Hoy la sonda Cassini, que explora el planeta Saturno y su sistema de anillos y lunas, pasará por Encelade, pero no será un tránsito como otros que ha efectuado en estos años. No. La sonda volará directamente sobre las fumarolas y chorros de partículas congeladas que salen de una fractura en el polo sur, una especie de volcanismo en la forma de géiseres, que han llevado a plantearse la pregunta de si el interior de esa pequeña luna, menor que nuestro satélite natural, no está repleto de agua y, por lo tanto, podría ser un lugar en el vecindario donde habría vida.
El sobrevuelo de Cassini permitirá allegar más datos, pero no resolverá el misterio. Solo cuando una nave se pose en la gélida luna se sabrá qué hay en su interior.