Como el buen vino: mientras más añejo, mejor. Pasan y pasan los años y las teorías de la Relatividad de Albert Einstein resisten toda clase de pruebas.
La sonda Gravity de la Nasa fue lanzada al espacio en 2004 con el fin de verificar algunas predicciones de aquellas leyes y… ¡las acaba de confirmar!
La nave, dotada con giroscopios ultraprecisos, midió la curvatura del espacio y el tiempo alrededor de un cuerpo gravitatorio y además cuánto un objeto giratorio jala el espacio y el tiempo mientras rota.
La sonda determinó los dos efectos con una precisión sin precedentes al escrutar una sola estrella, IM Pegasi, mientras giraba en órbita polar alrededor de la Tierra. Si la gravedad no afectara el espacio y el tiempo, los giroscopios señalarían en la misma dirección siempre estando en órbita, pero al confirmar esas teorías, los aparatos experimentaron cambios medibles en la dirección de su giro, mientras la gravedad de la Tierra los jalaba.
El hallazgo fue presentado online en el journal Physical Review Letters.
“Imagine la Tierra como si estuviera inmersa en miel. A medida que el planeta rotara, la miel alrededor se movería con ella, y es lo mismo con el espacio y el tiempo”, dijo Francis Everitt, principal investigador de Gravity en la Universidad de Stanford.
“Los resultados de la misión tendrán impacto de largo plazo en el trabajo de los físicos teóricos”, según Bill Danchi, del programa de Astrofísica de la Nasa en Washington.
La sonda completó la recolección de datos en diciembre pasado y quedó en desuso.
Para retar las teorías de Einstein, habrá que dispone en el futuro de equipos mucho más precisos. Por ahora, salen airosas, casi 100 años después.