¿Será que no hay que madrugar tanto? Los estudiantes que en un estudio comenzaron clases todos los días una hora más tarde que los demás, obtuvieron mejores desempeños.
Orna Tzischinsky, doctor del Emek Yezreel College en Israel tomó un grupo de 47 estudiantes del grado octavo, de dos salones distintos, los que fueron divididos en grupos de experimento y control durante un corto periodo de dos semanas. Una semana, el grupo experimental comenzaba sus clases a las 8:30, mientras el de control lo hacía a las 7:30, como siempre.
Los muchachos mantuvieron el mismo patrón de acostada y levantada, lo cual que chequeado con actígrafos
Al quinto día, ambos grupos eran evaluados. Y según los resultados, durante la primera semana el grupo del experimento se despertó en promedio 51 minutos más tarde que el de control, mientras en la segunda los dos se despertaron al mismo tiempo. El tiempo en la cama y el nivel del sueño permanecieron estables durante las dos semanas.
Los exámenes de conocimiento mostraron mejor desempeño del grupo experimental en la primera semana. Se pudo concluir que dormir más afecta positivamente el funcionamiento cognoscitivo.
Lo ideal es que los jóvenes duerman nueve horas cada noche.
La madrugada ha sido, debo confesarlo, un tormento desde mi época estudiantil. Aquellos ” cinco minuticos no más” fueron los culpables de varias faltas por llegar tarde al colegio. Pero bueno, el sueño renueva. Una mente descansada piensa mejor.