Los coreanos no se andan con tibiezas en el segmento de entrada a nuestro mercado y ahora meten mano dura a la parte más básica con un modelo que cuesta 22 millones de pesos y por otro lado, reemplazan el conocidísimo i10 por un modelo nuevo más grande y mejor equipado que pretende incluso arañar clientes de la zona de los 30 millones en adelante para pisarle los talones al sedan i25. Conocimos estas dos apuestas en las afueras de Bogotá.