Viejo yo, ¡no, la cédula! El cuento tan trillado puede ser verdad si uno se lo propone, de acuerdo con un nuevo estudio.
Cuán vieja se siente una persona influye en su salud y en cómo los demás la ven.
En un artículo publicado en Perspectivas on Psychological Science, se revisan estudios sobre el tema y sugiere que sentirse joven puede de verdad hacerlo a lucir así y, lo que es más, tener la salud de alguien más joven.
Ellen Langer, psicóloga de Harvard, ha estado estudiando por décadas cómo la mente influencia el cuerpo. En un estudio considerado clásico, hombres adultos se veían en un retrato que se retocó para que se vieran como de 20 años menos, pretendiendo que estaban viviendo en ese año. “Sus mentes estaban en el pasado. Su visión mejoró, su fortaleza se recobró y así otros aspectos”, dice.
Langer escribió el nuevo artículo con Jaewoo Cheng, del Massachussets Institute of Technology.
En un estudio con sus colegas, mujeres se cortaban el cabello y lo teñían en un salón de belleza y voluntarios miraban el antes y el después en fotos de las mujeres- Las mujeres que creían que teñirse el cabello las hacía lucir más jóvenes, realmente lucían así, de acuerdo con los observadores, a los que se les mostraron sólo fotos de los rostros. Las mujeres que no creían que lucían más jóvenes con el cabello teñido no obtenían ese beneficio.
Investigaciones anteriores han encontrado que el patrón de calvicie en los hombres incrementa el riesgo de cáncer de próstata. Langer y sus colegas lanzaron de la hipótesis de que se podría deber a que se consideraban viejos; cada día en el espejo, obtenían un recordatorio visual de que estaban envejeciendo. Algunos problemas del corazón también se han relacionado con la calvicie. Esto, pese a que no existe una razón biológica clara de porqué la pérdida del cabello y los problemas del corazón van juntos; los sentimientos de los hombres sobre su edad, podrían ser parte del asunto.
Las mujeres que tienen hijo por primera vez más adultas son a menudo más saludables cuando envejecen que aquellas que lo tienen más jóvenes, quizás, dice Langer, porque pasan su tiempo con mujeres más jóvenes en la guardería y parques. Y las personas que se casan con compañeros más viejos tienen una expectativa de vida menor, mientras quienes se casan con más jóvenes viven jóvenes más tiempo.
Si Langer y colegas tienen razón, y sentirse joven lo hace a usted más saludable, ¿qué podría hacer? Una posibilidad es vestirse como una quinceañera, teñirse el cabello y tener un novio joven, pero la científica tiene otra solución: no cambie su pensamiento de una, será menos vulnerable. “Creo que tenemos mucho más control sobre nuestra salud y bienestar de lo que la mayoría comprende”.