De mirada interesante, carrizo relajado y barba rebelde, posa este hombre al que yo llamo vagabundo. Porque para mi hay diferencias entre gamín, indigente y vagabundo; y este es vagabundo de los originales, de los que yo veía en las revistas de Periquita con bulto al hombro.
Lo gracioso es que meses después, quice tomarle fotografía a otro vagabundo en la misma plaza de las Luces en Medellín y cuando le pedí permiso para tomarle el poncherazo, este hombre se acomodó de tal manera que parecía un Déjà vu la tomada de tal foto. Resulta que este segundo personaje era el mismo que ya había registrado, solo que estaba afeitado.
¿gusto?
¿LIBRE ELECCIÓN?
Quien sabe depronto difruta….
Muchos disfrutan estar “fuera del sistema”. Los conozco y están bien y la droga no los toca.