Daniel Howell, profesor de Biología en Liberty University, en Virginia, Estados Unidos, ha estado casi permanentemente descalzo desde hace 10 años. Pocas veces usa calzado e incluso ha viajado a lejanos lugares así… sin zapatos.

El alcohol sigue siendo fuente de estudios científicos y de resultados a veces contradictorios. Foto Pixabay
Si ingerir bebidas alcohólicas es malo para la salud y hasta qué punto, sigue siendo uno de los asuntos que tratan de aclarar estudios. Y a veces el resultado genera confusión.
La semana pasada hubo tres estudios sobre el tema y… muy contradictorios. Continuar leyendo
¿Es contradictoria la ciencia? A veces parece serlo, más si no se toman en contexto sus desarrollos y si no se conoce cómo funciona: las investigaciones no solo tienen que dar resultados creíbles sino que estos deben ser refrendados por otros estudios, lo que no siempre sucede. Continuar leyendo
Es una cifra difícil de estimar. Y de digerir. En el mundo cada año se usan hasta 100 millones de animales para ensayos de variada naturaleza, desde probar toxicidad de nuevas medicinas hasta para estudios conductuales.
Gatos, perros, ratones, peces, gusanos se incluye en las múltiples órdenes, familias y especies utilizadas. Continuar leyendo
Ni el mas social de todos, ni el de mejor memoria, podría recordar ni conocer 13 millones de personas en su árbol genealógico ni sus cumpleaños, ¿cierto? Continuar leyendo
Vacunarse con la influenza o no, he ahí el dilema anual. ¿Sirve? Tal vez es mejor que nada, ante las severas consecuencias que tiene adquirir el virus: alta incapacidad hasta hospitalización y amenaza de muerte en no pocos casos. Continuar leyendo
Si es de los que sufre pérdida de cabello, puede llamarle la atención que en verano se cae más el pelo reveló un estudio publicado en el British Journal of Dermatology.
La investigación analizó la caída del cabello a través de las estaciones en ambos hemisferios del planeta y en 8 países.
Basados en datos de Google Trends se encontró que esa estación, más la del otoño, inciden en la caída del pelo. ¿Por qué? No se sabe.
Pero el hallazgo no es nuevo, refuerza, con mayor número de datos, otras investigaciones que se habían centrado en pequeñas muestras y en sitios reducidos.
“Este estudio sintetizó datos epidemiológicos digitales de ambos hemisferios para conformar la sospecha clínica de que el verano y el otoño están asociados con una mayor pérdida de cabello”, comentó Shawn Kwatra, primer autor, de la Escuela de Medicina de John Hopkins University.
“Este hallazgo es clínicamente relevante para pacientes que pierden más pelo en esas estaciones y además tiene implicaciones en la evaluación de las terapias y su efectividad. Estudios posteriores aclararán esta asociación y examinarán la fisiología del ciclo del cabello”.
La calvicie o alopecia, la caída del pelo en cualquier parte del cuerpo, y que en general siempre incluye la cabeza, obedece a muchas razones.
Se estima que a los 35 años de edad, 40% de los hombres tienen pérdida de cabello, 65% a los 60 años y 70% a los 80 años de edad.
Esa condición afecta también a las mujeres, pero en menor proporción
La calvicie no es general en todo el globo. En Europa, en la República Checa está el mayor índice, con casi 42% de los hombres con pérdida de cabello, seguidos de los españoles.
En China es donde menos se cae el pelo.
El estudio estacional no reveló la situación en los países tropicales para saber si las temporadas de más calor inciden en la pérdida de pelo.
¿Nos está matando la soledad? Puede que sí. Pero más cierto es que cada vez personas viven solas. Aplazan o evitan el matrimonio, se encierran en sus celulares. Como resultado, aumentan quienes están solos.
En Estados Unidos esa tasa anda disparada, para citar un caso. Surge entonces un problema serio: la soledad enferma y… mata.
Como en nuestro medio escasean las investigaciones sobre el tema, podemos citar esta: Julianne Holt-Lunstad, profesora de Psicología en el Brigham Young University, presentó el resultado de dos granes meta análisis en la convención anual de la Asociación Psicológica Americana.
Allí demostró que esa condición es una amenaza para la salud pública mucho más seria que la obesidad y casi equipara el riesgo que representa fumar.
“De hecho, varios países alrededor del mundo sugieren que estamos enfrentando una “epidemia de la soledad”, dijo la investigadora. “El resto es qué hacemos”.
En el primer meta análisis de 148 estudios y datos de más de 300.000 participantes, encontró una reducción del 50% en el riesgo de muerte prematura entre las personas con una gran interacción social.
El segundo análisis incluyó datos de 3,4 millones de personas de 70 estudios y se centró en el rol en la mortalidad del aislamiento social, la soledad y el vivir solos.
Las tres situaciones parecen aumentar el riesgo hasta ser igual o mayor a la obesidad.
Para los investigadores la soledad es mortal porque puede conducir a un número de situaciones anormales, como dormir mal, altos niveles de la hormona del estrés, inflamación y sistema inmunitario debilitado. Todos estos son factores de riesgo para desarrollar enfermedad y lesiones que amenacen la vida.
Para reducir el riesgo, las personas solitarias deben socializar más, no mediante las redes sociales en internet, sino asistiendo a clubes o reuniones comunitarias, reuniéndose con vecinos, para citar unos ejemplos.
Redes de internet
Estudios en Estados Unidos con adolescentes sugieren que sus habilidades sociales se están reduciendo debido a su elevada interacción en las redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter y otras. En esta interactividad, se sienten despreciados, ansiosos cuando sus amigos no leen los mensajes ni les responden.
Las personas tienden a compararse en esas redes con otros, lo que les genera envidia, soledad y depresión. Un estudio de la Universidad de Houston sugiere que los sentimientos de soledad a menudo provienen de personas que postean solo aspectos alegres o positivos en la vida, como las fiestas, estar con amigos o los viajes de vacaciones.
Y son varios los estudios que aportan evidencias de que la soledad, la ansiedad social y el aislamiento social pueden provocar el uso desmedido de las redes sociales en los jóvenes.
Llamadas
En el caso de la población en general, en países como Inglaterra, la gente que se siente sola puede llamar a una línea telefónica, la línea plateada para hablar con alguien de lo que quieran. Ese centro recibe unas 10.000 llamadas a la semana.
En Colombia cerca del 12% de los hogares solo tiene una persona según censo del Dane. Más de 1 millón de colombianos vivían en esa condición, que viene al alza.
Un asunto oculto no abordado por los gobiernos.
La naturaleza te da sorpresas, algunas de ellas de pequeños gigantes, como el gusano de la polilla Amorpha juglandis.
Parece presa fácil para un pájaro pero guarda un as bajo la manga: emite un sonido que suena como la voz de alarma de un ave, lo que asusta a su cazador.
Al comienzo, los científicos sospechaban que los pájaros solo se sorprendían por el ruido, pero un nuevo estudio presentado en el Simposio de Comunicación Acústica de Animales en Omaha sugiere un mecanismo más sofisticado: el silbido de los gusanos parece en verdad el de un ave, lo que hace que los depredadores se alejen.
“Es el primer caso de un sonido engañoso entre un insecto y un ave, una nueva forma de defensa de un insecto”, de acuerdo con Jessica Lindsay, autora principal del estudio, del laboratorio de Kristin Laidre en la Universidad de Washington.
Cuando son picoteados por un pájaro, los gusanos silban comprimiendo sus cuerpos como un acordeón, forzando el aire a través de unos agujeros especializados en sus lados. Los silbidos suenan muy alto considerando que son insectos de 4 centímetros. Se han medido de 5 decibelios a 5 centímetros de distancia, similar a la disposición de basura.
En un experimento de laboratorio hace unos años, los pájaros respondían al silbido saltando y alejándose, evitando la cacería. Para los autores, se debía a su sorpresa.
Pero Lindsay, esos sonidos eran acústicamente similares a los llamados característicos de alarma que hacen algunas aves. Muchas especies de pájaros producen y reconocen ese sonido, que se da cuando hay un depredador volando, y vuelan a esconderse o se quedan quietos.
La investigadora puso grabaciones de los llamados del gusano, de un pajarito, el carbonero cabecinegro (Poecile atricapillus), y cantos del camachero mexicano (Haemorhous mexicanus) como control.
Los pájaros ignoraron el canto, pero respondieron a los silbidos del gusano en la misma forma: volando a ocultarse, petrificándose o haciendo sus propios llamados. La conducta era igual independiente de la especie.
“Las llamadas de alarma engañosas no son comunes, pero es una estrategia que evolucionó en algunas especies”, dijo Tom Flower, ecólogo del comportamiento en Simon Fraser University, citado en The Scientist. Un caso es el de la acantiza parda (Acanthiza pusilla), un pequeño pájaro que imita llamados de otras aves para alejar depredadores que atacan el nido.
La diferencia, dijo, es que los gusanos imitan el sonido de alarma del mismo depredador.

