María está segura, segurísima, de que los juguetes, mientras ella duerme, se despiertan a vivir su propia vida. Por eso hay que dejarlos organizados, en sus camas, en sus casas, con sus juguetes propios, con todos sus accesorios. A los muñecos hay que ponerles cuidado. Si hay un señor Caradepapa sin señora Caradepapa, entonces se sentirá extremadamente solo. María, sabe de juguetes. Se los imagina todo el tiempo. A veces, se pregunta, si ella no será el títere, de otro que es más grande que ella. Puntos suspensivos y María suspira hondo.
Quizá sea un títere, pero de alguien más grande qué ella???… primero lo es de algo que late a su lado izquierdo que suele ser más que caprichoso, un insensato y enfermo… con ese ya esta pérdida.
Y cuando sea grande, y crea ser titiritera, descubrirá que los hilos la halan desde abajo.
Hummmm, juguetes, juguetes y juguetes, y yo me pongo a pensar, cuales son los “juguetes” que más hacen parte de su vida…
Paulo, desde Rio de Janeiro…
Algunas notas sobre los titiriteros…..
Quien ejerce chantaje emocional controla a su víctima como un titiritero a su títere, sólo
que en lugar de usar cuerdas, logra manipularla, para que ceda a sus deseos, amenazan, directa o indirectamente, con castigar de alguna manera, a quien es sujeto de sus chantajes, si no hace lo que ellos quieren. Su principal herramienta consiste en infundir en su víctima sentimientos de miedo, obligación y culpa.
Muchas de las personas que nos chantajean emocionalmente son amigos, colegas y miembros de la familia, con quienes tenemos vínculos estrechos que deseamos preservar y fortalecer. Entre las características del manipulador encontramos:
• Siempre tienen la razón porque solo su punto de vista es el correcto y por eso imponen sus reglas.
• Hacen creer a los demás que son perfectos y que el resto debe imitarlos.
• No soporta la crítica y cuando alguien los enfrenta, niegan la evidencia.
• Tienen doble discurso. Mientras dicen una cosa, sus actitudes o actos son opuestos.
• Utilizan halagos, hacen regalos y dan atenciones a todos para quedar bien.
• Son especialistas en hacer sentir culpa. Chantajistas emocionales.
• Si no cumple sus peticiones, les agrada maltratar psicológicamente minimizando a la persona manipulada.
• El hombre manipulador amenaza a su pareja con complicarle la existencia si desea terminar la relación.
• Un manipulador se vuelve dócil cuando logra su objetivo, pero esa conducta apenas dura horas o máximo un día.
• Culpa a los demás en nombre del vínculo familiar, de la amistad, del amor, de la conciencia profesional.
• Pone en duda las cualidades, la competencia y la personalidad de los demás; critica sin parecer que lo hace, desvaloriza y juzga.
• No tiene en cuenta los derechos, las necesidades y los deseos de los demás.