La neurociencia, los sentidos y el vino

Por

Daniel Sánchez Garcia

Candidato a Magister en Comportamiento del Consumidor Universidad Pontificia Bolivariana.

Administrador de Mercadeo CEIPA.

Instagram y facebook:   @dsanchezga

Correo: dsancheg@gmail.com

 

El estudio del cerebro en los entornos corporativos y mercantiles ha tomado mucha relevancia desde hace muchos años y la industria del vino no ha sido la excepción, por ejemplo, actualmente se está hablando de neuroenología y marketing sensorial, incluso hay neurocientíficos hablando del tema, como Gordon Shepherd Un ejemplo de que la industria del vino no ha sido ajena a la neurociencia.

La cata como un acto multisensorial.

Una de las facetas interesantes de estudiar es la relación entre el vino y el cerebro, La neurociencia entra en juego porque sin el cerebro para decodificar los sentidos no habría manera de experimentar esta milenaria bebida.  Lo fascinante del vino es que contrario a otros alcoholes, estimula todos los sentidos a partir del momento en el que se descorcha. Normalmente incluso en el mundo de los expertos en vino se ha hablado de tres  sentidos y su relación con el vino, la vista, el olfato y el gusto, de su importancia para disfrutarlo y de lo sugerente que es el hecho de que cada uno de ellos cumpla una función en el momento de beberlo, sin embargo el olfato y el gusto no son los únicos sentidos importantes, el oído y el tacto también son fundamentales, es por eso que las catas de vino tienden a relacionar música y vino porque “el sonido, y concretamente la música, interactúan con el vino y lo hacen de forma especial complementando los maridajes,  todo esto, asociado a emociones, se trata de tomar en cuenta en una cata de vino la influencia de espacios multisensoriales, es por ese motivo que sabemos actualmente el papel juega todo que nos rodea cuando degustamos el vino, la luz del lugar puede tener un papel determinante, así como el maridaje que existe entre algunos vinos y diferentes estilos de música. Conociendo estas relaciones se pueden hacer productos más ‘deseables’ a los consumidores y lograr experiencias realmente memorables, con las claridades explicadas de forma sencilla desde la neurociencia, se puede saber con más certeza a que apuntarle.

El oído también se involucra cuando ponemos mucha atención en todo los que narra el sommelier sobre los vinos de una cata, y se escucha a las demás personas interactuando durante la experiencia, mientras que el tacto se manifiesta a través de nuestra lengua y paladar, así  percibimos la estructura y cuerpo del vino, se siente la forma y la temperatura de la copa, así como la forma de la botella y el tipo de corcho, detalles que también tienen una nota muy especial, aunque parezcan menores no lo son, así, todos estos estímulos auditivos, táctiles, visuales, gustativos y olfativos interactúan en simultánea  en una danza armónica y se mezclan con ese contexto mágico, histórico y envolvente que llega hasta lo mas profundo de la memoria y crea una experiencia agradable tanto para quien inicia en el mundo del vino como para quien ya lo está.

Sensaciones conscientes e inconscientes de los sentidos.

De toda la información sensorial que llega al encéfalo, solo una fracción llega a la consciencia, la mayoría de señales pasan inadvertidas, solo los datos especialmente intensos o importantes captan nuestra atención y tomamos conciencia de ellos, sin embargo las sensaciones de las cuales no somos conscientes también guían nuestras acciones, así que los sonidos, los olores, las imágenes, los sabores y las sensaciones a las que no prestamos demasiada atención pueden influir en nuestro comportamiento (Carter, 2009), para complementar esta información, en diversos libros de neurociencia se argumenta que las señales recibidas por el tacto, la vista y el oído son primero procesadas en el tálamo, una estructura del área límbica que actúa como una estación repetidora entre los órganos de los sentidos y el cortex, la función del tálamo es filtrar la información y enviarla a las diferentes zonas del cortex para ser procesada, los estímulos visuales son procesados por el lóbulo occipital, los estímulos auditivos son procesados por el lóbulo temporal y los estímulos táctiles son procesados por la corteza somatosensorial, es ahí cuando somos conscientes, algo que no sucede con el gusto y el olfato, porque cuando los estímulos llegan, son procesados por el bulbo olfatorio, una estructura que pertenece al sistema límbico, por eso cuando un estimulo olfativo o gustativo llega, la reacción es menos consciente que los estímulos de los demás sentidos, por lo tanto más automática.

¿Por qué son tan importantes los sentidos del gusto y del olfato en el vino?

