Decidir hacer parte del grupo del cambio….

Por
Daniel Sánchez Garcia
Mercadólogo – Profesional en Coaching y Neurociencia aplicada
Instagram y facebook:   @dsanchezga
Correo: dsancheg@gmail.com

Hay un montón de situaciones que el humano debe superar y adaptarse a las circunstancias, cuando hablo de adaptación es porque el cambio siempre va a estar presente en nuestra vida así lo queramos resistir.

Todo cambia, pocas cosas se quedan estáticas, el cambio es una constante, lo más sorprendente es la velocidad  con que pasan las cosas en la actualidad, cuando pensé en eso con un alto nivel de consciencia me hice varias preguntas…. ¿Soy parte de la dinámica del cambio o espero a que otros hagan algo por mí? ¿Hago parte del problema o de la solución en diversas situaciones? ¿Cómo mi actitud individual afecta o beneficia mi vida, la de mis personas cercanas o a la sociedad en general? Es allí donde comencé a pensar en ser parte de un cambio dinámico para lograr buenos resultados.

Ten la certeza que mientras estás leyendo esto, están sucediendo cambios en muchísimas cosas, incluso dentro de ti mismo tu cerebro dirige la orquesta de manera química para que vivas mejor, siempre hemos estado en tiempos de cambio y mucho más ahora  por la generación del conocimiento y su velocidad de difusión, es una de las razones por las cuales  podemos perder grandes oportunidades cuando la vida nos plantea situaciones que nos sacan de nuestra comodidad y no tenemos claridad sobre lo que podemos hacer dada la nueva situación.

Cuando nos detenemos a lamentar las derrotas caemos en la desesperación que nos oculta las salidas a lo negativo que nos pasa, siempre es posible vencer obstáculos y debemos estar preparados para hacer del cambio un gran aliado y no un enemigo, el cambio es la mejor opción que puede tener un ser humano, si las cosas no están saliendo tal y como queremos es un motivo perfecto para hacer las cosas de manera distinta, y si van bien podemos y debemos mejorar para mantener los buenos resultados.

Pasa bastante que cuando alguien alcanza buenos resultados se relaja y se estanca, no busca  mejorar y cree que todo seguirá bien, y es ahí cuando  pueden haber problemas, el pensar que solo debemos cambiar cuando estamos mal es el gran error que muchas veces cometemos y lo he visto bastante en mi trabajo como coach, neuroentrenador  y consultor empresarial, el cambio es una actitud que debe permanecer constante, hay un lema muy contundente proporcionado por los ejecutivos de Toyota “Nuestro actual éxito es la mejor razón para cambiar las cosas” la realidad es que muchas personas se resisten a los cambios, pero lo importante no es enfrentarlos o dejarlos pasar sino participar de ellos, se requiere tomar la decisión, podemos  ser solo unos observadores o  cambiar para bien.

¿Podemos hacer algo al respecto? La respuesta es sí….

En una sociedad donde recibimos un 80% de información negativa, un 10% de información conformista y solo un 10% de información positiva el llamado es para hacer parte de un grupo de personas que piensan que se pueden hacer muchísimas cosas, podríamos quedarnos haciendo miles de análisis para determinar por qué las cosas no funcionan sin embargo  el reto es  pensar diferente, Anthony Robbins comenta en uno de sus libros lo siguiente… “Cuando nos concentramos en la mejora de cualquier aspecto de nuestra vida desarrollamos singularidades acerca de cómo mejorar ese ámbito en particular, una de las razones por las que pocos de nosotros alcanzamos lo que realmente deseamos es que nunca dirigimos nuestro foco de atención hacia un punto concreto, soy convencido de que la mayoría de la gente fracasa en la vida sencillamente porque pone mucho interés en cosas menores”

Los individuos que en realidad mueven la dinámica mundial son aproximadamente el 10% de la población y tienen mucho de lo que mencionaré a continuación…

  • Están  interesados en introducir cambios en sus vidas incluso sin plantearlos, solo con querer cambiar y pasar a la acción es suficiente.
  • Motivan a los demás con ejemplo y resultados.
  • Les gusta cambiar  y salirse de lo cotidiano, ellos inspiran.
  • Solucionan, están buscando alternativas para crecer y nunca están conformes porque piensan que cualquier cosa puede ser aún mejor de lo que ya se hace, siempre quieren más y más, este tipo de personas son transformadoras de las circunstancias.
  • Evitan  resistir a las dinámicas de cambio y no son  tercos, más bien se adaptan al mejor estilo de los planteamientos de Charles Darwin,  “No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio”.
  • Pretenden el bien de la comunidad, crean ideas y alternativas de solución.
  • Sueñan, esperan lo mejor de la vida y están dispuestos a trabajar en equipo para conseguir mejores opciones.
  • Reconocen sus fortalezas y limitaciones pero no se quedan en ellas porque tratan de superarlas.
  • No le temen a la crítica y se exponen constantemente a ella.
  • Saben trabajar bajo presión, no pierden de vista sus objetivos.
  • Por lo general son cálidos, alegres y entusiastas, motivan al resto de las personas, además creen que todo es posible.
  • Las personas que pertenecen al grupo del cambio están dispuestas a colaborar, promover la calidad y la efectividad, son capaces de aceptar las diferencias.
  • Son personas realmente comprometidas y viven lo que hacen.

Aparte de todo lo que he mencionado estas personas se comportan diferente a los pesimistas y a los conformistas, buscan siempre oportunidades, son capaces de asumir riesgos, tienen una gran capacidad para superar obstáculos, es cierto que no se puede permanecer todo el tiempo viviendo de esa manera porque en algún momento algo nos pone mal y nos hace comportar como el resto, lo que si podemos hacer es no vivir conforme a las circunstancias y estar por encima de ellas en la medida que dependan de nosotros, lo mejor del asunto es que si tú no tienes  todo lo mencionado anteriormente pues relax… son hábitos  que se pueden adquirir  si se desarrolla la capacidad de enfoque en buenas ideas y se confía en que podemos cambiar lo que queramos desde que se trate de nuestra propia mente.

En el artículo de la próxima semana tocaremos varios puntos que pueden orientar mejor a quienes desean hacer parte de la sociedad del cambio y el mejoramiento continuo.

 

Un gran abrazo para todos.

 

Daniel Sánchez García
Mercadólogo – Profesional en coaching y neurociencia aplicada
Certificación internacional Asociación Española de Coaching (ASESCO)
Administrador de Mercadeo
Institución Universitaria CEIPA
https://www.elcolombiano.com/blogs/cerebroenpractica/
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Los principios morales son innatos, incorporados en nuestro cerebro.

Por
Daniel Sánchez Garcia
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La moral, los principios, los valores  y la buena actitud  hacia los otros  es uno de esos asuntos  sumamente interesantes que han llamado nuestra atención por mucho tiempo.

Alguna vez hablaba con mis amigos y nos pusimos a pensar  si eso tendría algún tipo de  explicación desde una óptica científica, cuando se estudian las  neurociencias y la biología surgen preguntas como:

¿La moral y los principios vienen con nosotros genéticamente o se aprenden?

¿La biologia ya nos tiene programados comportamientos predeterminados o la unica forma de aprender la diferencia entre lo bueno y lo malo es por medio de la interacción social, la religión y el entorno?

Uno comienza a cuestionarse, pues hemos oído hablar a todo tipo de personas acerca de lo que es bueno y es malo desde múltiples visiones de la realidad (Todas muy respetables y validas), sin embargo los  cientificos han demostrado que al nacer tenemos aproximadamente el 50% del cerebro configurado, lo cual es un resultado que tiene mucha lógica.

Me encontré este interesante video, el cual comparto con todos ustedes a continuación, saquen sus propias conclusiones. Disfrútenlo.

