitrina desde 2014. Sus principales competidores son el BMW Serie 3, el Audi A4, el Volvo S60 y el Jaguar XE. Este C180 lleva un motor de 156 caballos que lo hace muy manejable en ciudad y en tramos no muy exigentes de carretera. Para gran fondo o conducción deportiva tal vez no es el más adecuado pues acusa cierto agotamiento a la hora de exigencias profundas. Hay que entender que este es un tranquilo sedan familiar sin mayores vocaciones racing, aunque el motor con sobrealimentación es suficiente para ciertas alegrías cotidianas gracias a su respuesta.
Adentro
Me pareció muy cómodo en su interior, tal vez más que un BMW Serie 3 pero no tanto como un Audi A4, que para mí es la referencia en el segmento para este apartado. Como dato curioso, los asientos delanteros tienen una mezcla de regulación entre automática y manual a la que cuesta familiarizarse. Los asientos traseros son fijos y no tiene rueda de repuesto sino un kit antipinchazos. Las sillas son en cuero Artico negro.
La consola central va enmarcada en un plástico negro piano, que si bien ofrece una sensación visual muy llamativa por su brillo, no tiene un tacto muy fino y luce delicado al trato diario, se ensucia con facilidad y se ve frágil. Prefiero la apariencia en madera del acabado Exclusive o las inserciones de metal satinado del AMG. El resto del habitáculo ofrece una buen percepción, digna de un Mercedes de los tradicionales. Esto es, tablero bien acolchado, partes ajustadas y enrasadas de manera correcta, controles con buena sensación al tacto, especialmente los del volante, materiales de primer nivel, buen aislamiento acústico, plásticos bien forrados y el mando para operar el sistema de información y entretenimiento, que le da un toque de modernismo propio de un carro de este valor y perteneciente al segmento Premium. Al final de la consola central hay un inmenso cajón de doble apertura y allí se ubican las ranuras para dispositivos externos. La guantera es de apertura ralentizada y tiene iluminación
Este modelo continúa con la pantalla central de 10,25″ coronando la consola por fuera de las líneas del tablero. Aspecto muy criticado desde la llegada de la generación anterior, pues se ve postiza, como aftermarket. Por ejemplo, en el nuevo Clase A se ha resuelto mucho mejor esta presentación pues ambas pantallas parecen una sola unidad. El equipo de sonido es el Audio 20. El gran cambio para esta actualización lo representa la pantalla del cuadro de instrumentos, de 12,3 pulgadas y completamente digital, con varias posibilidades de presentación y con los datos muy completos, incluso, uno que indica la actuación de las fuerzas G al momento de dar las curvas. Un guiño deportivo que llama la atención pero absolutamente innecesario a mi juicio. No tiene reflejos molestos por la luz del sol pues está bien encapsulada por el “capuchón” externo que la rodea. Los controles táctiles del volante vienen heredados del Clase E. La pantalla de infoentretenimiento puede operarse por un mando de rueda o una superficie táctil en la consola (con los que hay que familiarizarse pues no son los más intuitivos), amén de los botones en el volante, que es achatado en la parte baja
Un aspecto que representa una mejora sustancial (!Aleluya!) es la adopción del control crucero TEMPOMAT en la zona de botones, eliminando la molesta palanca lateral, que hacía confundir con los mandos de las luces direccionales. Ahora su operación es de una sencillez absoluta e invita a utilizarlo a menudo. El control de cambios también es una evocación retro, pues es una palanca al lado derecho de la columna de dirección, como las de los años 50 y 60.
Las luces LED High Performance son un aspecto que le proporcionan un salto importante en avance tecnológico. Estos faros son uno de los desarrollos más actuales en iluminación y ofrecen una apariencia muy marcada en la presentación externa del carro, así como la capacidad del haz de luz, que llena muy bien el espacio frontal y los entornos generales de esta zona. En seguridad, tiene 7 airbags y frenos antibloqueo, controles de tracción y estabilidad, monitoreo de presión de llantas, asistente de arranque en pendientes y alerta de cansancio del conductor.
Manejo
Llevaba tiempo sin conducir un Mercedes de los tradicionales, esto es, un Clase C, E o S, con tracción trasera y sin las vitaminas de AMG de por medio. Encuentro que la marcha continúa siendo muy cómoda, tranquila, dentro de lo que permite la pobreza asfáltica de nuestras vías . La cabina está muy bien insonorizada y la carrocería es obediente. El motor se torna sonoro cuando se le exige y el ruido se filtra un poco pero no es molesto. La respuesta de la caja 9G-TRONIC es precisa siempre y cuando no se le pidan grandes prestaciones con pedal a fondo. Repito, si se quiere un manejo más deportivo, es mejor esperar a que traigan el C200 de 184 caballos o las versiones superiores, que deben llegar para el próximo año.
El propulsor es el M274 4 cilindros de 1.6 litros y eso se nota porque su sonido no es muy refinado. Está ayudado por un turbocompresor que le proporciona 156 caballos a 5.300 rpm, 250 Nm de torque y lo lleva sin afugias a velocidades crucero entre 80 y 14o km/h en donde la marcha es muy cómoda y fluida. Para lograr velocidades superiores habrá que escuchar un sonido más acusado del propulsor. A este carro no le falta potencia casi en ninguna circunstancia, pero tampoco es que le sobre.
En manejo rápido la sensación de seguridad es muy acentuada. La carrocería, conectada a las ruedas por la suspensión AGILITY CONTROL, se pega bien al piso y apenas si se mueve en curvas, sin afectar el confort de la tripulación. Tal vez si tuviera unas ruedas de perfil un poco más alto (son 225/50 R17) la comodidad sería mayor, pero sigue siendo un muy buen automóvil para transporte urbano de caché y viajes extensos con tranquilidad pues su tamaño es muy bueno para cuatro pasajeros (4,7 metros de largo por 1,81 de ancho con baúl de 480 litros de apertura remota). Tiene modos DYNAMIC SELECT de manejo Eco, Comfort (estos dos con sistema Start & Stop) Sport, Sport+ e Individual y su consumo es moderado y acorde a la potencia que entrega. En 235 kilómetros de prueba arrojó un promedio de 38 kilómetros por galón, bastante bueno la verdad.
Conclusión
El Mercedes-Benz C180 de 2019 es un tranquilo sedan familiar para desplazarse en ciudad con buenas prestaciones y toda la presencia de un Mercedes de estos tiempos. También es apto para viajes largos en los que no se necesite acudir a una potencia abundante o a grandes aceleraciones. Ha dado un salto enorme en equipamiento pues adopta adelantos tecnológicos propios de sus hermanos mayores. Tiene buenos terminados pero se echa en falta un refinamiento mayor en zonas como la consola central . Su precio de $131,9 millones se me antoja un poco alto para lo que da y lo que tiene, pero, es un Mercedes, no se puede esperar menos. Es un referente de calidad y quien quiera alcanzar la estrella de Stuttgart debe estar dispuesto a pagar por ello.
Buenas! Siempre me ha encantado está marca seria un placer poder probarlo.