Toyota Land Cruiser Prado 2018: objeto de deseo.

Foto Prado 1

No hay una camioneta en Colombia que más represente el estatus social de ciertas élites que la Prado. Se vende a puñados en el país, como si costara la mitad, y su elevado precio no es obstáculo para que se vea cada dos por tres en ciudades como Medellín, donde es la reina absoluta en los estratos altos. Su robustez mecánica, su intimidante presencia y la comprobada calidad general de su construcción la han convertido en la preferida durante casi dos décadas ya, bien sea por ricos propietarios, altos cargos públicos o hasta por sus guardaespaldas. Por eso, una actualización de este modelo es digna de mirarse al detalle.

Foto Prado 2

No es una nueva generación en sí, sino un facelift o un Minor Model Change, como dice la marca acerca de esta SUV de poco más de dos toneladas de peso. Externamente, los faros han sido ubicados a una altura más elevada, las aberturas de la persiana se agrandaron, según Toyota, para mejorar la refrigeración del motor. También se mejoró la capacidad todoterreno con ángulos más grandes en las esquinas del paragolpes delantero. Para la versión VX se añadió un bisel lateral cromado. Las esquinas del paragolpes trasero redujeron la saliente de los Stops y los rines de aluminio de 17 pulgadas presentan cambios en su diseño. Los de 18″, de la versión VX, quedan inalterados pero llevan pintura con un brillo más acentuado.

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Al interior, Toyota dice que hay mejoras en el tablero de instrumentos y en el equipo de audio. Las rejillas de ventilación central se han rediseñado, quedando al mismo nivel del tablero de instrumentos. En las versiones VX y TX-L II, la sección del radio tiene forma de tablet. La consola central y el tablero en general  presentan mayores superficies acolchadas con usos de costura en algunos bordes.

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Los medidores del tablero cuentan con escalas aumentadas y un panel base con acabado metalizado.  La versión VX cuenta con un monitor TFT de 4.2 pulgadas. La Toyota Land Cruiser Prado comercializará en ocho versiones en Colombia: TX, TX-L, TX-L II y VX con opciones de motor Diésel o gasolina en cada una y todas ellas con 5 puertas.

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Las versiones con motor a gasolina llevan el propulsor 1GR-FE VVT-i V6 4.0 de 271 caballos y 24 válvulas con 381 Nm de torque. La caja es la ECT-i automática de seis velocidades con opción secuencial. La transmisión es total tipo Torsen con diferencial central LSD. Los cuatro frenos llevan discos con ABS. Las versiones TX y TX-L llevan dos bolsas de aire frontales, el resto, siete. Los motores Diesel son los 1KD-FTV 3.0 de cuatros cilindros, 16V, 170 caballos y 410 Nm con turbo de geometría variable y caja ECT-i automática de cinco marchas con opción secuencial.

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Los precios anunciados son:

-TX gasolina: $197.900.000

-TX Diesel: $199.500.000

-TX-L gasolina: $204.900.000

-TX-L Diesel: $208.900.000

-TX-L II gasolina: $234.900.000

-TX-L II Diesel: $238.900.000

-VX gasolina: $269.600.000

-VX Diesel: $273.600.000

Subir y arrancar Trato de hacer memoria y acordarme del primer momento en que un carro me llamó la atención más de lo normal y siempre me remito a unas viejas fotos de mi primer cumpleaños. Allí aparezco al lado de un flamante Ford Galaxie 500 adscrito al cuerpo de bomberos de alguna ciudad norteamericana. Posteriormente, mis padres continuaron regalándome autos en mis cumpleaños. Conservo también una fotografía con un pastel hermosamente decorado y un VW Beetle rojo que yo miraba con asombro. Vinieron luego los maravillosos Matchbox 1/64 y algunos coches de carreras que funcionaban con gasolina ¡de avión! Y que mis primos mayores gozaron a placer mientras el ruido ensordecedor que producían, me causaba genuino terror. Un tío fue quien acolitó (al fin y al cabo es sacerdote) mi primera “manejada” en su viejo Jeep Willys MB, con el que dábamos la vuelta a la manzana. El controlaba la pedalería y los cambios, mientras yo trataba de girar el pesado volante. Mis otros tíos me mantenían al tanto del mercado automotor, pues en los viajes y paseos me preguntaban por las marcas y modelos de todos los carros que veíamos, hasta que me los aprendí todos. De los “de verdad” recuerdo el Zastava 1500 amarillo de mi tío Aquiles, auto al que cariñosamente apodaban “el maracuyá” y que compraron el mismo año en el que nací. Cuando lo vendieron, casi no me cuentan pues temían mi tristeza al saberlo y pues, la verdad, no los defraudé. Llegó la época de las revistas, los catálogos, los libros y cuanta publicación sobre autos existiera. Pasaba tardes y noches devorándolas ansiosamente, aprendiéndome de memoria fichas técnicas, modelos, características y los datos más precisos de cada ejemplar. Eso sí de mecánica, nada. Me embiste un dulceabrigo y cualquier tornillo en un motor significa para mi, poco menos que magia negra Mi profesión de periodista me ha permitido experiencias inolvidables con los carros, dirigir algunos programas sobre el tema, cubrir las ferias, participar en encuentros, desfiles y ser testigo desde esta óptica del crecimiento y las contracciones del mercado, probar algunos modelos y conocer personajes que me han honrado con su invaluable amistad y sabiduría infinita. Con el advenimiento de internet y la televisión internacional, el aprendizaje se expandió a niveles insospechados. Ahora era posible explorar más allá y en tiempo real, lo que estaba sucediendo en el mercado automotor mundial. Participar en chats, foros y páginas se convirtió en la principal fuente de conocimiento y en un segundo aire para esta afición. Gracias entonces a la red mundial y a la magnífica herramienta que proporcionan los blogs, y, por supuesto, a la gentil complicidad del equipo de Medios Electrónicos de EL COLOMBIANO y su editor general, Fernando Quijano, que avaló esta propuesta, es que hoy puedo compartir con ustedes este rincón minúsculo del ciberespacio, en donde la idea es compartir experiencias y conocimientos, retroalimentarnos con las noticias que produce este dinámico sector, enterarnos de las novedades más recientes y, sobre todo, divertirnos con una pasión que va más allá de conducir y maravillarnos con el invento más sensacional de la historia. Se trata entonces de abrir el blogaraje y dejar salir la imaginación con el placer que produce ver estas hermosas piezas en acción, que nos roban suspiros y nos producen un constante hormigueo que solo los aficionados a los carros entendemos, compartimos y acolitamos (como mi tio el cura). Bienvenidos, súban, abròchense y disfruten el viaje.

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