Aunque para los seres humanos la visión es el sentido dominante gran parte de la vida de un ser humano, el olfato sigue siendo importante porque avisa de las sustancias del entorno, los sentidos del gusto y del olfato están íntimamente asociados, por ser sentidos químicos. (Carter 2009). Al igual que el gusto, el olfato es un sentido químico, los receptores de la cavidad nasal detectan las moléculas que nos permite incluso degustar los olores. Cuando eso sucede, los receptores envían impulsos eléctricos al bulbo olfatorio, ubicado en el área límbica para su procesamiento.  Un acontecimiento se asocia con datos de todos los sentidos, coordinados por el hipocampo, y cuando se re experimenta alguno de los datos de la vista, el olfato, el gusto, el tacto y la audición puede desencadenarse un recuerdo, el olor no obstante parece estar más asociado a la memoria, puede que esto sea así porque las regiones olfatorias están vinculadas con todas las áreas emocionales del sistema límbico. (Carter, 2009).

Como el bulbo olfatorio hace parte del sistema límbico, la sede de nuestras emociones, deseos e instintos es normal que el olfato y el gusto puedan desencadenar fuertes reacciones emocionales, es más probable que se evoquen sentimientos y recuerdos con el olfato y el gusto que con los demás sentidos, por eso el olor y el gusto tiene un importante papel en la elección sexual y la formación de preferencias o desprecio por comidas y bebidas y esto lo explicaremos a continuación. El bulbo olfatorio, que procesa los estímulos del olfato y del gusto, está en el sistema límbico, a solo dos sinapsis de la amígdala (estructura asociada a las emociones instintivas) y a solo tres sinapsis del hipocampo (asociado con la memoria), cuando sentimos un olor o un sabor  por primera vez, este queda vinculado a las emociones que asociamos con los acontecimientos de aquel momento, si se vuelve a sentir este olor o ese sabor, puede desencadenarse un vinculo y evocarse los recuerdos y las emociones asociadas. (Carter, 2009).

Asociaciones gustativas y olfativas.

Basado en las explicaciones anteriores, cuando un alimento nos sienta mal, el rechazo asociado puede perdurar mucho tiempo e incluso resulta repulsivo solo pensar en él. El llamado aprendizaje de aversión al sabor y al olor ha sido demostrado por investigadores de la facultad de medicina de Harvard, que administraron a unas ratas un liquido dulce que las hizo enfermar temporalmente, luego de eso, vitaron el liquido a pesar de su tentador sabor (Carter, 2009), llevado al campo de los humanos, la experiencia de sabor y olor es bastante importante para determinar si un alimento genera agrado o desprecio.

Haré una referencia especial a una conclusión personal basada en la organización vertical del cerebro, entre menos consciente es más automático, es decir, la zonación vertical del encéfalo va desde la actividad mental de alto nivel en la corteza prefrontal hasta las funciones cada vez más básicas en la parte inferior del tronco encefálico que controlan las funciones vitales como la respiración y el ritmo cardiaco. ¿Qué tiene que ver esto con los sentidos el vino?  ya se había hablado que la vista se procesaba en el lóbulo occipital, la audición en el lóbulo temporal y  el tacto  en la corteza somatosensorial, las tres zonas pertenecientes a la corteza cerebral,  la región más alta del encéfalo (más consciente) mientras que el olfato y el gusto se procesan en el bulbo olfatorio, perteneciente al sistema límbico que gestiona comportamientos y reacciones emocionales (menos consciente y más automático) esta podría ser una de las razones por las cuales los consumidores le dan tanta importancia a probar y oler un vino, muy por encima de verlo, escucharlo y sentirlo. Este tipo de conclusiones tratan de ser deducidas desde razones neurocientíficas más que desde una simple conclusión experiencial, social o cultural, aun cuando esos argumentos no deben desecharse porque pueden ser igual o más importantes que las explicaciones científicas, dado que en este momento se carece de experimentos medibles que validen la veracidad de los argumentos.

Lo que mueve a los seres humanos es la emoción, no la razón.

Los consumidores que toman decisiones basándose exclusivamente en hechos, representan una minoría muy pequeña, pero incluso para ese tipo de personas siempre hay algún producto o servicio que compra movido por la emoción. Citando al neurólogo canadiense Donald Caine “la diferencia esencial entre la emoción y la razón es que la emoción nos lleva a la acción, mientras que la razón nos lleva a elaborar conclusiones (Roberts, 2004). La emoción y la razón están entrelazadas, pero si llegaran a entrar en conflicto la emoción gana, no obstante, la mayoría de las personas compran con la cabeza y el corazón, o si lo prefieren, con emociones. Buscan con una base racional: ¿Qué hace el producto y por qué es la mejor elección? Pues su decisión es emocional: me gusta, lo prefiero, me produce una buena sensación. (Roberts, 2004).