 

Hasta la próxima.

Daniel Sánchez García
Mercadólogo – Profesional en coaching y neurociencia aplicada
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La influencia del cerebro consciente en la neuroprogramación del subconsciente.

Por
Daniel Sánchez Garcia
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Vivir en el presente es un constante desafío que requiere abandonar las adicciones emocionales y pasar a la acción consciente, la acción más pequeña vale más que la intención más grande.

Es cierto que las emociones y el instinto biológico son muy fuertes y condicionan muchas de nuestras conductas automáticas, incluso con todos los avances neurocientíficos y las avanzadas técnicas de la ciencia del desarrollo personal hay muchísima gente que aun dice “ No puedo cambiar…. conmigo no hay nada que hacer”

La experiencia demuestra que nuestro cerebro puede aprender nuevas habilidades y comportamientos a cualquier edad y cambiar totalmente su programación  si logramos conectar con la mente consciente, es precisamente lo que buscamos los profesionales que trabajamos  en coaching y neurociencias, llegar a esos niveles de consciencia donde la persona sepa como dirigir su vida de una forma mas ordenada y vaya programándose basado en el logro.

¿Renunciar a nuestras emociones negativas de siempre? ¿Lograr nuestros mejores potenciales y resultados? ¿Superar nuestros miedos? ¿Mejorar lo que ya somos? ¿Relacionarnos mejor? todo eso es posible a través del cerebro  consciente especialmente el lóbulo frontal, el director ejecutivo responsable de la voluntad, la planificación, la capacidad de enfocarse, la estrategia intencional y la visualización, es esa parte del cerebro la que logra reprogramar al cerebro emocional, quien finalmente es responsable de nuestras respuestas automáticas.

¿Por qué no somos capaces de conectar con esa parte del cerebro que tiene tanto poder? En un articulo pasado hablamos sobre las adicciones químicas emocionales, (En el link  http://www.elcolombiano.com/blogs/cerebroenpractica/?p=219) y muchos quedaron con el interrogante de cómo superarlas,  acá lo veremos de forma muy general, para luego profundizar en el tema mas adelante, donde iremos mostrando técnicas practicas de neuroentrenamiento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Desde el cerebro consciente se producen unos pensamientos generados por la percepción del entorno y por nuestro dialogo interno, esos pensamientos a través de la ley de la repetición y de la asociación programan la mente subconsciente ó cerebro emocional en forma de emociones, sentimientos, creencias y paradigmas, la forma en la que vemos el mundo, y ese cerebro emocional se manifiesta a través del cuerpo por medio de comportamientos y acciones que finalmente producen unos resultados positivos ó negativos. Si nuestros objetivos siempre fueran claros, positivos y de crecimiento no habría ningún problema, porque los pensamientos conscientes programarían el cerebro emocional de manera adecuada  y lograríamos todo lo que nos proponemos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como lo vemos en la imagen dos, La mayoría de las personas reaccionan basándose en los resultados y los factores externos, llámese sucesos, personas, cosas ó situaciones, y como estos resultados no son positivos entonces los pensamientos derivados de esos resultados no van a ser los mejores, van  programando el cerebro emocional y luego se manifiestan a través del cuerpo en forma de acciones y comportamientos negativos produciendo mas  resultados negativos. Por lo general el ciclo se repite y esos resultados negativos iguales ó peores que los anteriores producen mas pensamientos negativos que de nuevo programan y refuerzan los que ya habían y así van pasando los días, los meses y los años produciendo los mismos resultados, incluso volviéndose automáticos, hasta que llega un punto donde nos preguntamos ¿Por qué me pasa siempre lo mismo? Es evidente que ante este tipo ciclos mentales las metas, objetivos y acciones  se pierden, vemos cada vez  más limitaciones, pensamos que no tenemos nada que hacer “Supuestamente”

¿Se puede romper el patrón? Por supuesto, acá entran disciplinas como la psicología,  el coaching, la neurociencia, la programación neurolingüística o todas mezcladas de alguna forma a través de terapias personalizadas, cursos y talleres, donde se busca  romper ese ciclo repetitivo que nos hace perder tanto tiempo sin darnos cuenta dado que se nos ha vuelto costumbre estar mal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es normal que produzcamos resultados negativos, caer es permitido pero levantarse es un deber para hacerle honor al potencial ilimitado del cerebro,  la idea es romper ese ciclo repetitivo y escoger conscientemente resultados diferentes para cambiar nuestra vida, la programación mental de nuestro cerebro y mejorar para despertar esos niveles de consciencia y lograr grandes resultados.

Cuando conscientemente logramos plantear nuevas formas de ver las cosas, asumir retos, metas, objetivos dignos de superación y crecimiento,  organizar nuestras ideas y cambiar a pensamientos positivos,  el cerebro emocional y su química logra cambios increíbles, el dialogo interno mejora  a la luz de nuestra nueva forma de ver el mundo y somos mas orientados al logro, los paradigmas y creencias  cambian, por lo tanto entramos en una reprogramación total de nuestras reacciones automáticas que se manifiestan a través de nuestro cuerpo en forma de comportamientos y acciones que  finalmente producen resultados positivos mucho mas gratificantes.

¿Cómo lo hacemos?

Existen diversas formas, muchas disciplinas y libros de autoayuda plantean muchas cosas interesantes, acá va en términos generales un esquema común a muchos procesos, luego lo profundizaremos en otros artículos.

 

1. Se recomienda identificar exactamente y con sinceridad la situación limitante que queremos resolver, si no logras hacerlo busca ayuda de un profesional que te oriente.

2. Procura identificar las palabras que usas al referirte a los demás y a ti mismo, si hay mucha negatividad intenta modificar ese patrón de manera consciente.

3. Ya identificada la situación limitante procurar hacer un paralelo de ventajas y desventajas de continuar en esa situación limitante, para lograr elevar los niveles de consciencia.

4. Plantéate varias alternativas de solución para superar la situación limitante con lo que tienes en tu mente hasta ahora.

5. Elige la alternativa de solución que mas te guste y sobretodo que se adapte a tu esencia, luego trata de convertirla en un objetivo orientado al logro y con el cual puedas comprometerte.

6. Observa los resultados de lo que logras para que lo sigas haciendo e incluso mejorándolo y también observa tus fracasos para conscientemente cambies tu forma de hacer las cosas y beneficiarte cada vez mas de tus acciones.

 

“Ciertamente el significado de las palabras radica en los actos en los que se manifiestan, sin la acción todo es vida pensada pero no vida vivida”

 

Hasta la próxima, saludos a todos.

 

Daniel Sánchez García
Mercadólogo – Profesional en coaching y neurociencia aplicada
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Neuromarketing: Qué es y como se implementa. Por Nestor Braidot, experto internacional.

Para nosotros es un placer tener como invitado a nuestro amigo y profesor el doctor Nestor Braidot, uno de los especialistas más reconocidos y consultados por miles de profesionales y empresarios a nivel mundial por sus estudios y experiencia en neuromarketing y la aplicación de las neurociencias a las organizaciones. Los invitamos a saber un poco más de él y conocer sus ideas.

Nestor Braidot es Doctor en Ciencias de la Administración,  Máster en Psicobiología del Comportamiento y  en Neurociencia Cognitiva, , Máster en Economía, Licenciado en Administración de Empresas, Contador Público, Licenciado en Cooperativismo, Máster en Programación Neurolingüística y Trainer en Diseño Conductual. Profesor de la Universidad de Salamanca (España), Director del Centro de Investigaciones en Neurociencias y Prospectiva de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina), Director del Brain Decision Braidot Centre y profesor invitado en varias universidades de Europa y América Latina.

