No quiere y no se merece ni un punto más. El calor quita todo. Hasta el aliento. Se lleva la sombra, porque el pavimento le quema. Se lleva las lágrimas, por la deshidratación. Y entonces, en esos días en que se corrobora la tesis de alguna cualquier persona, de que la felicidad es por segundos, uno no sabe de dónde pegarse para dibujar, aunque fuese, unas dos lágrimas. El calor, como diría mi amigo Santiago, es infame.
Jajaja, Me hiciste reír con esto del calor, caso cerrado y dictaste sentencia: “He dicho”, y no se habla mas al respecto. Pues procura portarte de lo más bien porque aquellos que se portan mal cuando se mueren les toca ir a vivir a la casa de Lucifer, que es bien caliente entre otras cosas.
Además lo dejas a uno viendo un chispero. Entre la tesis de la felicidad minuscular y el dibujar lágrimas revuelto con el calor infame……ummmm Ni idea, pero me gusto, es muy fácil imaginarse la escena y la aptitud de Camila
8=)
Lo miro de dos maneras, porque a mí me encanta el calor… Amo a un día de mucho calor, Sol y un lindo cielo azul… y me gusta amar y ser amado por un dulce corazón caliente…
Paulo, desde Rio de Janeiro en Brasil…