Los mares de la Tierra no se llenaron a punta de baldados de agua, sino de cometazos, de acuerdo con los sorprendentes resultados de un estudio del Herschel Space Observatory.
Se encontró que el cometa Hartley 2, que nos visita desde el lejano cinturón de Kuiper (entre 30 y 50 veces la distancia Tierra-Sol) contiene agua con la misma huella química que la de los océanos terrestres.
“Nuestros resultados sugieren que los cometas pudieron haber jugado un rol mayor en traer grandes cantidades de agua al planeta primitivo”, dijo Dariusz Lis, del California Institute of Technology, coautor del estudio.
El hallazgo, además expande las reservas de agua del Sistema Solar a aquella lejana región en la que habitan infinidad de cuerpos helados como planetas menores y enanos y cometas.
Ninguno de los cometas estudiados hasta ahora contenían agua igual a la de los océanos.
Hartley 2 contiene la misma proporción de deuterio e hidrógeno que el agua en la Tierra. Ese cuerpo pasó hace un año a tan solo 18 millones de kilómetros, lo que permitió su estudio con equipos de alta sensibilidad.
Aunque no se crea, cuando la Tierra se formó el calor impedía que contuviera agua. Esta llegó como inmigrante en cuerpos como asteroides y cometas, lo que se acaba de conformar plenamente con esta investigación.
Solo las regiones más allá de Marte habrían tenido agua, que fue transportada hasta nuestro planeta hace cerca de 3.900 millones de años.
Las teorías aceptadas hoy dicen que menos del 1% del agua de la Tierra habría provenido de cometas, lo que cambia con lo visto en el Hartley 2, indicó Paul Hartogh, quien encabezó el estudio.
La señal más importante en la búsqueda del suministro de agua cósmica es el deuterio, o hidrógeno pesado, que contiene un electrón adicional en su núcleo. En la Tierra la relación entre deuterio e hidrógeno es cerca de 1:6.400.
En el Hartley 2 se encontró una relación de 1:6.200, muy parecida a nuestra agua. Es diferente a los cometas Tempel 1, Wild 2 y Halley, que fueron estudiados por distintas sondas.
La que analizó el Hartley 2 también estudió el Tempel 1, la sonda Deep Impact.
El estudio fue publicado en Nature.
En la foto de la Nasa, el cometa tomado por Deep Impact.
Los isótopos contenidos en el cometa Wild 2, acaban de revelar que Júpiter no pudo formarse hace menos de 3 millones de años. Es la última información/investigación dada por la sonda Stardust.