La neurociencia, los sentidos y el vino

Por

Daniel Sánchez Garcia

Candidato a Magister en Comportamiento del Consumidor Universidad Pontificia Bolivariana.

Administrador de Mercadeo CEIPA.

Instagram y facebook:   @dsanchezga

Correo: dsancheg@gmail.com

 

El estudio del cerebro en los entornos corporativos y mercantiles ha tomado mucha relevancia desde hace muchos años y la industria del vino no ha sido la excepción, por ejemplo, actualmente se está hablando de neuroenología y marketing sensorial, incluso hay neurocientíficos hablando del tema, como Gordon Shepherd Un ejemplo de que la industria del vino no ha sido ajena a la neurociencia.

La cata como un acto multisensorial.

Una de las facetas interesantes de estudiar es la relación entre el vino y el cerebro, La neurociencia entra en juego porque sin el cerebro para decodificar los sentidos no habría manera de experimentar esta milenaria bebida.  Lo fascinante del vino es que contrario a otros alcoholes, estimula todos los sentidos a partir del momento en el que se descorcha. Normalmente incluso en el mundo de los expertos en vino se ha hablado de tres  sentidos y su relación con el vino, la vista, el olfato y el gusto, de su importancia para disfrutarlo y de lo sugerente que es el hecho de que cada uno de ellos cumpla una función en el momento de beberlo, sin embargo el olfato y el gusto no son los únicos sentidos importantes, el oído y el tacto también son fundamentales, es por eso que las catas de vino tienden a relacionar música y vino porque “el sonido, y concretamente la música, interactúan con el vino y lo hacen de forma especial complementando los maridajes,  todo esto, asociado a emociones, se trata de tomar en cuenta en una cata de vino la influencia de espacios multisensoriales, es por ese motivo que sabemos actualmente el papel juega todo que nos rodea cuando degustamos el vino, la luz del lugar puede tener un papel determinante, así como el maridaje que existe entre algunos vinos y diferentes estilos de música. Conociendo estas relaciones se pueden hacer productos más ‘deseables’ a los consumidores y lograr experiencias realmente memorables, con las claridades explicadas de forma sencilla desde la neurociencia, se puede saber con más certeza a que apuntarle.

El oído también se involucra cuando ponemos mucha atención en todo los que narra el sommelier sobre los vinos de una cata, y se escucha a las demás personas interactuando durante la experiencia, mientras que el tacto se manifiesta a través de nuestra lengua y paladar, así  percibimos la estructura y cuerpo del vino, se siente la forma y la temperatura de la copa, así como la forma de la botella y el tipo de corcho, detalles que también tienen una nota muy especial, aunque parezcan menores no lo son, así, todos estos estímulos auditivos, táctiles, visuales, gustativos y olfativos interactúan en simultánea  en una danza armónica y se mezclan con ese contexto mágico, histórico y envolvente que llega hasta lo mas profundo de la memoria y crea una experiencia agradable tanto para quien inicia en el mundo del vino como para quien ya lo está.

Sensaciones conscientes e inconscientes de los sentidos.

De toda la información sensorial que llega al encéfalo, solo una fracción llega a la consciencia, la mayoría de señales pasan inadvertidas, solo los datos especialmente intensos o importantes captan nuestra atención y tomamos conciencia de ellos, sin embargo las sensaciones de las cuales no somos conscientes también guían nuestras acciones, así que los sonidos, los olores, las imágenes, los sabores y las sensaciones a las que no prestamos demasiada atención pueden influir en nuestro comportamiento (Carter, 2009), para complementar esta información, en diversos libros de neurociencia se argumenta que las señales recibidas por el tacto, la vista y el oído son primero procesadas en el tálamo, una estructura del área límbica que actúa como una estación repetidora entre los órganos de los sentidos y el cortex, la función del tálamo es filtrar la información y enviarla a las diferentes zonas del cortex para ser procesada, los estímulos visuales son procesados por el lóbulo occipital, los estímulos auditivos son procesados por el lóbulo temporal y los estímulos táctiles son procesados por la corteza somatosensorial, es ahí cuando somos conscientes, algo que no sucede con el gusto y el olfato, porque cuando los estímulos llegan, son procesados por el bulbo olfatorio, una estructura que pertenece al sistema límbico, por eso cuando un estimulo olfativo o gustativo llega, la reacción es menos consciente que los estímulos de los demás sentidos, por lo tanto más automática.

¿Por qué son tan importantes los sentidos del gusto y del olfato en el vino?