Esta argumentación tomada del libro Lovemarks de Kevin Roberts, continua la explicación que traíamos para reforzar la importancia del gusto y del olfato a la hora de tomar una decisión en un producto como el vino, al ser sentidos que son procesados mayoritariamente en el bulbo olfatorio que se encuentra dentro del sistema límbico es coherente pensar que la decisión de compra de un vino en particular está asociado a una experiencia que evoca recuerdos, sensaciones, emociones y momentos estimuladas por olores y sabores, seria raro que un consumidor conocedor de vinos tome la decisión de compra solo porque  le parece bonita una etiqueta o por la forma particular de una botella, por lo general la respuesta que daría seria, me gusta el sabor y el olor del vino, conozco el sabor de la uva, me huele bien, y muy seguramente ese olor y ese sabor evocará un recuerdo, una experiencia o una emoción.

En conclusión, el vino como producto tiene una cantidad incontable de referencias históricas, artísticas, culturales, sociales y mercantiles, sin embargo, analizado desde una disciplina como la neurociencia se trata de dar una explicación con argumentos científicos que brindan un matiz complementario al entendimiento de esta bebida su significado en la mente de las personas que trasciende el tiempo y la geografía no solo desde hace siglos sino hasta el momento actual.

 

Referencias bibliográficas.

  • Carter, R. (2009). The human brain book. Gran bretaña: Editorial DK, 77- 57 – 94- 96- 97 – 99.
  • Roberts, K. (2004). Lovemarks, The future beyond brands. Barcelona. Ediciones Urano, S.A, 42 – 43

Hay que hacer que el cliente sea el eje de todos los esfuerzos organizacionales

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Daniel Sánchez Garcia

Mercadólogo – Profesional en Coaching y Neurociencia aplicada

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Se habla demasiado de cómo sobrevivir en un mundo tan competitivo como el actual, y la verdad lo que hay que entender es algo muy sencillo, las empresas  que sobrevivan en el futuro serán aquellas que sepan hacer de sus clientes el eje de todos los esfuerzos organizacionales, y esto parte de algo llamado actitud, en gran medida. Continuar leyendo

Jugársela a pesar del miedo

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Daniel Sánchez Garcia
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Si en tu vida está claro un sueño que te genera vibración, pasión y tienes la fortuna de una oportunidad de ir por el a  pesar de existir un riesgo latente de fracaso por factores propios o por factores externos, es preferible  en un futuro contar la historia de que lo intentaste con los recursos que tenías disponibles a que cuentes la historia de que tuviste la posibilidad de  intentarlo y te dejaste llevar por el miedo o por evitar el dolor de una posible perdida, algo que también es entendible. Continuar leyendo

En el mundo comercial lo que nos mueve es la emoción

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Daniel Sánchez Garcia
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¿Qué pasaría si nos quedamos sin la capacidad de sentir emociones? Los neurocientíficos han demostrado que si los centros emocionales del cerebro se dañan perdemos la capacidad de tomar decisiones.

Por ejemplo el neurocientífico Donald Calne lo cuenta de una forma muy llamativa. Continuar leyendo

Una mejora diaria, de lo pequeño a lo grande para lograr propósitos poderosos.

Por:

Daniel Sánchez Garcia
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“Céntrate en el viaje, no en el destino, la alegría no radica en concluir una actividad sino en hacerla”.

Greg Anderson.

 

Nos encanta ponernos metas grandes y sentirnos orgullosos de lograrlas, pocas cosas son mejores que eso, es algo muy bueno porque eso reta la mente a generar resultados poderosos. En esta ocasión voy a compartirles parte de la experiencia con mi familia, algo demasiado sencillo y fácil de ejecutar para el cerebro que hicimos parte de nuestros hábitos, sin dejar de lado lo potente de pasar a la acción.

Cuando queremos hacer un cambio nos hacemos propósitos grandes y ambiciosos que en ocasiones  no son fáciles de ejecutar y tienen muchas acciones, razón por la cual es probable que nos abrumemos de tanto que tenemos en la cabeza y terminemos logrando mucho menos de lo planeado originalmente, esto nos puede llevar a pensar que no somos capaces de hacer algo o que nos queda muy difícil, no es un tema de capacidad,  es que al cerebro le cuesta hacer un cambio fuerte y salir de la zona de confort y más si ese cambio lleva muchas acciones que no son habituales,  por eso hay que facilitarle las cosas, y es por una razón muy simple, el cerebro tiene una tendencia biológica a economizar energía vital porque es un administrador inteligente, si lo recargamos él nos va a decir de manera inconsciente “no me presione tanto que yo no estoy acostumbrado a eso” y  comienza a buscar formas de postergar y de evadir, algo muy pero muy normal.

 

Una mejora diaria es clave para ponérsela fácil al cerebro.

