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Si en tu vida está claro un sueño que te genera vibración, pasión y tienes la fortuna de una oportunidad de ir por el a pesar de existir un riesgo latente de fracaso por factores propios o por factores externos, es preferible en un futuro contar la historia de que lo intentaste con los recursos que tenías disponibles a que cuentes la historia de que tuviste la posibilidad de intentarlo y te dejaste llevar por el miedo o por evitar el dolor de una posible perdida, algo que también es entendible.
¿Y si lo intentas? haz que sea algo inolvidable, con todo lo que tienes para que no existan arrepentimientos, que tenga muchísimo significado para ti, si vas a intentarlo que sea con una convicción gigante, con mucha pasión, con mucha energía, que no sea a medias, que sea con toda para que valga la pena, cuando esa convicción está presente el cerebro de manera inconsciente busca los mejores recursos, los caminos más viables, las ideas, las acciones y las palabras para triunfar.
Cuando tomas esa decisión tan poderosa pueden pasar dos cosas, ganas o pierdes. Ganas una gran felicidad si logras algo que habías querido, o pierdes y es posible que salgas mal librado(a) moral y anímicamente, sin embargo en ambos casos tienes la satisfacción que con miedo y todo te lanzaste con toda, luego analizas que sucedió dependiendo de lo que obtengas y que te sirva de experiencia para el próximo intento
¿y si no lo intentas? te quedarás con la duda de haber dejado pasar la oportunidad que tal vez jamás vuelva a llegar, con la sensación incomoda que el miedo te pudo, sin intentarlo lo diste por perdido de entrada. Es muy normal escuchar a mucha gente que cuenta con nostalgia “deje pasar una gran oportunidad, la tuve al frente y algo me detuvo”, y seguro con el paso de los años preferirían contar con una sonrisa en el rostro, lo intente, y valió la pena hacerlo, valió la pena jugársela, valió la pena intentar montar esa empresa, intentar sacar adelante ese proyecto, intentar conquistar a esa persona que movía cada célula de mi mente y mi corazón.
Métele emoción a tus sueños si lo logras lo que querías, ganaste, si no lo logras, ganaste, porque queda esa satisfacción de perder intentándolo hasta el último suspiro y hasta la última posibilidad y que te creíste capaz.
Hasta la próxima…
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Mercadólogo – Profesional en coaching y neurociencia aplicada
Certificación internacional Asociación Española de Coaching (ASESCO)
Correo: dsancheg@gmail.com