Aunque para los seres humanos la visión es el sentido dominante gran parte de la vida de un ser humano, el olfato sigue siendo importante porque avisa de las sustancias del entorno, los sentidos del gusto y del olfato están íntimamente asociados, por ser sentidos químicos. (Carter 2009). Al igual que el gusto, el olfato es un sentido químico, los receptores de la cavidad nasal detectan las moléculas que nos permite incluso degustar los olores. Cuando eso sucede, los receptores envían impulsos eléctricos al bulbo olfatorio, ubicado en el área límbica para su procesamiento.  Un acontecimiento se asocia con datos de todos los sentidos, coordinados por el hipocampo, y cuando se re experimenta alguno de los datos de la vista, el olfato, el gusto, el tacto y la audición puede desencadenarse un recuerdo, el olor no obstante parece estar más asociado a la memoria, puede que esto sea así porque las regiones olfatorias están vinculadas con todas las áreas emocionales del sistema límbico. (Carter, 2009).

Como el bulbo olfatorio hace parte del sistema límbico, la sede de nuestras emociones, deseos e instintos es normal que el olfato y el gusto puedan desencadenar fuertes reacciones emocionales, es más probable que se evoquen sentimientos y recuerdos con el olfato y el gusto que con los demás sentidos, por eso el olor y el gusto tiene un importante papel en la elección sexual y la formación de preferencias o desprecio por comidas y bebidas y esto lo explicaremos a continuación. El bulbo olfatorio, que procesa los estímulos del olfato y del gusto, está en el sistema límbico, a solo dos sinapsis de la amígdala (estructura asociada a las emociones instintivas) y a solo tres sinapsis del hipocampo (asociado con la memoria), cuando sentimos un olor o un sabor  por primera vez, este queda vinculado a las emociones que asociamos con los acontecimientos de aquel momento, si se vuelve a sentir este olor o ese sabor, puede desencadenarse un vinculo y evocarse los recuerdos y las emociones asociadas. (Carter, 2009).

Asociaciones gustativas y olfativas.

Basado en las explicaciones anteriores, cuando un alimento nos sienta mal, el rechazo asociado puede perdurar mucho tiempo e incluso resulta repulsivo solo pensar en él. El llamado aprendizaje de aversión al sabor y al olor ha sido demostrado por investigadores de la facultad de medicina de Harvard, que administraron a unas ratas un liquido dulce que las hizo enfermar temporalmente, luego de eso, vitaron el liquido a pesar de su tentador sabor (Carter, 2009), llevado al campo de los humanos, la experiencia de sabor y olor es bastante importante para determinar si un alimento genera agrado o desprecio.

Haré una referencia especial a una conclusión personal basada en la organización vertical del cerebro, entre menos consciente es más automático, es decir, la zonación vertical del encéfalo va desde la actividad mental de alto nivel en la corteza prefrontal hasta las funciones cada vez más básicas en la parte inferior del tronco encefálico que controlan las funciones vitales como la respiración y el ritmo cardiaco. ¿Qué tiene que ver esto con los sentidos el vino?  ya se había hablado que la vista se procesaba en el lóbulo occipital, la audición en el lóbulo temporal y  el tacto  en la corteza somatosensorial, las tres zonas pertenecientes a la corteza cerebral,  la región más alta del encéfalo (más consciente) mientras que el olfato y el gusto se procesan en el bulbo olfatorio, perteneciente al sistema límbico que gestiona comportamientos y reacciones emocionales (menos consciente y más automático) esta podría ser una de las razones por las cuales los consumidores le dan tanta importancia a probar y oler un vino, muy por encima de verlo, escucharlo y sentirlo. Este tipo de conclusiones tratan de ser deducidas desde razones neurocientíficas más que desde una simple conclusión experiencial, social o cultural, aun cuando esos argumentos no deben desecharse porque pueden ser igual o más importantes que las explicaciones científicas, dado que en este momento se carece de experimentos medibles que validen la veracidad de los argumentos.

Lo que mueve a los seres humanos es la emoción, no la razón.

Los consumidores que toman decisiones basándose exclusivamente en hechos, representan una minoría muy pequeña, pero incluso para ese tipo de personas siempre hay algún producto o servicio que compra movido por la emoción. Citando al neurólogo canadiense Donald Caine “la diferencia esencial entre la emoción y la razón es que la emoción nos lleva a la acción, mientras que la razón nos lleva a elaborar conclusiones (Roberts, 2004). La emoción y la razón están entrelazadas, pero si llegaran a entrar en conflicto la emoción gana, no obstante, la mayoría de las personas compran con la cabeza y el corazón, o si lo prefieren, con emociones. Buscan con una base racional: ¿Qué hace el producto y por qué es la mejor elección? Pues su decisión es emocional: me gusta, lo prefiero, me produce una buena sensación. (Roberts, 2004).