Cuando nos paramos a ver la lista de propósitos que tenemos (sobre todo a principios de año) es normal preguntarse ¿Cuándo se hará todo eso? si la cantidad de cosas nos proponemos es demasiado grande el cerebro se verá desbordado y así pierde capacidad de  enfoque, y pues… “el cerebro necesita enfoque para lograr objetivos importantes”

Hace unos años antes de ser coach  yo me planteaba objetivos muy grandes, muy buenos, con las mejores intenciones para mi vida pero muy complejos, me di cuenta que por más que quisiera me costaba ejecutarlos y me sentía totalmente culpable, un día  me senté con mis padres a hablar de los negocios familiares y  nos dimos cuenta que estábamos abrumados, que se nos estaban quedando un montón de cosas sin hacer, entonces decidimos pensar en  pequeño para hacer lo grande, partiendo de cosas sencillas, tareas que se pudieran realizar de manera diaria con facilidad para activar el cerebro paso a paso y no generarle incomodidad.

 

“Quizá nunca sepas cuáles serán los resultados de tus actos, pero si no haces nada no habrá resultados”.

Mahatma Gandhi.

 

Sin perder de vista los objetivos bien pensados nos hicimos la siguiente pregunta ¿Qué pasaría si hacemos una mejora diaria en nuestra vida y vamos sumando paso a paso? pasamos a la acción a ver que sucedía, cambiar un aspecto sencillo que seguro aportaría algo al logro de algo más estratégico. Pareciera no ser muy significativo pero cuantitativamente serán 30 mejoras en un mes, 360 mejoras en un año, cuando comenzamos a dividir las grandes cosas en pequeñas vimos unos resultados espectaculares,  pongamos algunos ejemplos cotidianos.

 

Hacer cambios en tu lugar de trabajo: Mejorar  procesos en nuestro lugar de trabajo implica tomar muchas decisiones, revisar formatos, recopilar mucha información, planear, hacer muchas cosas nuevas que normalmente no hacíamos, eso asusta, es entendible, si ya estamos cansados con lo que tenemos, ¿qué va a pasar si hacemos más cosas?

Comenzar a hacer una mejora nueva cada día nos dará una sorpresa gigante porque al final del año veremos que logramos paso a paso un montón de cosas que nos habrían llevado mucho cansancio si las hacíamos en bloque, sin embargo se nos hará más fácil un logro cada día y químicamente nuestro cerebro reacciona muy positivamente a las pequeñas recompensas, lo cual por defecto nos hará sentir mucho mejor, más positivos y más productivos, algo que mejorará nuestra calidad de vida en diferentes entornos.

Leer un libro: La mayoría de nosotros tenemos un libro grande que nos queremos leer, vamos lo compramos y a los 5 meses, el libro va en la página 20 de 340, acompañado de un gran sentimiento de culpa.

¿Cuánto te demoras en leer una página comprendida? Cada persona tiene su ritmo, pero si lees una página en 3 minutos leerte 10 páginas solo te tomará 30 minutos de enfoque y leerás un libro de 300 páginas en 10 días, que es un objetivo grande y bien interesante, ya sea por aprendizaje, por crecimiento personal o simplemente por placer, alguien me preguntó hace algún tiempo en una conferencia ¿cómo has hecho para leer tantas cosas? Bueno, les acabo de dar mi respuesta, y si además se hace por pasión y no por obligación, esa tarea se acaba mucho más rápido y la percepción del tiempo es totalmente distinta.

Desarrollar un nuevo producto en nuestro trabajo o nuestro emprendimiento: ¿Cuántas veces tenemos en la cabeza una idea espectacular y hasta los recursos para desarrollarla pero se nos pasan los meses y los años en lograrla o simplemente no se logra?

Esto le ha pasado a pasado a muchas personas y es porque simplemente desarrollar un nuevo producto tiene muchísimas variables implicadas, pero si comenzamos a crear un mapa mental y a visualizar todas las acciones, desarrollándolas paso a paso, una por una, veremos que sacaremos ideas adelante con muchísima facilidad y que era más fácil de lo que parecía, pero si dejamos las ideas en la cabeza y no comenzamos a realizar acciones que le den forma a lo que queremos, la vida va pasando y pasando…  ¿vamos a esperar a tener el tiempo suficiente para dedicarle? Tal vez ese tiempo suficiente jamás llegue en un mundo que va tan rápido y esa idea se quede en el olvido, comienza ahora, comienza desde lo pequeño para hacer lo grande, y en unos meses o años te darás cuenta de todo lo que sacaste adelante y ni te diste cuenta.

Actúa, vale la pena, la felicidad de la vida y el sentido de la vida tiene que ver mucho con los resultados, el cerebro está capacitado para hacer lo que sea que te propongas, pero ayúdale a que la tenga fácil.

 

Nos vemos, hasta la próxima.

 

Daniel Sánchez García
Mercadólogo – Profesional en coaching y neurociencia aplicada
Certificación internacional Asociación Española de Coaching (ASESCO)
Administrador de Mercadeo
Institución Universitaria CEIPA
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Sentirse bien consigo mismo, aspecto clave para brindar un buen servicio.

Por:

Daniel Sánchez Garcia
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La forma en que nos sentimos con nosotros mismos afecta fuertemente nuestras relaciones con los demás, pues las otras personas se dan cuenta de inmediato si estamos preocupados, enojados o deprimidos, por lo tanto una actitud despreocupada influye de manera significativa en la atención que le podemos dar a un cliente.

