En medio de la celebración del Once Caldas en Manizales, los vendedores ambulantes salen a buscar su agosto. Muchedumbres que son clientes potenciales de una probadita, un antojo y la posibilidad de llevar doble jornal a la casa y esta vez mercar más amplio.
Esos días de fiesta y rumba, de celebración callejera, permite que se logre un dinero adicional, para que este domingo por fin, papá cumpla con la salida al parque el domingo o quizás, llevarlos a piscina.