Esta argumentación tomada del libro Lovemarks de Kevin Roberts, continua la explicación que traíamos para reforzar la importancia del gusto y del olfato a la hora de tomar una decisión en un producto como el vino, al ser sentidos que son procesados mayoritariamente en el bulbo olfatorio que se encuentra dentro del sistema límbico es coherente pensar que la decisión de compra de un vino en particular está asociado a una experiencia que evoca recuerdos, sensaciones, emociones y momentos estimuladas por olores y sabores, seria raro que un consumidor conocedor de vinos tome la decisión de compra solo porque  le parece bonita una etiqueta o por la forma particular de una botella, por lo general la respuesta que daría seria, me gusta el sabor y el olor del vino, conozco el sabor de la uva, me huele bien, y muy seguramente ese olor y ese sabor evocará un recuerdo, una experiencia o una emoción.

En conclusión, el vino como producto tiene una cantidad incontable de referencias históricas, artísticas, culturales, sociales y mercantiles, sin embargo, analizado desde una disciplina como la neurociencia se trata de dar una explicación con argumentos científicos que brindan un matiz complementario al entendimiento de esta bebida su significado en la mente de las personas que trasciende el tiempo y la geografía no solo desde hace siglos sino hasta el momento actual.

 

Referencias bibliográficas.

  • Carter, R. (2009). The human brain book. Gran bretaña: Editorial DK, 77- 57 – 94- 96- 97 – 99.
  • Roberts, K. (2004). Lovemarks, The future beyond brands. Barcelona. Ediciones Urano, S.A, 42 – 43

Jugársela a pesar del miedo

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Daniel Sánchez Garcia
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Si en tu vida está claro un sueño que te genera vibración, pasión y tienes la fortuna de una oportunidad de ir por el a  pesar de existir un riesgo latente de fracaso por factores propios o por factores externos, es preferible  en un futuro contar la historia de que lo intentaste con los recursos que tenías disponibles a que cuentes la historia de que tuviste la posibilidad de  intentarlo y te dejaste llevar por el miedo o por evitar el dolor de una posible perdida, algo que también es entendible. Continuar leyendo

¿Qué tienen en común las relaciones comerciales y el amor?

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Daniel Sánchez Garcia
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Usted necesita  más de sus clientes que los clientes de usted… sufrimos por una falta de diferenciación y los clientes nos ven como commodities fácilmente sustituibles.

 

Cuando un cliente quiere comprarle a una organización no es suficiente con unos buenos anuncios publicitarios, eso no disparará su botón de compras, es demasiado rápido y le harán falta elementos para poder tomar una decisión. Continuar leyendo

El software mental se fabrica a través de experiencias

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Daniel Sánchez Garcia
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Hace más de dos millones de años el Homo Habilis sobrevivió, mientras que sus primos, los parantropos, no lo lograron. La razón no fue otra que el hecho de que el primero desarrolló un cerebro más eficiente. Continuar leyendo

Una mejora diaria, de lo pequeño a lo grande para lograr propósitos poderosos.

Por:

Daniel Sánchez Garcia
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“Céntrate en el viaje, no en el destino, la alegría no radica en concluir una actividad sino en hacerla”.

Greg Anderson.

 

Nos encanta ponernos metas grandes y sentirnos orgullosos de lograrlas, pocas cosas son mejores que eso, es algo muy bueno porque eso reta la mente a generar resultados poderosos. En esta ocasión voy a compartirles parte de la experiencia con mi familia, algo demasiado sencillo y fácil de ejecutar para el cerebro que hicimos parte de nuestros hábitos, sin dejar de lado lo potente de pasar a la acción.

Cuando queremos hacer un cambio nos hacemos propósitos grandes y ambiciosos que en ocasiones  no son fáciles de ejecutar y tienen muchas acciones, razón por la cual es probable que nos abrumemos de tanto que tenemos en la cabeza y terminemos logrando mucho menos de lo planeado originalmente, esto nos puede llevar a pensar que no somos capaces de hacer algo o que nos queda muy difícil, no es un tema de capacidad,  es que al cerebro le cuesta hacer un cambio fuerte y salir de la zona de confort y más si ese cambio lleva muchas acciones que no son habituales,  por eso hay que facilitarle las cosas, y es por una razón muy simple, el cerebro tiene una tendencia biológica a economizar energía vital porque es un administrador inteligente, si lo recargamos él nos va a decir de manera inconsciente “no me presione tanto que yo no estoy acostumbrado a eso” y  comienza a buscar formas de postergar y de evadir, algo muy pero muy normal.

 

Una mejora diaria es clave para ponérsela fácil al cerebro.

Cuando nos paramos a ver la lista de propósitos que tenemos (sobre todo a principios de año) es normal preguntarse ¿Cuándo se hará todo eso? si la cantidad de cosas nos proponemos es demasiado grande el cerebro se verá desbordado y así pierde capacidad de  enfoque, y pues… “el cerebro necesita enfoque para lograr objetivos importantes”

Hace unos años antes de ser coach  yo me planteaba objetivos muy grandes, muy buenos, con las mejores intenciones para mi vida pero muy complejos, me di cuenta que por más que quisiera me costaba ejecutarlos y me sentía totalmente culpable, un día  me senté con mis padres a hablar de los negocios familiares y  nos dimos cuenta que estábamos abrumados, que se nos estaban quedando un montón de cosas sin hacer, entonces decidimos pensar en  pequeño para hacer lo grande, partiendo de cosas sencillas, tareas que se pudieran realizar de manera diaria con facilidad para activar el cerebro paso a paso y no generarle incomodidad.

