Hay días en que María se mira al espejo y encuentra un cuerpo de mujer con la mirada perdida. Un cuerpo, como el de un robot, que recibe las órdenes de alguien o algo que está más allá. María, hay días, en que se siente separada. No quiere llamarle alma, pero puede ser algo así. María es un robot y algo más, que lo maneja.
Ella permitió que el mundo la manejara…El hombre la maneja, la publicidad y “EL ESTILO” , la manejan.
Pero Maria es mujer…y si ella quiere , se libera
Comparto con Maria esa sensacion. Cuando pienso en mis pasos, choco, cuando hago consiente mis manos se vuelven torpes… todo se desarticula.