Hace años hablando con una amiga nos hicimos una pregunta que no pudimos responder como quisimos:
¿Por qué a medida que crecemos nos vamos volviendo más limitados, se alimentan nuestros miedos al punto que ni intentamos las cosas y fracasamos antes de empezarlas?
En Julio estuve en una aseguradora para contarles sobre la neurociencia y sus aplicaciones en las ventas, mi amiga estaba allí, me reí con picardía e intentamos darle una respuesta a lo que alguna vez dejamos pendiente.
Joe Dispenza en uno de sus libros comenta: La ciencia ha demostrado que estamos preconfigurados por la herencia y somos cambiados por el entorno, mas de la mitad de los genes contribuyen a darle forma al cerebro, luego estamos sujetos a lo que aprendemos y experimentamos a través de los sentidos así vamos construyendo nuestra forma de ver el mundo, nuestras creencias y esos pensamientos que determinan la capacidad de soñar y trabajar por alcanzar lo que queremos.
Dicen que lo mas importante son las metas y los sueños pero ¿como vamos a tener sueños si al enfrentarnos a dificultades las personas solo ven limitantes y ayudan a que esos anhelos desaparezcan? esos sueños nacieron cuando éramos niños y se van muriendo por las circunstancias.
¿Cómo ve la vida un niño? Más o menos así:
- Todo lo cree, todo lo puede, su cerebro está programado sin limitantes.
- Todo lo disfruta, todo puede ser realidad, es alegre, juguetón e inquieto, investigador, persistente.
- No se detiene fácilmente ante un obstáculo e insiste tanto que hasta hace ceder a los adultos.
- Tiene gran cantidad de energía y deseo de participación, en un minuto se convierte en lo que quiere (Super héroe, astronauta, piloto, diseñadora, reina de belleza, etc…)
- No se preocupa por la economía, la política, la crisis o porque sus caderas están flácidas mucho menos le importa una cirugía estética.
- Tienen sueños de grandeza valor y posibilidades.
De Joe Dispenza también leí que los niños biológicamente tienen menos desarrollado el cerebro racional en comparación con los adultos pero su cerebro emocional es muy activo.
¿Será que la diferencia entre ellos y nosotros es que se dedican mas a sentir que a pensar? Esa posibilidad me gusta considerarla.
Cuando los niños crecen, aterrizan a la realidad y racionalidad del mundo, los adultos les imponen su estilo se muestran como un espejo o modelo a seguir, ahí comienzan a morir los sueños, también a programarse las limitaciones mentales. Cuando esos niños van llegando a adultos o antes en muchos casos pasa algo como esto:
- Se van transformando en personas rígidas y desconfiadas al punto de solo creer en lo que es tangible.
- Confían mucho en su instinto, desarrollan gran sentido de la lógica pero poco de la imaginación.
- Algunos por temor a soñar afirman cosas como: “Soy una persona con los pies sobre la tierra” ó “no se vive de ilusiones debemos aceptar la realidad”
Es ahí donde revivir el niño interior es bien importante, el está dentro de su mente esperando que lo deje salir a gozar del mundo y las oportunidades, eso se logra rompiendo paradigmas, rutina, temores, volviendo a vivir dinámico, alegre y feliz, volver a creer que si se puede, que vale la pena soñar sin importar la edad que se tenga.
Un niño tiene una gran imaginación para crear escenarios maravillosos en cambio el adulto esta lleno de temores que ponen fin a los intentos de triunfo y si surge alguna idea innovadora también aparecen las razones lógicas para no intentar comenzar, esa voz interior que dice:
¿Para que te vas a meter en eso? “Vas a fracasar”, “ponle sentido común a las cosas”, “eso ya muchos lo intentaron y no pudieron” ¿vas a ser uno mas? “en tiempos de crisis es mejor ir a lo seguro”.
lo mas preocupante es que sin darnos cuenta el cerebro exterioriza todo eso que tiene adentro, terminamos acabando los sueños de nuestra pareja, hijos, socios, amigos e incluso desconocidos, somos especialistas en llenar de dudas y limitaciones a los demás basados en nuestras experiencias sin embargo los pensamientos limitantes muchas veces no son tan reales, fueron creados por errores e intentos fallidos propios o de otros, en cambio el pintor de sueños esta presente y es la esencia de nuestro avance como especie.
¿Quien pensaría en el siglo XVI que podría caer del cielo una persona colgada de un pedazo de tela? ¿Que un aparato de metal podría volar? para algunos fue posible, aunque no faltaba el que decía… “Esta loco, eso solo se le ocurre a usted”, ellos no escucharon a los que hacían comentarios de ese tipo, dejaron fluir de nuevo al niño interior, se unieron a el para lograr lo que se les venia a la mente y ahora esos pensamientos son realidad.
Terminaré con algo que me contó una señora en el Metro de Medellín y me recomendó el libro, se llama “La culpa es de la vaca”
En una tarde nublada de un país donde hay invierno dos niños patinaban, el hielo se rompió, uno de ellos cayo al agua. El otro recordó un incidente similar cogió una piedra golpeó el hielo con todas sus fuerzas hasta que logro quebrarlo y salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos se preguntaron: ¿Como lo hizo? el hielo está muy grueso habríamos necesitado herramienta, es imposible que lo haya quebrado con esa piedra y sus manos tan pequeñas, un abuelo respondió con una sonrisa:
Yo se como lo hizo… Todos se preguntaron ¿Como fue?
Fácil… no había nadie a su alrededor que le dijera que no se podía y que dejara de intentarlo.
La decisión de pensar en posibilidades solo la tiene una persona y es usted mismo, los demás solo pueden contárselo.
Una vez Einstein dijo: “Si lo puedes imaginar lo puedes lograr”
—
Mercadólogo – Profesional en coaching y neurociencia aplicada
Certificación internacional Asociación Española de Coaching (ASESCO)
https://www.elcolombiano.com/blogs/cerebroenpractica/
Correo: dsancheg@gmail.com