 

“Quizá nunca sepas cuáles serán los resultados de tus actos, pero si no haces nada no habrá resultados”.

Mahatma Gandhi.

 

Sin perder de vista los objetivos bien pensados nos hicimos la siguiente pregunta ¿Qué pasaría si hacemos una mejora diaria en nuestra vida y vamos sumando paso a paso? pasamos a la acción a ver que sucedía, cambiar un aspecto sencillo que seguro aportaría algo al logro de algo más estratégico. Pareciera no ser muy significativo pero cuantitativamente serán 30 mejoras en un mes, 360 mejoras en un año, cuando comenzamos a dividir las grandes cosas en pequeñas vimos unos resultados espectaculares,  pongamos algunos ejemplos cotidianos.

 

Hacer cambios en tu lugar de trabajo: Mejorar  procesos en nuestro lugar de trabajo implica tomar muchas decisiones, revisar formatos, recopilar mucha información, planear, hacer muchas cosas nuevas que normalmente no hacíamos, eso asusta, es entendible, si ya estamos cansados con lo que tenemos, ¿qué va a pasar si hacemos más cosas?

Comenzar a hacer una mejora nueva cada día nos dará una sorpresa gigante porque al final del año veremos que logramos paso a paso un montón de cosas que nos habrían llevado mucho cansancio si las hacíamos en bloque, sin embargo se nos hará más fácil un logro cada día y químicamente nuestro cerebro reacciona muy positivamente a las pequeñas recompensas, lo cual por defecto nos hará sentir mucho mejor, más positivos y más productivos, algo que mejorará nuestra calidad de vida en diferentes entornos.

Leer un libro: La mayoría de nosotros tenemos un libro grande que nos queremos leer, vamos lo compramos y a los 5 meses, el libro va en la página 20 de 340, acompañado de un gran sentimiento de culpa.

¿Cuánto te demoras en leer una página comprendida? Cada persona tiene su ritmo, pero si lees una página en 3 minutos leerte 10 páginas solo te tomará 30 minutos de enfoque y leerás un libro de 300 páginas en 10 días, que es un objetivo grande y bien interesante, ya sea por aprendizaje, por crecimiento personal o simplemente por placer, alguien me preguntó hace algún tiempo en una conferencia ¿cómo has hecho para leer tantas cosas? Bueno, les acabo de dar mi respuesta, y si además se hace por pasión y no por obligación, esa tarea se acaba mucho más rápido y la percepción del tiempo es totalmente distinta.

Desarrollar un nuevo producto en nuestro trabajo o nuestro emprendimiento: ¿Cuántas veces tenemos en la cabeza una idea espectacular y hasta los recursos para desarrollarla pero se nos pasan los meses y los años en lograrla o simplemente no se logra?

Esto le ha pasado a pasado a muchas personas y es porque simplemente desarrollar un nuevo producto tiene muchísimas variables implicadas, pero si comenzamos a crear un mapa mental y a visualizar todas las acciones, desarrollándolas paso a paso, una por una, veremos que sacaremos ideas adelante con muchísima facilidad y que era más fácil de lo que parecía, pero si dejamos las ideas en la cabeza y no comenzamos a realizar acciones que le den forma a lo que queremos, la vida va pasando y pasando…  ¿vamos a esperar a tener el tiempo suficiente para dedicarle? Tal vez ese tiempo suficiente jamás llegue en un mundo que va tan rápido y esa idea se quede en el olvido, comienza ahora, comienza desde lo pequeño para hacer lo grande, y en unos meses o años te darás cuenta de todo lo que sacaste adelante y ni te diste cuenta.

Actúa, vale la pena, la felicidad de la vida y el sentido de la vida tiene que ver mucho con los resultados, el cerebro está capacitado para hacer lo que sea que te propongas, pero ayúdale a que la tenga fácil.

 

Nos vemos, hasta la próxima.

 

Daniel Sánchez García
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El cliente es más que un número o un dato, sus sentimientos importan

Por:

Daniel Sánchez Garcia
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Una de las cosas más irritantes que alguien puede experimentar es ser tratado como un simple número o un dato almacenado en la nube o en un servidor, sin decir que estos aspectos no sean necesarios en una organización, porque de hecho ayudan a una mejor gestión.  Un cliente es mucho más que información, es ante todo una persona que requiere respeto, atención, ser escuchado y ser tenido en cuenta así a veces no tenga la razón, y cuando es tratado con indiferencia  o con una mala actitud lo recordará por muchoooooo  tiempo.