 

NEUROMARKETING. QUÉ ES Y CÓMO SE IMPLEMENTA

Más del 90% de las decisiones del consumidor se originan en motivaciones metaconcientes. Sólo el neuromarketing suministra las herramientas para bucear en esas profundidades.

El neuromarketing puede definirse como una disciplina de avanzada, que investiga y estudia los procesos cerebrales que explican la conducta y la toma de decisiones de las personas en los campos de acción del marketing tradicional: inteligencia de mercado, diseño de productos y servicios, comunicaciones, precios, branding, posicionamiento, targeting, canales y ventas.

Al aplicar nuevas metodologías de investigación, junto a los conocimientos que se están generando en la neuropsicología, las neurociencias y la antropología sensorial, el neuromarketing facilita la comprensión de las verdaderas necesidades de los clientes y permite superar potenciales errores por desconocimiento de sus procesos internos y metaconcientes

Con un diseño adecuado, el neuromarketing puede informar qué está pasando en el cerebro de un cliente ante los diferentes estímulos que recibe, brindando un campo de estudios mucho más potente que el que suministró el marketing tradicional debido a sus limitaciones para explorar los mecanismos metaconcientes.

Por ejemplo:

  • Mediante la técnica de biofeedback se puede observar en el monitor de un ordenador la ausencia o presencia de emociones, como así también su intensidad, mientras un participante visualiza un comercial o experimenta con un producto.
  • Mediante la técnica de resonancia magnética funcional por imágenes (fMRI), podemos saber si a una persona le gusta o no el producto que está probando.

La aplicación experimental incluye todas las metodologías que estén al alcance de las consultoras o de organismos especializados en el estudio del cerebro, desde electroencefalogramas u otros métodos para registrar la actividad eléctrica hasta las que suministran neuroimágenes

 

Precisamente, uno de los factores que explican la explosión de conocimientos producida durante la denominada década del cerebro se debe al desarrollo de esta técnica. Sin duda, el creciente desarrollo de los aparatos que exploran y, sobre todo, localizan las activaciones cerebrales ha abierto un campo de estudios verdaderamente apasionante, con resultados que dejan atrás muchos supuestos del pasado

El cerebro del cliente: construcción perceptual y emocional de productos y servicios

Uno de los grandes temas de interés del neuromarketing tiene que ver con la percepción, caracterizada como un fenómeno extraordinariamente complejoporque depende tanto de los acontecimientos externos como de las experiencias de quien percibe. Conocer sus mecanismos es de fundamental importancia en la gestión de empresas, no sólo para desarrollar capacidades propias, sino también para lograr una mejor comprensión de los procesos de toma de decisiones de los clientes.

Por ejemplo, cuando recibimos estímulos externos mediante los sistemas sensoriales, el cerebro no sólo registra esa información, sino que, además, la procesa e interpreta.

De este modo, cada individuo construye la realidad a partir de esos estímulos. Este hecho explica por qué un mismo fenómeno puede ser percibido de forma distinta por cada persona.

Esto ocurre porque aplicamos “filtros” a esos estímulos que dependen de muchos factores: algunos externos, como la intensidad, tamaño o contraste del estímulo, y otros internos, como nuestros intereses, necesidades o recuerdos.En un contexto de neuromarketing, esto significa lo siguiente:

Las percepciones de los clientes no son reflejo directo de lo que existe a su alrededor, es decir, de la realidad objetiva, sino interpretaciones que realiza su cerebro sobre ésta.

Por lo tanto:

El verdadero desafío pasa por utilizar las herramientas que suministran las neurociencias para descubrir cuáles son estas percepciones y, a partir de allí, definir las mejores estrategias para llegar hasta ellos, seducirlos y fidelizarlos.

En lo que respecta a la vida emocional, siempre se han relacionado los sentimientos con el corazón, sin embargo, y como bien afirma Joseph LeDoux, uno de los especialistas que más ha estudiado este tema, “las emociones se generan en el cerebro y a un nivel mucho más profundo que los sentimientos concientes”.

Lo que el neuromarketing aprendió de Joseph LeDoux

En el proceso de sentir las emociones el cerebro utiliza dos vías de acción. En la primera, denominada vía rápida, una pequeña estructura, denominada amígdala, genera una respuesta automática y casi instantánea ante determinados estímulos, por ejemplo, poner en el carrito “sin pensar en el precio” el vino francés que nos recomendó un amigo.

Un cuarto de segundo más tarde, la información llega a la corteza cerebral, donde se adapta al contexto real y se concibe un plan racional de acción: “este vino cuesta casi 150 euros… ¿lo compro o no lo compro?” Esta sería la vía lenta.

Como las investigaciones en neurociencias pusieron en evidencia que la toma de decisiones está fuertemente influenciada por el sistema emocional, nos queda más claro aún por qué las estrategias de marketing más exitosas son las que implementan las empresas que, al focalizar en los sentimientos y el hedonismo, logran desencadenar la compra por impulso (en el corto plazo) y la fidelidad a la marca (en el largo plazo).

 

 

Otro de los grandes hallazgos de las neurociencias es que, aunque el cerebro humano tiene estructuras separadas para procesar lo emocional y lo racional, ambos sistemas se comunican y afectan la conducta en forma conjunta. Por ese motivo, es muy probable que un cliente regrese a su casa con el vino que le recomendó su amigo, aunque haya razonado que es muy caro.

En este sentido, la neuroeconomía ha realizado grandes avances. Por ejemplo, y como resultado de varias investigaciones, se corroboró que la maximización de utilidades basada en el pensamiento racional no es la principal motivación que gravita en la toma de decisiones. Posteriormente, el neuromarketing corroboró que la mayor parte de los factores desencadenantes de las compras son las emociones, los valores y todo aquello que active el sistema de recompensas del cerebro.

Por lo tanto, y si bien existe, desde lo racional, un juicio valorativo sobre los productos y servicios, casi siempre recurrimos a nuestras dos mentes, la que piensa y la que siente, y esta última es la que define nuestras elecciones.

Ya no hay dudas de que para crear mercados o ampliar los ya existentes las técnicas tradicionales son insuficientes. Por suerte, contamos con herramientas cuya aplicación está demostrando una enorme efectividad, lo cual crea grandes expectativas para su desarrollo futuro.

 

Desde Cerebro en práctica invitamos a quienes deseen realizar estudios de posgrado para ser expertos en neuromarketing, neuromanagement, neuroliderazgo y neuroventas a que visiten la pagina:
http://www.cinap.com.ar/

Es una excelente oportunidad para quienes buscan seguir avanzando en la línea de las neurociencias aplicadas de la mano de expertos reconocidos a nivel internacional.

Si desean saber más acerca del Doctor Braidot y su organización visiten la pagina:
http://www.braidot.com/

 

 

Conociendo las capacidades de nuestro cerebro consciente.

 

Por
Daniel Sánchez Garcia
Mercadólogo – Profesional en Coaching y Neurociencia aplicada
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Dominar las  reacciones emocionales e instintivas es bien complejo,  muchas veces no importa el grado de inteligencia o conocimientos adquiridos, la gran mayoría y me atrevería a decir que todos hemos cometido, cometemos o cometeremos  algún acto irracional.  Esta comprobado que el 95% de las decisiones de un ser humano son irracionales (Inconscientes y subconscientes) y el 5% son racionales (Conscientes), ¿podemos hacer algo al respecto? por supuesto… No se trata de volvernos unos monjes tibetanos o tener el control máximo de todas nuestras reacciones ya que es prácticamente imposible, pero si podemos lograr estados mentales donde pensemos antes de actuar con mas frecuencia, ya que  por lo general no lo hacemos así estemos convencidos de tomamos decisiones racionales.