Cuando nos sentimos bien con nosotros mismos sabemos que podremos manejar mucho mejor situaciones problemáticas, empezar con una actitud positiva nos dará mayor confianza personal, algo que nos permite poner las experiencias negativas en el servicio en otra perspectiva más constructiva y concentrarnos en lograr resultados productivos.

Necesitamos gustarnos a nosotros mismos.

Es vital sentirnos con nosotros mismos con el fin de poder utilizar una comunicación amable con los demás, lo cual que no sucede de forma automática, algo base para iniciar es tener el control propio de lo que hacemos, de nuestras emociones, de nuestros sentimientos, reconociendo que en muchas ocasiones los clientes no son los causantes de nuestros problemas y debemos revisar si las cuestiones negativas vienen de nuestro entorno personal, social o laboral, si entendemos esto podemos tratar a los demás de manera más amable.

Mejorar las emociones mejora el lenguaje no verbal.

En el servicio al cliente el lenguaje no verbal es algo fundamental, una buena expresión enamora, una mala expresión hace que el cliente se vaya y tal vez no regrese jamás, para mejorar el lenguaje no verbal hay que mejorar las emociones, dado que nuestro rostro y  cuerpo refleja lo que tenemos en la mente, y no estamos hablando de ser alguien atractivo físicamente, hay personas que pueden tener una belleza espectacular pero generar rechazo con solo estar cerca, como hay otras que no tienen esa ventaja de la belleza física pero logran ser demasiado atractivos y provoca tenerlos cerca el mayor tiempo posible, y esto en buena parte se debe a las emociones positivas que proyectan a través de su rostro y cuerpo, siéntase bien y eso se ve con toda certeza.

Dese un auto reconocimiento al hacer bien su trabajo.

Para tratar a los demás de manera exitosa, primero debemos tratarnos exitosamente, así que cuando sepa que está haciendo bien su trabajo, dese un reconocimiento, especialmente si nadie más le reconoce su desempeño, saborear los logros de una labor bien hecha y ser consciente de ello, esta acción sencilla contribuye a mantener un balance neutral con las experiencias negativas y poco amables que podamos experimentar en nuestro día a día.

Acepte con alegría el reconocimiento.

Acepte con alegría el reconocimiento de otros cuando lo reciba, si podemos aceptar el reconocimiento de otras personas que conocemos, también debemos ser capaces de aceptar el reconocimiento de clientes y compañeros de trabajo que no conocemos muy bien.

Los estudios que se han hecho relacionando la inteligencia emocional con las áreas comerciales muestran que cuando nos vemos bien es porque nos sentimos bien con nosotros mismos, por ejemplo, cuando nos vestimos bien, nos hacemos un cambio para mejorar nuestra imagen o ponemos cuidado de manera exitosa a nuestra apariencia física, pero sobre todo cuando aumentamos nuestras emociones positivas.

La apariencia es algo importante para el servicio.

Nuestra apariencia impacta de gran forma en las primeras impresiones de las personas que conocemos. Estamos de cara a los clientes, por lo tanto vestir adecuadamente, oler fresco y limpio, cuidar nuestro cabello, uñas y manos, contribuye de manera positiva a la percepción que los consumidores tienen de nosotros.

Ejercicios para mejorar la sensación consigo mismo.

  1. Todos estamos orgullosos de ciertas cualidades personales, ¿cómo cree que sus amigos y familiares lo perciben? ¿Cuáles serían las cuatro palabras que escogerían para describirlo?
  2. ¿Cuáles serían las cuatro palabras que escogerían sus compañeros de trabajo para describirlo?
  3. compare ambas listas ¿cree que sus amigos y compañeros lo verían de la misma forma? Si las listas son distintas ¿a qué atribuye ambas diferencias?
  4. Mencione cuatro cualidades que posee y por las cuales siente mayor orgullo.
  5. ¿cree usted que se percibe a si mismo esencialmente de la misma forma que lo perciben sus compañeros y amigos de trabajo con los que trata? Si no es así explique por qué usted se ve de manera distinta.

Este tipo de ejercicios ayudan a tomar consciencia de lo que uno es y a tomar decisiones de cambio interesantes, si hay una tendencia a tener contacto con clientes, será algo muy bueno revisar de manera atenta este tipo de cosas y comenzar a pensar en que siempre valdrá la pena reunir las características suficientes que te permitan tener una sonrisa sincera y constante.

 

Nos vemos, hasta la próxima.

 

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Seis características clave del buen servicio para seducir la mente del consumidor.