A veces por estar tan metidos en nuestro trabajo tratando de ser eficientes y precisos en nuestras interacciones con los otros,  podemos  pasar por alto los sentimientos de nuestros clientes, nos sentimos orgullosos de esa capacidad, pero los seres humanos necesitan más que eficiencia, necesitan  que lo que ellos piensan  y sienten sea algo que  importe de manera genuina y natural.

La premisa es… el cliente con los sentimientos y con las emociones ama u odia nuestra marca, nos recuerda y nos recomienda, o nos odia y nos destroza.

No muestre aburrimiento hacia los demás,  tenga una sonrisa siempre a la mano.

En las labores de servicio entramos en contacto con muchas personas todos los días, por ejemplo,  un cajero atiende cientos de personas en un día, una persona de call center habla con cientos de personas diariamente, estos días se convierten en semanas, en meses y hasta años, con el peligro que nuestro trabajo puede volverse rutinario y nuestros clientes terminan siendo tratados con indiferencia.

Sin embargo marcar la diferencia en el servicio y tratar a un cliente más allá de ser un dato o un código es iniciar con buenas actitudes emocionales,  brindar una sonrisa, una buena ayuda, hacer un poco más allá de lo que dicen los protocolos y tratar de hacer todo lo posible por lograr que esa persona al preferir nuestra marca  sienta una preocupación genuina por su bienestar, lo que genera un tipo de comunicación amable y con empatía, eso es lo que la gente busca en la actualidad y las empresas que logran  asumir ese compromiso y se lo transmiten a todos sus colaboradores son las que ganan mercado rápidamente.

Recomendaciones sencillas para un valor agregado que deleita al cliente.

Detalles: Dele al cliente lo que no está esperando, es decir, ofrezca más que el mínimo, vaya más allá.

Responsabilidad: Los colaboradores de una organización deben proveer un servicio en condiciones adecuadas.

Comprensión: El sentimiento del cliente a ser considerado en sus necesidades individuales y sus emociones.

Cortesía: Urbanidad, respeto y consideración.

Trato excelente: Antes, durante y después de la venta o el contacto comercial, por ejemplo, mirar a los ojos, sonreír, tratar de llamar al cliente por su nombre, ser paciente con el cliente “difícil”.

Buena actitud: Ser positivo y optimista con el cliente.

Acompañamiento: Llevar al cliente hasta el lugar que él requiere y escucharlo, no importa que no sea su responsabilidad directa.

 

Son muchísimas las cosas que se deben tener en cuenta para que un cliente sienta que lo atendemos bien, sin embargo lo que hemos mencionado si lo aplicamos a consciencia puede contribuir a que una organización sea percibida de manera positiva y que va más allá de solo ofrecer un producto de calidad.

 

Nos vemos, hasta la próxima.

 

Daniel Sánchez García
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Las expectativas que tengamos sobre alguien potencian o limitan sus pensamientos y acciones

Por:

Daniel Sánchez Garcia
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“Si te acepto tal y como eres te estaré haciendo daño; en cambio, si te trato según lo que pienso que eres capaz de hacer, te ayudaré a lograrlo”.

Johhann Wolfgang Von Goethe.

 

Muchos hemos oído hablar de los experimentos de Ivan Pavlov, quien entrenó a unos perros para que salivaran ante el sonido de un timbre porque era la señal de recibir comida, después de un tiempo sólo con sonar el timbre los perros salivaban, por una razón muy simple, tenían  una expectativa de ser alimentados.

 

Una persona tiende a tomar decisiones en función de cómo esperan los demás que actúe, es decir, cumple las expectativas negativas o positivas; hay una frase muy popular, lo que se mide se hace, en este caso, lo que se espera es lo que pasa en realidad.

 

Una persona se esfuerza inconscientemente por cumplir las expectativas, si usted cree en alguien, muestre confianza en esa persona, expréselo, espere que tenga éxito y verá muy rápido resultados diferentes, como alguna vez dijo Jonh H. Spalding: “Los que creen en nuestra capacidad hacen algo más que estimularnos, nos crean un ambiente en el que es más fácil tener éxito”.

 

La mayoría de nosotros inconscientemente enviamos a los demás nuestras propias expectativas, el poder que podemos ejercer al querer influenciar de manera positiva radica en hacerlo de forma consciente, ¿cómo hacerlo?

 

Diga palabras positivas a las personas, piense que en verdad pueden, confíe así el otro se equivoque, transmítalo a través de sus palabras, de su lenguaje no verbal, adjudíquele responsabilidades a esa persona irresponsable y piense sinceramente en que logrará cumplir, esa persona programará su cerebro al logro, visualice esa persona haciendo cosas que todos pensarían que no haría bien,  etiquetar al otro de forma negativa y a priori es muy fácil, hágase el propósito de etiquetar al otro de forma positiva y manifestárselo incluso públicamente, con seguridad esa persona querrá cumplir para defender su honor.