 

Desde las civilizaciones antiguas,  hasta las mas modernas ciencias del desarrollo personal y empresarial nos hablan del poder de la consciencia para hacer cambios significativos, esa es la entrada que debemos cruzar si decidimos romper el ciclo repetitivo de pensamiento –  sentimiento y sentimiento pensamiento, quien no se ha preguntado esto… ¿porque me pasa siempre lo mismo?

 

A partir de esta publicación hablaremos bastante del cerebro consciente o neocortex, sobretodo de la parte morada llamada lóbulo frontal, desde la biología o desde la vida practica su  poder  es impresionante y cuando conectamos con el de la manera adecuada los resultados son increíbles. Nuestra idea es apostarle a que somos capaces de cambiar si así lo queremos.

 

La principal razón por la cual la mayoría de personas no pueden usar su lóbulo frontal es que son adictas a las emociones  del cuerpo, dependen de lo que  se repite con frecuencia, la forma de romper ese ciclo es activando esa parte del cerebro para aumentar la capacidad  de controlar a voluntad nuestras reacciones y conductas impulsivas.

El lóbulo frontal es el responsable de las elecciones voluntarias, conscientes, intencionales y deliberadas que llevamos a cabo, tiene conexiones directas con las otras partes del cerebro y por eso controla casi todo lo que pasa dentro de el, esta capacitado para realizar las tareas más sofisticadas, superar nuestros estados mentales habituales y nuestra predisposición a sentir en lugar de pensar. Solo cuando imponemos nuestra determinación podemos alcanzar este tipo de serenidad y control necesario para romper el ciclo de las respuestas neurológicas y químicas que dictamina y domina la mayor parte de nuestra personalidad, si no lo hacemos estaremos a merced de nuestro entorno, de las necesidades  y de los recuerdos de nuestro pasado.

Si podemos usar el lóbulo frontal y controlarlo podemos conocernos y controlarnos  a nosotros y a nuestro futuro. ¿A que mayores logros podemos aspirar?

La siguiente es una lista resumida de lo que podemos hacer o ser cuando nuestro lóbulo frontal está activado y funcionando a niveles óptimos.

 

  • Conciencia intencional y atención por largo tiempo
  • Contemplación de las posibilidades y acción de acuerdo con ellas
  • Poder de decisión
  • Claridad
  • Alegría
  • Aptitudes que puede utilizarse
  • Adaptabilidad.
  • Capacidad de aprender de los errores y hacer las cosas de un modo diferente la próxima vez
  • Capacidad de planificar el futuro y ajustarnos al plan proyectado
  • Foco
  • Revisión diaria de opciones
  • Sentido del yo fortalecido
  • Capacidad de actuar en pos de las metas propuestas
  • Conducta disciplinada
  • Capacidad de generar opciones más amplias a partir de experiencias anteriores
  • Capacidad de aferrarse a un ideal independientemente de las circunstancias externas
  • Capacidad de hacer que los sueños metas y propósitos sean más reales que el mundo exterior y la respuesta del cuerpo
  • Concentración hasta el punto de excluir todo lo demás
  • Capacidad está presente con el yo y los pensamientos internos
  • Proactividad
  • Individualidad

 

Es probable que hayamos trabajado durante demasiado tiempo bajo la suposición de que los rasgos contrarios a los  enumerados están fuera de nuestro control porque nuestra sociedad nos ha programado mentalmente para buscar la razón de nuestras desgracias o malos  hábitos en factores externos, pero si nos ponemos a pensar son realmente cualidades y formas de ver el mundo que están bajo nuestro control.

Muy a menudo decimos soy desorganizado, soy impulsivo, soy vago, etc… La elección de emplear el verbo “ser” dice mucho acerca de lo que creemos con respecto a nuestra capacidad para cambiar. Decir “soy” es una manera abreviada de decir “mi estado de ser, fue y siempre será”.

En realidad la mayor parte del tiempo no ejercemos en absoluto el libre albedrio, solo estuvimos seleccionando a partir de un menú prescrito de elecciones basadas en nuestro pasado, poco a poco iremos trabajando  y profundizando sobre estos temas aplicados a situaciones cotidianas y formas sencillas de incrementar nuestra capacidad consciente y creer firmemente en que la posibilidad de cambiar es totalmente viable, los invito a este viaje.

 

Un abrazo para todos y muchos éxitos.

 

Daniel Sánchez García
Mercadólogo – Profesional en coaching y neurociencia aplicada
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Lo comprendió, pero no lo hace ¿Por qué? Una nueva explicación que nos ofrece la neurociencia.


  Comienzo con un saludo muy especial y desde Cerebro   en Práctica les deseamos un año lleno de felicidad y  buenas  energías.

Nuestro invitado de Enero es el dueño de esta sonrisa   que  transmite mucha calidez, Luis Ivan de la Fuente Lara, gran  amigo de Mexico, pedagogo y reconocido investigador en neurociencias aplicadas, docente de prestigiosas universidades, fundador del proyecto EVO – evolución, que invitamos a que visiten en  http://www.evoevolucion.com/

En esta ocasión nos comparte un artículo muy interesante que es parte de su investigación sobre la aplicación de la neurociencia en el aprendizaje. bienvenidos a un enfoque diferente y espectacular, los dejo con Luis Ivan.

¡Se lo he dicho y enseñado muchas veces y no le importa! Lo sigue haciendo…

¡Llevamos 3 cursos y aun no pueden cambiar la forma de hacer las cosas?

Esta situación muy común, llega a ser un dolor de cabeza para muchos en la organización, especialmente para el área de capacitación y para los jefes; la respuesta o solución no es tan sencilla… Este artículo ofrece una respuesta basada en estudios de neurociencia, que ofrece una explicación general sobre el por qué los cambios de conducta o nuevas competencias no llegan a darse ni ejecutarse, ofreciendo un nuevo enfoque para lograrlo en el mediano plazo.

 

 

Digamos que la primera respuesta pensada por muchos conocedores y especialistas en la conducta humana, sería analizar la causa del no cambio con base en estos tres factores:

  • · ¿Quiere hacerlo? (voluntad)
  • · ¿Sabe hacerlo? (competencia)
  • · ¿Puede hacerlo? (posibilidad de acción: recursos, sistema y/o políticas)

Ahora, ¿qué pasa si cumple con los tres rubros y no hay cambio?

La neurociencia ofrece una respuesta, un aspecto fundamental que muchos no consideran o ni siquiera lo conocen.

El inconsciente controla el 95% de nuestra conducta para poder funcionar como lo hacemos. Cuando hacemos alguna actividad podemos creer que nuestra consciencia es la que comanda, sin embargo, si consideramos los miles de movimientos y acciones que hacemos concadenadas para hacer algo, comprenderemos que es imposible hacerlo de forma consciente, de hecho, sabemos por experiencia que en el caso particular de los hombres, hacer más de dos tareas conscientes simultáneamente resulta difícil; y como evidencia basta observar cómo cuando los hombres están perdidos manejando o buscando una nueva dirección, apagan el radio, cuelgan el celular y si van acompañados, exigen silencio, a menos que sea para ayudar a la situación; caso contrario con las mujeres. Cabe mencionar que también se ha comprobado que el hacer varias cosas a la vez reduce la profundidad y calidad de análisis, la capacidad no se multiplica, sólo se divide.

El cerebro humano evolucionó con dos tipos de proceso mentales para poder sobrevivir: el consciente y el inconsciente, y este último, no precisamente para contribuir al éxito del psicoanálisis de Freud. Para fines prácticos llamémosle: “cerebro ejecutivo” (cortex-cerebro superior), y se encarga del proceso consciente cognitivo. El inconsciente en su mayoría es dirigido por el “cerebro habitual” (sistema límbico-cerebro medio) que automatiza las conductas y nos ofrece conocimiento en forma de intuición en conjunto con el córtex.