Por:

Daniel Sánchez Garcia
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Cuando los socios y directivos de una organización se hacen el propósito de generar valor para sus consumidores y clientes en lo primero que piensan es en desarrollar una gama de productos interesantes, con una alta calidad y con un precio competitivo. Observando los mercados actuales estas son características necesarias pero no suficientes, pues todo mundo está pensando en lo mismo y es lo mínimo que se le exige a una organización si quiere sobrevivir en un mercado altamente competitivo, sin embargo, el cliente está esperando algo que va mucho más allá de la utilidad o satisfacción que el producto por si solo puede ofrecer, es decir un excelente servicio.

El servicio es una de esas variables vitales porque influye directamente en el cerebro emocional e instintivo de los consumidores logrando que sean fieles a una marca, tengan muy buena recordación y tomen decisiones de compra. Desde la psicología del consumidor, la neurociencia y el marketing se ha demostrado que los clientes deciden donde gastar su tiempo y su dinero dependiendo de lo que una empresa u organización hace – o no hace – para lograr que la experiencia de compra sea placentera a través de un excelente servicio y la calidad de esa experiencia determina que personas regresen. Tal y como pasa en las relaciones sociales, si tenemos un encuentro negativo con una persona evitaremos al máximo tener contacto de nuevo a menos que sea estrictamente necesario, en las relaciones comerciales pasa exactamente lo mismo, si un cliente tiene una mala experiencia evitará el contacto con una organización que le prestó un mal servicio y en la primera oportunidad buscará opciones con organizaciones que lo hagan sentir mejor conservando la misma calidad de producto y con un precio igual o mejor, lo cual es muy sencillo en una economía tan globalizada como la actual.

Todo lo anterior parece obvio, pero cuando se mira la realidad son realmente pocas las organizaciones que han logrado enamorar a sus clientes con un servicio inspirador donde las emociones y los sentimientos de este sean el centro de las prioridades, y las que lo han logrado tienen unas características comunes y sencillas que seducen la mente del consumidor, aquí enumeraremos algunas.

1. La comunicación amable es parte de la cultura organizacional.
El buen trato es una premisa, y no es negociable, las personas están totalmente comprometidas con eso, sin importar de que tipo de cliente se trate, y si pasa algún tipo de incidente, conservan siempre la calma.
2. Preparación y entrenamiento en habilidades sociales y emocionales.
Los directivos y empleados de la organización están constantemente entrenándose para desarrollar habilidades que les permitan entender sus emociones y las de los sus clientes.
3. El trabajo en equipo.
es una de las características importantes de la organización porque permite dar una respuesta unificada, positiva y rápida a las necesidades de los consumidores, si entre las diferentes áreas los conflictos son cada vez menos, los beneficiados serán los clientes y la empresa podrá generar mejores resultados financieros al mejorar el posicionamiento positivo de la marca en la mente del consumidor.
4. Excelente clima organizacional.
Esta característica está muy relacionada con las tres anteriores, si hay un buen trabajo en equipo entre todas las áreas, un trato amable y una constante capacitación eso ayuda a que el clima organizacional sea algo muy positivo de cara al cliente, quien está en capacidad de notar ese tipo de cosas con mucha facilidad, si hay un mal clima organizacional será muy complicado ocultarlo, por eso las organizaciones comprometidas con los clientes están bien desde adentro para proyectar buenas sensaciones al exterior.
5. Actitud positiva y proactividad.
La buena calidad en el servicio parte de una buena actitud de los empleados de la organización, de querer servir al cliente a pesar de las circunstancias adversas de la misma organización, de la economía y de la sociedad.
6. Sentimiento de orgullo por la organización y sentido de pertenencia.
Las personas de la organización se sienten orgullosas de un trabajo bien hecho, hay una gran diferencia entre un desempeño de alto nivel con una gran dosis de compromiso y un desempeño mediocre, a pesar de que el compromiso y el sentido de pertenencia son cualidades muy valiosas y a veces escasas, se puede notar fácilmente quien ama su empresa y quien no, algo que va mas allá de simplemente recibir un pago cada cierto periodo de tiempo y eso se refleja de inmediato en la capacidad de prestar un buen servicio que agrega un diferencial a las características del producto.
A grandes rasgos estas son las características que las organizaciones exitosas en el servicio han logrado desarrollar dentro de su filosofía corporativa, eso tiene su proceso de maduración, pero cuando de verdad se quiere ir mas allá y seducir la mente del consumidor, el resultado es que el cliente se queda, es fiel a la marca y la prefiere por encima de cualquiera.

Nos vemos, hasta la próxima.

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Ocho mitos y realidades de la inteligencia emocional

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Daniel Sánchez Garcia
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Desde la década de los ochenta hasta nuestros días las personas han entendido la importancia de la comprensión y el manejo de las emociones en sus vidas cotidianas y en las organizaciones de cualquier tamaño, razón por la cual  se han publicado toda una gama de artículos, libros y estudios –algunos serios y otros no tanto– sobre inteligencia emocional, lo que ha provocado que surjan muchas ideas ciertas y falsas, lo cual es normal  cuando un tema se da a conocer de manera masiva y hay muchas opiniones al respecto, en esta entrada trataré de hacer algunas claridades sencillas que me han sugerido los lectores y las personas que han asistido a los  cursos y conferencias de Cerebro en Práctica, así que comencemos.