 

Es muy simple, sea como Pavlov que con el sonido del timbre hacía que los perros salivaran y esperaran comida, haga que cada una de sus acciones hacia los demás sean el sonido del timbre  y que las expectativas de esas personas sean esforzarse,  motivarse y finalmente hacer las cosas bien, y si es posible haga el ejercicio con usted mismo, cree expectativas positivas para usted mismo y con certeza comenzará a crear expectativas positivas en los demás con más frecuencia y facilidad, su cerebro y sus resultados se lo agradecerán.

 

Nos vemos, hasta la próxima.

 

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Ser amable, bondadoso y empático tiene muchas ventajas

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Crecí en una familia negociante y emprendedora que se caracteriza por la amabilidad en el trato a los demás, algo que para mí es una gran muestra de inteligencia emocional y empatía.

Una y otra vez hemos podido experimentar el extraordinario y mágico poder de la amabilidad en nuestros negocios y  nuestras vidas personales, lamentablemente la amabilidad tiene un problema de imagen. Cuando alguien es etiquetado de “amable” y “bueno” muchas veces significa que bondad-13los demás no ven muchos otros aspectos positivos y es percibido como pasivo, débil de carácter y con poca ambición, una forma de pensar que debemos ir cambiando si pretendemos que las sociedades más justas, más colaborativas y con mejores relaciones.

Teniendo en cuenta estos inadecuados paradigmas diré que ser buena persona no significa ser ingenuo,  tampoco significa que alguien deba sonreír todo el tiempo mientras los demás te van pasando por encima sin consideración alguna, ser bueno no significa que una persona tenga que dejarse pisotear.

Dentro de la experiencia que he tenido en organizaciones creo con firmeza que BONDAD, AMABILIDAD Y SIMPATIA son tres  palabras muy poderosas  y permiten avanzar con la confianza de que hacerlas parte de la vida abre muchas puertas y permite poner  las necesidades de los demás a la misma altura de las nuestras y eso ayuda  conseguir mucho de lo que deseamos.

 

Razones por las cuales ser buena persona es una ventaja.

 

Las buenas personas tienen mejor suerte en el amor.

Las personas amables y agradables presentan una tasa de divorcios menor que el promedio, y tienen más posibilidades de conseguir pareja Amor-3porque conectan más fácil y mejor con las personas.

 

Las buenas personas ganan más dinero.

Según Daniel Goleman que realizo una investigación sobre la manera en que las emociones afectan en el lugar de trabajo para su libro Primal Leadership, existe una correlación directa entre el ánimo de los empleados y los resultado en ingresos, por cada 2% de mejora en el ambiente de trabajo se consigue un 1% de aumento en los ingresos.

 

Las buenas personas gozan de mejor salud.

Son diversos los estudios que han demostrado esta afirmación, las personas buenas por lo general piensan positivo y en ayudar a los demás de alguna manera, los pensamientos positivos generan neuroquímicos que estimulan la curación natural de enfermedades, que ayudan a los procesos curativos y que elevan las defensas del cuerpo contra posibles infecciones, analiza a las personas que están  enfermas con frecuencia y notaras que un gran porcentaje están expuestas a pensamientos   negativos, estrés, todo lo critican ven el lado problemático  de las cosas en diversas situaciones, y puedo asegurar que no es solo un tema de dinero, es un tema de actitud.

Normalmente son los pequeños detalles (cumplidos, sonrisas, buenos gestos y favores) los que hacen una jornada agradable e incluso pueden lumineerscambiar la existencia propia y la de otras personas, no importa a que te dediques, sea que dirijas una organización, seas una persona emprendedora o simplemente te dediques a tu familia, que la fuerza de las buenas relaciones y el buen trato sean la constante de tu vida y que tu actitud mejore día a día, así te iras abriendo camino de la mejor manera en el logro de grandes objetivos y dejarás una gran huella en la gente que te rodea. Estoy seguro que ese actuar con humanidad te permitirá conseguir mejores resultados antes de lo que desean sin sacrificar sus metas por complacer a los demás,  y por añadidura, serás más feliz y vivirás satisfecho y bien rodeado de gente como tú.

Jamás hay que dejar de ser buena persona, pase lo que pase…

 

Nos vemos, hasta la próxima.

 

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Las impresiones positivas y las buenas emociones son como semillas

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“No puedo ser parte de un mundo donde ser una persona Amable sea una desventaja.”

Keanu Reaves.

Normalmente son los pequeños detalles como las sonrisas, los gestos, los cumplidos y los favores los que hacen la diferencia entre un buen día y un mal día. Esas cosas tan simples hacen que una jornada laboral, una interacción con un desconocido o con alguien de nuestro entorno sea mucho mejor e incluso pueden cambiar nuestra existencia y la de otros.