En síntesis, ¿Cómo funciona?

Si nuestro cerebro encontró un modo satisfactorio o por lo menos resolvió el problema o situación en un momento determinado, se desarrolla una conexión neuronal sobre cómo debemos de actuar ante ese tipo de casos para el futuro, esa conexión al mismo tiempo se refuerza con serotonina y otros  neuroquímicos que generan un placer, indicado que ese “es el modo correcto”; De esta forma nuestro cerebro ahorra energía y posible estrés, aplicando esa solución para futuras situaciones iguales o similares.

 Si alguien pensó ¿por qué el cerebro es      flojo?, podrás quedarte tranquilo porque    esta no es la verdadera causa, sino que es  parte de su configuración para sobrevivir;  el cerebro no sabe cuándo tendremos una  emergencia y esa energía guardada, sea la  que nos ayude a seguir con vida. A esto se  le llama eficiencia de pensamiento, y se  basa en tres patrones que sigue nuestro  cerebro:

1-Escoge el modo más fácil o familiar (previo) para actuar rápidamente

2- Pensar lo menos posible para ahorrar energía (haz lo más con lo menos)

3- Cualquier cambio genera estrés (en los tres cerebros: racional, emocional e instinto) e implica mucho gasto de energía, y esto nos explica por qué la mayoría de la gente tiene aversión al cambio

Entre más nos enfrentemos ante cierto contexto y situación, y respondamos con una conducta previamente aprendida, la interacción neuronal sináptica se fortalece, creando lo que llamamos: hábito. Cuando el hábito o vicio (hábito nocivo) es mezclado con sustancias que generan adicción (adrenalina, nicotina, etc.), la conexión se fortifica y el cuerpo se convierte en aliado de la necesidad de hacerlo, pasando a la adicción.

Cuando nos enfrentemos a algo nuevo, que no tiene “un historial-aprendizaje neuronal” sobre cómo resolverlo, nuestro cerebro pondrá atención y energía para desarrollar una nueva solución o reacción, creando una nueva conexión sináptica. A esta acción se le llama aprendizajes y creatividad. Dato curioso: en un experimento se demostró que el aprender algo nuevo, genera la misma incomodidad (dolor) que meter nuestra mano en un balde de agua helada. La gente que le gusta aprender, ha vencido esta incomodidad e incluso llega a convertirla en placer, generando al mismo tiempo neuroquímicos de placer; así como lo hacen los deportistas cuando superan la etapa del dolor y llegan a la meta con éxtasis, o un físico descubre una nueva fórmula después de tanto tiempo. Esto explica porqué a la mayoría de la gente “el pensar” no le es una actividad tan placentera, aunque no es justificación para no hacerlo, sólo es una barrera bilógica que debemos de admitir y superar.

Lo anterior nos ofrece una respuesta sobre por qué alguien puede sacar 9 en su evaluación y un 6 en su desempeño, es decir, puede que lo sepa conscientemente, pero en el día a día repita sus conductas o forma de hacer las cosas ya aprendida.

La mayoría de la capacitación está enfocada en el cerebro ejecutivo, y muchos asumen que un resultado adecuado de una evaluación, se transformará en un futuro comportamiento esperado, lo cual sabemos en muchos casos es falso. Esto se debe a que cuando “compiten” por el mando un hábito y una orden del cerebro ejecutivo; el hábito “ganará” en la mayoría de veces.

Si buscamos un cambio en la conducta, debemos considerar y desarrollar estrategias de capacitación para ambos procesos mentales.

¿Nueva estrategia educativa y de capacitación con base en la neurociencia?

La mente ejecutiva “aprende” rápido a través del razonamiento, pero si entendemos el aprendizaje como cambio de conducta, es algo muy distinto… El cerebro habitual aprende despacio, a través de la causa efecto, recompensa y       repetición; con la costumbre.


Enseñar al cerebro habitual implica  comprender el contexto y forma en cómo  se crea y activa el hábito, en otras  palabras, es entender el día a día en que se desarrolla, se refuerza y se activa el  hábito, de lo contrario las personas harán  lo que les resulte más fácil y más familiar  inconscientemente (el hábito previo); así está diseñado nuestro cerebro y  cambiar su programación puede  llevarnos siglos; Esta es una de las revelaciones por los actuales investigadores que más ha causado “ruido” para los psicólogos cognoscitivos y educadores.

Aprender realmente implica considerar y trabajar con ambos procesos cerebrales.

¿Esto hace más complicado el proceso de capacitación? Sí, pero si queremos realmente un cambio de conductas debemos hacerlo.

Esto lo podemos comprobar con uno de los muchos casos reales:

Se da capacitación a un empleado sobre cómo implementar un nuevo sistema y proceso, posteriormente aprueba las evaluaciones, sin embargo, con el tiempo puede cometer muchos errores y volver a realizar los procesos como los hacía antes, causando un conflicto. ¿No resulta familiar?

Una nueva estrategia didáctica, ¿Cómo?

Otro aspecto que la neurociencia nos expone es que el lenguaje escrito solo tiene 5,000 años, mientras que la literatura y primeras impresiones masivas iniciaron en 1455 con la imprenta de Gitemberg. Estudios actuales revelan que solo el 15% de la población prefiere aprender por el medio escrito. La mayoría de nuestros pensamientos son imágenes, por lo que el lenguaje escrito lo estamos transformando continuamente a un lenguaje visual-simbólico, esto implica un doble trabajo en la mayoría de casos.

Esto nos hace reflexionar si el bombardeo de información en forma escrita, realmente está generando aprendizaje

5, 4, 3, 2, 1 inicia un nuevo enfoque…

Favor de abrochar sus cinturones y no pararse del asiento, inicia el aterrizaje.

El cerebro no funciona de una forma tan directa y/o sencilla donde uno enseña algo, el participante lo aprende y lo realiza. Hay muchos aspectos que se involucran en la transformación de conocimiento en conductas. En este artículo les ofrezco uno de los varios hallazgos que modificarán el cómo…

Cambio de conducta-hábito en 4 pasos

De forma general y haciendo una síntesis son 4 hitos lo que debemos considerar:

1. Para cambiar un hábito previo, primero debemos provocar consciencia del hábito para luego generar uno nuevo. Para generar un nuevo hábito, este debe de ofrecer beneficios y un “toque” de consecuencias no placenteras, un impacto  al sistema límbico (emocional), especialmente a la amígdala (supervivencia). Es así como funciona a nivel neuroquímico.

2. Es importante conocer el contexto y tipo de factores que “activan” al hábito, es decir el modo habitual en que usaría el conocimiento para desarrollar los medios y reforzamientos necesarios que lo puedan cambiar. Conocerlos y comprender para tomar acción, será la clave.

3. Si queremos cambiar o generar un hábito, un curso no será suficiente.

Estos conocimientos sobre el funcionamiento del cerebro, nos llevan a planear y desarrollar una nueva estrategia para capacitar, comunicar o educar, ya que como hemos visto, a lo largo de los siglos, el “envolver” al cerebro ejecutivo, no ha bastado para generar cambios reales de conducta en la gente.

Si hacemos lo que siempre hacemos obtendremos lo que siempre logramos…

 

Las personas cambian su forma de actuar, el error es creer que nunca lo hacen.