 

1. ¿Debo ser empático y agradable todo el tiempo?

La inteligencia emocional no significa ser empático,  en momentos estratégicos se puede requerir enfrentar a alguien sin rodeos para hacerle ver una verdad importante aunque sea molesta.

 

2. ¿Debo expresar todo lo que siento?

La inteligencia emocional no significa darle rienda suelta a los sentimientos sacando todo lo que se tiene en la mente, contrario a lo que mucha gente piensa, se trata de manejar los sentimientos de tal modo que sean expresados adecuadamente permitiendo evitar roces y conflictos innecesarios, en especial cuando se trata de comunicar ideas o trabajar en equipo.

 

3. ¿Hay demasiada diferencia entre hombres y mujeres en cuanto al manejo de las emociones?

Es cierto que  hombres y mujeres como grupos tienden a compartir un perfil especifico de puntos fuertes y puntos débiles, por ejemplo  las mujeres en promedio tienden a tener  mayor consciencia de sus emociones, demuestran más empatía y son más aptas para las relaciones interpersonales mientras  que los hombres en promedio tienden a adaptarse más fácil a los cambios, son más enfocados  y manejan mejor el estrés, sin embargo aun con lo anteriormente mencionado son muchas  más las similitudes que las diferencias en cuanto al manejo y el entendimiento de las emociones, es fácil encontrar hombres tan empáticos como la más sensible de las mujeres, y mujeres tan capaces de soportar el estrés como el más flexible de los hombres, entonces si se hace un análisis de la inteligencia emocional en una muestra representativa y se suman los puntajes obtenidos de fortalezas y debilidades en ambos sexos, las diferencias  no son tan marcadas como  piensa el común de la gente.

 

4. ¿Los genes y la infancia determinan lo que una persona sea a nivel emocional toda su vida?

El cerebro posee una característica muy especial llamada neuroplasticidad, es decir, puede cambiar, aprender y desaprender, los genes y la infancia no determinan el nivel de inteligencia emocional de una persona, las habilidades en el manejo de las emociones pueden ser desarrolladas y entrenadas a lo largo de la vida y las experiencias.

 

5. En esta vida no hay lugar para las emociones, los hechos son más sólidos y útiles.

La verdad es que las emociones están presentes en todo momento, no podemos dejar de sentir, nuestra conexión con los demás es a través de las emociones y estas nos proporcionan información bastante útil de nosotros mismos y de los demás.

 

6. La inteligencia emocional conlleva más abrazos y toqueteos de lo usual.

A veces expresar una emoción conlleva un aspecto físico –una palmadita en la mano o un abrazo de consuelo–, pero la inteligencia emocional no significa tener permiso para tocar a quien no le apetece que lo toquen. De hecho, eso se considera ser muy poco inteligente emocionalmente  en determinadas situaciones.

 

7. Mis sentimientos o emociones no son perceptibles para los demás.

 Eso es totalmente absurdo. Las personas son tremendamente perceptivas y se dan cuenta cuando las palabras no concuerdan con el lenguaje corporal. Todos tenemos la habilidad de observar las emociones de manera verbal y especialmente de manera no verbal a través del lenguaje facial y corporal.

 

8. Sólo debemos centrarnos en las emociones positivas, no en las negativas.

Esa afirmación tiene mucho de cierto desde el punto de vista de la salud. No obstante, las emociones negativas son un síntoma de que algo necesita cambiar y son importantes; Las emociones negativas son parte de la vida, resulta útil saber cómo afrontarlas e identificar las que más pueden debilitarnos si las dejamos entrar, si las emociones negativas existen es precisamente porque envían mensajes que vale la pena considerar y  no se deben tomar como inexistentes.

 

Mencionado todo lo anterior, les puedo asegurar que existe contenido muy útil en cursos particulares, libros y material audiovisual alojado en la web y redes sociales que aporta muchísimos beneficios a las personas que desean mejorar en sus relaciones personales y tener una mejor calidad de vida al  gestionar adecuadamente las emociones propias y las de los demás, por experiencia les puedo decir que es muy gratificante y vale la pena apostarle.

 

Nos vemos, hasta la próxima.

 

Daniel Sánchez García
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Las expectativas que tengamos sobre alguien potencian o limitan sus pensamientos y acciones

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Daniel Sánchez Garcia
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“Si te acepto tal y como eres te estaré haciendo daño; en cambio, si te trato según lo que pienso que eres capaz de hacer, te ayudaré a lograrlo”.

Johhann Wolfgang Von Goethe.