No importa a que se dedique, ya sea que dirija una gran compañía, su propio negocio o sea un empleado, la fuerza de la bondad y una actitud positiva le ayudarán a abrirse camino entre los malentendidos y prejuicios que a veces impiden conseguir objetivos. Actuar con humanidad le permitirá mejorar sus relaciones sociales y por el simple hecho de hacerlo simplemente será más feliz, sin que eso signifique sacrificar lo que usted desea para complacer a los demás.

Desde hace unos años desde Cerebro en práctica vengo divulgando un enfoque de emociones positivas, cosas tan simples como que  las impresiones positivas son como semillas, por ejemplo, sonreírle cordialmente a un mensajero o un mesero que lo atiende con gusto, escuchar atentamente a un colaborador o una persona que hable con usted, dar las gracias a alguien o tratar con cortesía a un simple extraño, todas esas acciones finalmente emiten energía positiva que se contagiará de una persona a otra y esto tendrá un efecto multiplicador y creador, al final dichas impresiones positivas  terminan retornando a uno mismo de alguna manera.

En muchas ocasiones los resultados de mostrar el lado más humano y el buen trato no acostumbran a ser directos,  y tal vez sea posible que mostrar su lado más humano no le genere algún beneficio en particular aparte de una cálida sensación de bienestar que notara en su interior, que a la larga es lo más importante, sin embargo, he descubierto  por experiencia que las buenas acciones tienen un efecto dominó, incluso es posible que nunca más pueda seguir la pista a menos que tenga un encuentro especifico de nuevo con esa persona a la cual le dio un buen trato o le ayudó, pero  con certeza el poder de las buenas acciones da las bases para disponer de muy buenas oportunidades a lo largo del camino. Las impresiones positivas son como las semillas, se plantan y uno muchas veces hasta se olvida de ellas, pero van creciendo y aumentando de tamaño bajo la tierra y muchas veces de manera exponencial.

Tal vez en un mundo como el actual cada vez sea más complicado pensar en este tipo de cosas, tenemos grandísima cantidad de información negativa de todos los medios de comunicación existentes y al parecer las cosas buenas que pasan se van volviendo parte del paisaje, sin embargo, sigo creyendo que en el cerebro de cada persona hay un alto componente de bondad y que la gente quiere hacerle el bien a los demás, yo quiero seguir pensando que por naturaleza la gente es empática, bondadosa y de pensamientos positivos hacia los demás, así el mundo en parte me quiera demostrar lo contrario, pero no importa, creo en los seres humanos porque tengo la fortuna de estar rodeado de personas espectaculares, y cada vez podemos ser más los que demos algo bueno por otro, sin esperar nada a cambio, simplemente porque lo vale, da buenas sensaciones y ayuda  mantener la mente en armonía.

 

Daniel Sánchez García
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Comunicación emocional y personal en un mundo de nuevas tecnologías y redes sociales

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¿La tecnología en las comunicaciones ha cambiado la vida de las personas? Es una realidad, en los últimos años el uso de  internet, telefonía móvil y plataformas virtuales  ha permitido más cercanía y estar mejor comunicados, haciendo  más eficientes y económicas las cosas que antes parecían imposibles, pero ¿qué pasa cuando se llega al extremo  de  interactuar gran parte del tiempo por redes sociales, chats y otros sistemas de comunicación? Es ahí cuando laLenguaje-Corporal-2 tecnología va en contra de las relaciones interpersonales, lo que lleva a la gente a perder gradualmente habilidades para expresar, manejar, comprender  e interpretar las emociones propias y ajenas dada la disminución de conversaciones e interacciones reales, algo que se puede entender remitiéndonos a los conocidos datos expresados por el psicólogo Albert Mehrabian,  Quien afirma que de un 100% de la comunicación humana el 55% se expresa a través de los gestos faciales y corporales, el 38% se expresa a través del  tono de voz, la cadencia, el volumen y la velocidad con que se habla (Lenguaje no verbal) y que  sólo un 7% corresponde a las palabras que efectivamente se dicen (Lenguaje verbal). Teniendo en cuenta lo anterior y observando los sistemas de comunicación digital, es evidente que aún existen  muchas limitaciones y  quedan  por fuera muchos elementos del lenguaje no verbal que son fundamentales para  comprender lo que sienten y expresan las personas al comunicarse, lo paradójico  de todo esto es que sin darse cuenta, la gente ha disminuido los encuentros presenciales y no solo en entornos corporativos y empresariales, más grave aún, en entornos personales y familiares.

 

Un caso corporativo que ilustra la falta de comunicación personal.