Por
Daniel Sánchez Garcia
Mercadólogo – Profesional en Coaching y Neurociencia aplicada
Instagram y facebook:   @dsanchezga
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Luis David Agudelo es uno de esos amigos con los que se habla por horas, en una de esas charlas me dijo lo siguiente:

“lo difícil no es cambiar, lo difícil es que la gente no te recuerde quien eras”

Ya lo había pensado aisladamente pero esa frase aterrizó la idea de esta publicación (Igual muchas cosas que el dice me aterrizan). Con frecuencia en mi trabajo de  coaching o en la vida diaria me encuentro  personas que dicen frases como: “el que es no cambia” …“Ese (a) siempre se va a quedar así, no hay nada que hacer”… ¿Cambió? “Eso es por unos días y volverá a actuar de la misma manera”… o peor aun… si  conocen a alguien bien intencionado  dicen: “De eso tan bueno no dan tanto, ese tan querido(a) quien sabe con que sorpresa viene”… claro es que a veces creemos que en vez de cerebro tenemos una bola de cristal para predecir comportamientos… pero nos damos unas equivocadas… que son cosa de locos.

Si observamos con calma, lo anterior ha sucedido desde hace muchísimos años en todo tipo de ambientes, en muchas culturas, sin importar el nivel educativo o condición social de las personas, nos formamos conceptos negativos de alguien fácilmente, así  demuestre que ha cambiado seguimos desconfiando, somos malos dando segundas oportunidades, nos cuesta demasiado creer ¿A quien no le ha pasado que lo juzguen  para siempre por un comportamiento inadecuado o por una reacción emocional de solo unos instantes?

Ahora hablaré de la parte que me gusta. Desde la neurociencia se ha demostrado científicamente que el cerebro a cualquier edad puede reinventarse, tiene la capacidad  de  modificar, eliminar, reestructurar y cambiar todo tipo de conocimientos, hábitos, acciones, recuerdos o patrones de comportamiento a través de la experiencia y la fuerza de voluntad proporcionada por el lóbulo frontal,  a ese proceso se le llama neuroplasticidad, así no lo creamos una persona esta capacitada para aprender algo nuevo, cambiar su comportamiento y evolucionar mentalmente tanto en su juventud como en su vejez, dentro de poco escribiré un articulo sobre una gran amiga mía que termino su carrera de historia en la Universidad de Antioquia graduándose con honores a los 65 años, esta cursando su maestría y va en sexto nivel de ingles con casi 70 años, a la edad que todo mundo esta comprando un ataúd y enterrándose en vida, cuando alguien me dice… “es que loro viejo no aprende a hablar”  Yo le miro a los ojos, sonrío y pienso… eres un ser humano, no un loro,  ese paradigma limitante esta solo en tu cabeza pero no es real dale a tu cerebro una nueva oportunidad, a veces termino diciéndolo y algunos lo toman… Para los estados emocionales y los comportamientos aplica lo mismo, si una persona lo decide puede cambiar su forma de actuar y ver la vida.

Como ya lo he mencionado en este blog, una persona es capaz de modificar  su patrón neuronal en cuestión de horas, días o semanas, dependiendo del suceso emocional o la fuerza de voluntad que le imprima, en el mundo hay historias increíbles de personas que cambiaron su forma de actuar para mejorar, desde que una persona tenga su cerebro sano a nivel fisiológico tiene la capacidad de dejar sus malas conductas  en el pasado, ¿Será que somos nosotros quienes no  brindamos a alguien esa posibilidad de querer  cambiar, dejar atrás su pasado, ser alguien productivo, de mejor carácter y con excelentes valores?

¿Saben que pienso? El problema esta en las personas que se resisten a los cambios de los demás y creen que la mente es estática y rígida. Si uno es imperfecto y puede  equivocarse debería pensar un poco mas en cambiar el concepto que tiene de los demás, simple…hemos estado o podríamos estar en esa situación y anhelaríamos de nuestras personas cercanas o del mundo una segunda oportunidad ¿o me equivoco?

Por nuestra  misma calidad de vida es bueno considerar la posibilidad de pensar positivamente respecto a otros, si pensamos mejor la química de nuestro cerebro cambia, recuerda que si piensas positivamente el cerebro genera un tipo de neuroquímicos que también llegan al cuerpo y pueden beneficiarte, si piensas negativamente se generan otro tipo de neuroquímicos que pueden incluso hasta enfermarte y alterar tu organismo.

.Si alguien nos dice “quiero dejar atrás mis conductas negativas, si te ofendí o te hice daño por favor perdóname” que bueno sería que le respondiéramos con sinceridad “Me heriste pero ¿en que puedo ayudarte? ¿Puedo ser parte de tu cambio? ¿Quieres que hablemos y trato de dejar a un lado mis prevenciones y prejuicios? Que bueno seria empezar a dar mas oportunidades a las personas de que  demuestren su capacidad biológica de usar la consciencia y que incluso podrían ayudarnos en un futuro con sus nuevos comportamientos, ¿Por qué no darle la oportunidad a alguien que quiere vivir mejor y dejar de recordarle sus errores? Es difícil, pero incluso es una oportunidad que nos damos a nosotros mismos, no hay que ser un monje budista o estar sentado en una nube al lado de Dios para lograrlo… por lo menos intentarlo ya es una buena práctica.

Tal vez “personas” como  un ex convicto, un drogadicto, una prostituta, un ladrón, un malgeniado, una persona negativa, depresiva o conflictiva… que pueden ser nuestros propios familiares, parejas, hijos, enemigos, amigos y hasta desconocidos  tienen toda la intención de cambiar, lo están haciendo  o ya lo hicieron pero los etiquetamos, los señalamos, cuando ellos nos piden a gritos que los tratemos desde la posibilidad no desde la limitación.

En este escrito te invito a enfocarte mas en las personas que en las situaciones y el pasado, he conocido personas por las que nadie daba nada y ahora son totalmente exitosos, empecé a creer que las personas pueden demostrar  cambios significativos de actitud ante las situaciones, que pueden romper totalmente sus patrones y adicciones emocionales, he aprendido mucho de ellos, siendo sincero las mejores lecciones y conocimientos que tengo hoy en día los he obtenido de ellos, incluso son grandes amigos míos actualmente.

grandes personas de la historia y de la actualidad fueron unos totales perdedores para el mundo, fracasados hasta mas no poder y luego alcanzaron éxitos imposibles para muchos, han dejado grandes legados que perduran para siempre, esa persona que ahora se equivoca puede estar a tu lado luchando por hacer cosas grandes en su vida pero por tus prejuicios y paradigmas no te das ni cuenta, te invito a que mires desde la posibilidad y no desde la limitación, algún día tu puedes pedir esa oportunidad si llegaras a equivocarte, o tal vez ya lo hiciste y no te la dieron.

Dedico este artículo a mi gran profesor Sergio Restrepo Ochoa, jefe del departamento de matemáticas  de la Universidad de Antioquia en Colombia, quien creyó en mi desde la posibilidad y lo hace con muchas personas sacando grandes profesionales al mundo, una de las mejores personas que he conocido en mi vida.

 

Hasta pronto. Un abrazo para todos, nos vemos en la próxima publicación.

 

Daniel Sánchez García
Mercadólogo – Profesional en coaching y neurociencia aplicada
Certificación internacional Asociación Española de Coaching (ASESCO)
Administrador de Mercadeo
Institución Universitaria CEIPA
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La adicción emocional: La influencia de la química en lo que sentimos

Por
Daniel Sánchez Garcia
Mercadólogo – Profesional en Coaching y Neurociencia aplicada
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Uno de los estudios fascinantes de la neurociencia es la adicción química emocional, explica en parte porque nos quedamos dando vueltas en lo mismo y así queramos cambiar muchas veces seguimos casi igual. Se habla de la adicción química emocional negativa pero también puede ser positiva, por ejemplo a estar felices y llenos de energía, podemos hacer que las emociones beneficien gran parte de nuestra vida usando las capacidades del cerebro consciente y en especial de los lóbulos pre frontales.