 

Muchos hemos oído hablar de los experimentos de Ivan Pavlov, quien entrenó a unos perros para que salivaran ante el sonido de un timbre porque era la señal de recibir comida, después de un tiempo sólo con sonar el timbre los perros salivaban, por una razón muy simple, tenían  una expectativa de ser alimentados.

 

Una persona tiende a tomar decisiones en función de cómo esperan los demás que actúe, es decir, cumple las expectativas negativas o positivas; hay una frase muy popular, lo que se mide se hace, en este caso, lo que se espera es lo que pasa en realidad.

 

Una persona se esfuerza inconscientemente por cumplir las expectativas, si usted cree en alguien, muestre confianza en esa persona, expréselo, espere que tenga éxito y verá muy rápido resultados diferentes, como alguna vez dijo Jonh H. Spalding: “Los que creen en nuestra capacidad hacen algo más que estimularnos, nos crean un ambiente en el que es más fácil tener éxito”.

 

La mayoría de nosotros inconscientemente enviamos a los demás nuestras propias expectativas, el poder que podemos ejercer al querer influenciar de manera positiva radica en hacerlo de forma consciente, ¿cómo hacerlo?

 

Diga palabras positivas a las personas, piense que en verdad pueden, confíe así el otro se equivoque, transmítalo a través de sus palabras, de su lenguaje no verbal, adjudíquele responsabilidades a esa persona irresponsable y piense sinceramente en que logrará cumplir, esa persona programará su cerebro al logro, visualice esa persona haciendo cosas que todos pensarían que no haría bien,  etiquetar al otro de forma negativa y a priori es muy fácil, hágase el propósito de etiquetar al otro de forma positiva y manifestárselo incluso públicamente, con seguridad esa persona querrá cumplir para defender su honor.

 

Es muy simple, sea como Pavlov que con el sonido del timbre hacía que los perros salivaran y esperaran comida, haga que cada una de sus acciones hacia los demás sean el sonido del timbre  y que las expectativas de esas personas sean esforzarse,  motivarse y finalmente hacer las cosas bien, y si es posible haga el ejercicio con usted mismo, cree expectativas positivas para usted mismo y con certeza comenzará a crear expectativas positivas en los demás con más frecuencia y facilidad, su cerebro y sus resultados se lo agradecerán.

 

Nos vemos, hasta la próxima.

 

Daniel Sánchez García
Mercadólogo – Profesional en coaching y neurociencia aplicada
Certificación internacional Asociación Española de Coaching (ASESCO)
Administrador de Mercadeo
Institución Universitaria CEIPA
https://www.elcolombiano.com/blogs/cerebroenpractica/
Instagram y facebook:   @dsanchezga
Móvil: (57) 302 392 38 62
Correo: dsancheg@gmail.com

La amabilidad debe ser algo instintivo y natural en el mundo de los negocios

Por:

Daniel Sánchez Garcia
Mercadólogo – Profesional en Coaching y Neurociencia aplicada
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Correo: dsancheg@gmail.com

Daniel Sánchez García
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Hace poco estuve acompañando a la empresa de un buen amigo en un proceso de selección de dos propuestas de consultoría que competían por un importante contrato, y me sorprendió que una de las empresas a pesar de su impresionante presentación fue descartada , aún siendo más económica y con mejores características.

 

 

Quede curioso con lo sucedido y le pregunté:

 

Camilo ¿si eran tres presentaciones por empresa, ¿por qué en la primera les dijiste que no querías seguir en el proceso?  Y su respuesta fue…. perdieron el contrato  y por dos maletas… En uno de mis viajes estuve en Bogotá y allí conocí ambas empresas, en ambos casos enviaron a uno de sus ejecutivos a que me recogiera en el aeropuerto, el de la empresa descartada no tuvo la delicadeza de ayudarme con el equipaje que llevaba, eso me dejó muy incómodo por la falta de educación y decidí no tener ningún trato comercial con ellos. Estoy seguro que todo su equipo se esforzó por hacer algo muy bueno y evidentemente lo hicieron , pero esos son los detalles emocionales que enamoran en los negocios.

 

El ejecutivo negligente sabía de antemano que era yo quien definía que propuesta seria seleccionada ¿por que no me ayudó con las maletas? Sencillamente porque no estaba acostumbrado  ser amable, si la amabilidad hubiera formado parte de su manera de pensar y de tratar a los demás no se hubiera producido esta situación , habría llevado las maletas sin pensarlo, por simple empatía.

 

Ante esta respuesta lo único que me quedo fue corroborar que la amabilidad, la educación y la buena disposición siguen siendo algo muy importante en el mundo corporativo y que son esos pequeños detalles los que marcan una gran diferencia, y que ese tipo de comportamientos a veces en igual o más importantes que el producto o servicio y son cosas que deben tomarse en cuenta a la hora de una buena gestión comercial.

 

Nos vemos, hasta la próxima.

 

Daniel Sánchez García
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