En el año 2015 conocí al gerente de una compañía de tecnología informática y en un café nos sentamos a conversar sobre los avances que había 2015-04-17_IMG_2015-04-17_18-39-06_Fotolia_67367218_Subscription_Monthly_Mhecho su organización en cuanto a la productividad, modernización e innovación de sus productos y procesos. Su modelo llamó mi atención, nadie tenía oficina, todos tenían portátil, Smartphone y demás aparatos tecnológicos, todos estaban interconectados y si necesitaban reunirse alquilaban por horas o días una oficina dotada, tenían libertad de horarios siempre y cuando las metas mensuales se cumplieran, de hecho cumplían todos los pronósticos e incluso doblaban en crecimiento a su competencia del mismo tamaño en el sector, lo cual generaba bonificaciones mes a mes.

Al escuchar al gerente hablar con orgullo sincero de la forma en que sus colaboradores trabajaban, comenzaron mis preguntas ¿por qué me había abordado? Su rostro mostraba que algo estaba ocurriendo.

 

Todo lo que me has contado es excelente le dije, ¿Cuál es la parte a mejorar?

 

El gerente respondió:

 

La gente produce resultados, recibe excelente remuneración, aparentemente todo está bien, pero algo no funciona dado que  los empleados no duran más de un año y se retiran por no sentirse cómodos en la organización.

Conversé con los empleados de la organización, quienes expresaron que se manejaba un ambiente laboral muy tensionante por la falta de comunicación, la poca interacción presencial y las relaciones personales casi inexistentes entre ellos, lo cual llevaba a un ritmo  bastante agitado donde la gente se sentía muy agotada, y comprometía en parte su vida privada por trabajar incluso hasta sesenta y cinco horas a la semana.

Los empleados también expresaron que así pudieran interactuar por plataformas virtuales, whatsapp y demás redes sociales, hacía falta el componente de comunicación, pues la percepción generalizada era que nadie pensaba en el otro, nadie escuchaba y todo estaba en función de los objetivos de la empresa y no de cómo se sentían  las personas.

Después de conocer la situación, hicimos una salida de campo donde nos propusimos llegar al clima laboral que todos querían realizando ese ajuste que la gente estaba pidiendo de manera directa e indirecta, se trataba de algo sencillo,  retomar la comunicación de la vida cotidiana y que imagesla gente poco a poco ha ido perdiendo, con el paso de los días se  lograron crear e incentivar vínculos de empatía, espacios permanentes de comunicación abierta, de escucha activa y más interacción personal, más lazos de confianza en donde los empleados pudieran expresar sus emociones, sus sentimientos, sus estados de ánimo, sus obstáculos y sus dificultades, todo esto sin dejar de lado la comunicación por plataformas virtuales y redes sociales.

La creación de lazos emocionales y afectivos de sana interacción personal entre los empleados llevó a la empresa unos meses después a crecer un treinta por ciento más de lo que estaban creciendo, una cifra bastante interesante, solamente potenciando  un modelo productivo virtual sin desconocer que detrás de esos chats y publicaciones en especial hay personas llenas de emociones y sentimientos.

 

Un llamado a la reflexión.

La sugerencia que estamos haciendo es simple, use la tecnología de una manera eficiente y moderada, los grandes cambios son una realidad, pero hasta ahora nada ha reemplazado el placer y los beneficios de una comunicación personal.

Recomendaciones.

  • Recuerde que de un 100% de la comunicación humana el 55% se expresa a través de los gestos faciales y corporales, el 38% se expresa a través del tono de voz, la cadencia, el volumen y la velocidad con que se habla (Lenguaje no verbal) y que  sólo un 7% corresponde a las palabras que efectivamente se dicen (Lenguaje verbal), la mejor forma de comprender los mensajes emocionales que entregan las demás personas sigue siendo la interacción personal.
  • Desarrolle cada vez mejor habilidades emocionales y de comunicación para que sus interacciones con los demás sean cada vez mejores.
  • Calidad en la comunicación emocional = Calidad en las relaciones y los vínculos afectivos y sociales, logre que las redes sociales sean para mejorar, no para empeorar.
  • Haga lo posible por tener conversaciones cortas por redes sociales para que no se quede rápidamente sin tema de conversación con las personas que interactúa de manera personal.
  • Utilice las nuevas tecnologías como una manera sana de relacionarse y comunicarse, no como una adicción sin sustancia química que se salga de sus manos.
  • Busque reunirse frecuentemente con familiares, compañeros de trabajo y amigos, si bien los chats grupales son un beneficio sobre todo cuando hay distancias, haga lo posible por un encuentro personal o como mínimo una llamada telefónica.
  • Potencie con las personas espacios de interacción personal saludables.

 

Daniel Sánchez García
Mercadólogo – Profesional en coaching y neurociencia aplicada
Certificación internacional Asociación Española de Coaching (ASESCO)
Administrador de Mercadeo
Institución Universitaria CEIPA
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