Nos volvemos adictos a los químicos que se producen cuando tenemos pensamientos, casi todos los recuerdos tienen asociado un componente emocional, cuando recordamos, los neuroquímicos (Como los péptidos, las hormonas o los neurotransmisores) estimulan el cerebro y el resto del cuerpo a través del torrente sanguíneo, cada pensamiento llega a ser una sensación de manera inconsciente , es decir sin darnos cuenta de lo que pasa.

Una adicción es algo que no podemos dejar de hacer, pondremos el ejemplo de una pareja que discute y hace de un motivo pequeño casi la tercera guerra mundial, detener ese tsunami de emociones que se genera en la mente y el cuerpo no es fácil ¿Por qué sucede esto? ¿Por qué no pueden parar de discutir e incluso podrían agredirse? la razón es que estar mal los hace sentirse bien, suena ilógico pero están acostumbrados a eso y son adictos químicamente, eso los hace continuar juntos en la relación así vivan peleando. Sólo hemos mencionando un caso cotidiano, pero sucede con frecuencia en las relaciones con los hijos, los amigos, los padres, los compañeros de trabajo, los desconocidos e incluso con nosotros mismos, también podemos ser adictos a emociones que sentimos cuando estamos solos.

Las emociones son indicadores químicos de experiencias anteriores, hay un punto de la vida donde pensamos que ya hemos vivido casi todo, dejamos de pensar en nuevas situaciones, empezamos a tomar decisiones pensando en como nos sentiremos, si sabemos que algo será bueno lo hacemos, si no podemos predecir la sensación de una situación posiblemente no nos involucremos, como estamos en los limites de la caja dudamos en salir de lo familiar para experimentar algo desconocido así parezca mejor y decimos cosas como “Mejor malo conocido que bueno por conocer”.

Una nueva experiencia trae una nueva sensación que activa los mecanismos de supervivencia por tratarse de algo desconocido, cuando el “Yo” recorre la base de datos de emociones y no encuentra nada parecido quedamos fuera de la zona de confort y decimos “No quiero experimentar eso, estoy bien así”, esa es una de las razones del miedo a cambiar así la situación actual sea negativa y nos traiga problemas. Siguiendo con el ejemplo de la pareja conflictiva se les dice: Los vamos a llevar a un seminario y les garantizamos que pueden cambiar totalmente su situación y vivir bien, pero no vamos a decirles de que se trata… Es muy probable que alguno de los dos diga “Eso no se lo cree nadie, esto no va a cambiar” y se niegue a ir.

¿Como llegamos a ser adictos emocionalmente?

Queramos o no, somos adictos a los químicos y emociones que se producen en nuestro cerebro y cuerpo como reacción al entorno y a nuestros pensamientos, esos químicos afectan el estado de animo, las acciones, las creencias, las percepciones sensoriales e incluso lo que aprendemos, cualquier interrupción de ese nivel químico habitual nos provocara incomodidad y haremos todo lo posible consciente o inconscientemente para restablecerlo.

Cuando el cuerpo piensa por nosotros.

las células del cuerpo están acostumbradas a una cantidad determinada de químicos producidos por el cerebro, si el cuerpo termina convirtiéndose en la mente se pierde el control consciente o racional, porque la química de las emociones solicitada por las células del cuerpo es producida en el cerebro subconsciente o emocional y allí tenemos poco o ningún control, esto sucede cuando hay ansiedad por algo o alguien, por ejemplo cuando una persona que queremos se va de nuestra vida definitivamente quedamos como perdidos y sentimos que algo nos falta, eso es porque ya no tenemos quien nos haga sentir y nos haga generar esa química interna.

la otra situación es cuando la cantidad de neuroquímicos es excesiva, las células del cuerpo llegan a un punto donde no pueden procesar tanta información enviada por el cerebro, empiezan a funcionar mal (incluso bloquean), imagine una relación donde la mujer siempre hace quedar al hombre como el malo de la película, con el tiempo la persona afectada se va volviendo menos susceptible y deja de reaccionar a las acusaciones o se lo toma como algo sin importancia, las células (en especial las nerviosas) pierden sensibilidad, se necesita mas de las mismas sensaciones para volver a activar el cerebro a producir otra gran cantidad de neuroquímicos, en parte esa es la base de la adicción a drogas como la cocaína que produce una gran descarga de dopamina generando una enorme sensación de placer al ser consumida, pero la próxima dosis tendrá que ser mucho mayor para producir la misma respuesta, el ciclo es similar en el caso de la química de la adicción emocional.

Muchos piensan que las emociones son tan fuertes que toca resignarse a convivir con ellas, donde eso fuera verdad aun estaríamos en las cavernas, seriamos instintivos y las emociones primarias de ira, miedo, tristeza y alegría serian muy dominantes, se trata de confiar en que tenemos un cerebro potencialmente capaz de lograr muchas cosas, que puede romper los patrones químicos que nos traen problemas y reinventar nuestra forma de pensar, usar el cerebro consciente es a lo que debemos apostarle para mejorar nuestra vida.

Lo que hemos dicho aquí son ideas básicas sobre la adicción emocional, existen bastantes herramientas y métodos para cambiar, la neurociencia proporciona soluciones poderosas y eficaces si se combina con coaching, programación neurolingüística y psicología, cada persona escoge como hacerlo, todo vale desde que se tenga la convicción y las ganas de lograr resultados positivos.

Hasta la próxima.

Daniel Sánchez García
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Un ambiente laboral agradable marca la diferencia.

Por
Daniel Sánchez Garcia
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La neurociencia tiene muchas aplicaciones en el mundo de los negocios y la gerencia de organizaciones por los descubrimientos que se han hecho sobre las emociones, a esta especialidad se le llama “Neuromanagement”,  quienes la estudiamos concentramos la atención en algunos aspectos clave: comprender los procesos cerebrales vinculados a la toma de decisiones, Incrementar el compromiso de las personas, como implementar cambios con un mínimo de conflictos, como comprometer a otros para lograr un mejor desempeño, como reducir los niveles de estrés y muchas otras cuestiones donde el ser humano es el protagonista, se trata de aprovechar los estudios del cerebro para hacer las cosas mas agradables, incrementar la productividad y por supuesto, las ganancias…

Un gerente o propietario se preguntaría ¿Para que me sirve conocer el cerebro si ya mi empresa esta obteniendo muchos beneficios y las ventas van bien? Siempre hay posibilidad de mejorar, de crecer, de vender mas, estamos en una época donde la estabilidad financiera es muy importante pero no  suficiente, si una organización  logra crear o mantener  una motivación positiva en los empleados puede alcanzar mejores resultados, las grandes multinacionales lo tomaron en cuenta y actualmente  invierten muchísimo dinero en expertos de las neurociencias para conservar, potenciar y capacitar su recurso humano, el mas preciado de todos.

¿Porque hay tanta atención en el cerebro emocional de los empleados?  En esa parte del cerebro humano se producen y controlan muchos químicos como las hormonas y los neurotransmisores, que actúan dentro del  sistema nervioso y viajan por todo el cuerpo a través de la sangre,  influyendo en el comportamiento, la  capacidad física y mental. Los pensamientos determinan una buena parte de esa neuroquímica, si son  positivos hacen que una persona se sienta totalmente productiva, concentrada, motivada, con ideas innovadoras y soluciones ingeniosas, si son negativos la misma persona puede sentirse disminuida en sus capacidades, volverse irritable, conflictiva, depresiva y estresada.

Los directivos y socios de las organizaciones saben que los pensamientos y emociones pueden transmitirse entre empleados, por eso cada vez son mas las empresas que tratan de crear mejores ambientes laborales usando técnicas de neurociencias que puedan ser implementadas en todos los niveles, desde el jefe de ventas o director de producción hasta el obrero o la persona del aseo, piensen en empresas como Google o la ensambladora colombiana de vehículos Sofasa, son empresas excelentes y su capital humano es totalmente comprometido, difícilmente alguien quiere irse de allí.

En la actualidad es común ver organizaciones que  tienen buenos productos, ventas crecientes y un sistema de producción tecnificado, pero un ambiente laboral deficiente por no decir que insoportable, la consecuencia es que los empleados hablan mal de su trabajo aun teniendo buen sueldo, duran poco tiempo, no adquieren sentido de pertenencia y buscan trabajos mas agradables así ganen menos dinero. A muchos les ha sucedido que consiguen trabajo y desde las primeras semanas empiezan los problemas con los temperamentos de los compañeros, las indirectas, los chismes, las discordias en los grupos de trabajo  y los malos tratos de jefes que tienen un gran poder,  todo eso termina afectando negativamente el desempeño y la productividad, bajo esas condiciones no es de extrañar que una empresa muy exitosa termine en serios problemas que afecten sus finanzas en el largo plazo por no tomar correctivos adecuados.

Estoy convencido de algo, es muy costoso renovar constantemente el personal porque toca invertir tiempo productivo y dinero en capacitaciones e inducciones, en un mundo tan globalizado como el de hoy esos lujos se pagan caros con el pasar de los meses o los años, no es gratuito que las empresas que mas invierten en capacitar y hacer sentir lo mejor posible a sus empleados también generen ganancias asombrosas y niveles de ventas por encima de sus competidoras, la pregunta es ¿Por qué algunos directivos y socios no  han tomado medidas si eso genera tan buenos resultados? Lo veremos en próximas publicaciones.

 

Hasta pronto, un saludo.

 

Daniel Sánchez García
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Adultos de acción, niños soñadores.

Por
Daniel Sánchez Garcia
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Hace años hablando con una amiga nos hicimos una pregunta que no pudimos responder como quisimos:

¿Por qué a medida que crecemos nos vamos volviendo más limitados, se alimentan nuestros miedos al punto que ni intentamos las cosas y fracasamos antes de empezarlas?

En Julio estuve en una aseguradora para contarles sobre la neurociencia y sus aplicaciones en las ventas, mi amiga estaba allí, me reí con picardía e intentamos darle una respuesta a lo que alguna vez dejamos pendiente.

Joe Dispenza en uno de sus libros comenta: La ciencia ha demostrado que estamos preconfigurados por la herencia y somos cambiados por el entorno, mas de la mitad de los genes contribuyen a darle forma al cerebro, luego estamos sujetos a lo que aprendemos y experimentamos a través de los sentidos así vamos construyendo nuestra forma de ver el mundo, nuestras creencias y esos pensamientos que determinan la capacidad de soñar y trabajar por alcanzar lo que queremos.

Dicen que lo mas importante son las metas y los sueños pero ¿como vamos a tener sueños si al enfrentarnos a dificultades las personas solo ven limitantes y ayudan a que esos anhelos desaparezcan? esos sueños nacieron cuando éramos niños y se van muriendo por las circunstancias.

¿Cómo ve la vida un niño? Más o menos así:

  • Todo lo cree, todo lo puede, su cerebro está programado sin limitantes.
  • Todo lo disfruta, todo puede ser realidad, es alegre, juguetón e inquieto, investigador, persistente.
  • No se detiene fácilmente ante un obstáculo e insiste tanto que hasta hace ceder a los adultos.
  • Tiene gran cantidad de energía y deseo de participación, en un minuto se convierte en lo que quiere (Super héroe, astronauta, piloto, diseñadora, reina de belleza, etc…)
  • No se preocupa por la economía, la política, la crisis o porque sus caderas están flácidas mucho menos le importa una cirugía estética.
  • Tienen sueños de grandeza valor y posibilidades.

De Joe Dispenza también leí que los niños biológicamente tienen menos desarrollado el cerebro racional en comparación con los adultos pero su cerebro emocional es muy activo.

¿Será que la diferencia entre ellos y nosotros es que se dedican mas a sentir que a pensar? Esa posibilidad me gusta considerarla.

Cuando los niños crecen, aterrizan a la realidad y racionalidad del mundo, los adultos les imponen su estilo se muestran como un espejo o modelo a seguir, ahí comienzan a morir los sueños, también a programarse las limitaciones mentales. Cuando esos niños van llegando a adultos o antes en muchos casos pasa algo como esto:

  • Se  van transformando en personas rígidas y desconfiadas al punto de solo creer en lo que es tangible.
  • Confían mucho en su instinto, desarrollan gran sentido de la lógica pero poco de la imaginación.
  • Algunos por temor a soñar afirman cosas como: “Soy una persona con los pies sobre la tierra” ó “no se vive de ilusiones debemos aceptar la realidad”

Es ahí donde revivir el niño interior es bien importante, el está dentro de su mente esperando que lo deje salir a gozar del mundo y las oportunidades, eso se logra rompiendo paradigmas, rutina, temores, volviendo a vivir dinámico, alegre y feliz, volver a creer que si se puede, que vale la pena soñar sin importar la edad que se tenga.

Un niño tiene una gran imaginación para crear escenarios maravillosos en cambio el adulto esta lleno de temores que ponen fin a los intentos de triunfo y si surge alguna idea innovadora también aparecen las razones lógicas para no intentar comenzar, esa voz interior que dice:

¿Para que te vas a meter en eso? “Vas a fracasar”, “ponle sentido común a las cosas”, “eso ya muchos lo intentaron y no pudieron” ¿vas a ser uno mas? “en tiempos de crisis es mejor ir a lo seguro”.

lo mas preocupante es que sin darnos cuenta el cerebro exterioriza todo eso que tiene adentro, terminamos acabando los sueños de nuestra pareja, hijos, socios, amigos e incluso desconocidos, somos especialistas en llenar de dudas y limitaciones a los demás basados en nuestras experiencias sin embargo los pensamientos limitantes muchas veces no son tan reales, fueron creados por errores e intentos fallidos propios o de otros, en cambio el pintor de sueños esta presente y es la esencia de nuestro avance como especie.

¿Quien pensaría en el siglo XVI que podría caer del cielo una persona colgada de un pedazo de tela? ¿Que un aparato de metal podría volar? para algunos fue posible, aunque no faltaba el que decía… “Esta loco, eso solo se le ocurre a usted”, ellos no escucharon a los que hacían comentarios de ese tipo, dejaron fluir de nuevo al niño interior, se unieron a el para lograr lo que se les venia a la mente y ahora esos pensamientos son realidad.

Terminaré con algo que me contó una señora en el Metro de Medellín y me recomendó el libro, se llama “La culpa es de la vaca”

En una tarde nublada de un país donde hay invierno dos niños patinaban, el hielo se rompió, uno de ellos cayo al agua. El otro recordó un incidente similar cogió una piedra golpeó el hielo con todas sus fuerzas hasta que logro quebrarlo y salvar a su amigo.

Cuando llegaron los bomberos se preguntaron: ¿Como lo hizo? el hielo está muy grueso habríamos necesitado herramienta, es imposible que lo haya quebrado con esa piedra y sus manos tan pequeñas, un abuelo respondió con una sonrisa:

Yo se como lo hizo… Todos se preguntaron ¿Como fue?

Fácil… no había nadie a su alrededor que le dijera que no se podía y que dejara de intentarlo.

La decisión de pensar en posibilidades solo la tiene una persona y es usted mismo, los demás solo pueden contárselo.

Una vez Einstein dijo: “Si lo puedes imaginar lo puedes lograr”

Daniel Sánchez García
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