Las huellas halladas en Creta. Muestran un pie tipo humano, don los dedos al frente. Foto Andrzej Boczarowski
Un nuevo hallazgo complica nuestro pasado. En Creta encontraron unas huellas de hace 5,7 millones de años, hechas por un homínino según los análisis.
De esa época solo se conocen homínidos y homíninos (rama diferente a los grandes simios) de África. Entonces, ¿de dónde venimos?
Si no se conoce todavía toda nuestra historia evolutiva con periódicos hallazgos de fósiles que replantean hipótesis o siembran más dudas, lo hallado en Creta confunden mucho más.
Desde el descubrimiento de los fósiles de Australopithecus en África oriental y del sur durante la mitad del siglo pasado, el origen del linaje humano se ha pensado en África. Algunos descubrimientos más recientes, como el pie tipo humano y la locomoción erguida, incluyendo las icónicas huellas de Laetoli en Tanzania de hace 3,7 millones de años, reforzaron la idea de que los homíninos no solo se originaron en África sino que permanecieron aislados allí varios millones de años antes de dispersarse por Asia y Europa.
El nuevo hallazgo sugiere un panorama mucho más complejo. Fue publicado en Proceedings of the Geologists’s Association.
El pie humano tiene una forma única, distinta a cualquier otro animal terrestre. La combinación de una planta larga, cinco dedos cortos estirado al frente, sin garras, y un dedo gordo que es más grande que los demás también es exclusiva.

Pie de hembra humana moderna. Cinco dedos que miran hacia adelante y una planta característica. Foto Pixabay
El pie de nuestros parientes más cercanos, los grandes simios, se parecen más a una mano humana con un dedo gordo que se desprende hacia un lado. Las huellas de Laetoli, que se cree fueron hechas por Australopithecus, son muy similares a las de los humanos modernos salvo que el talón es más estrecho y la planta carece de arco. En contraste, el Ardipithecus ramidus, de hace 4.4 millones de años, hallado en Etiopía, el homínino más antiguo conocido con fósiles más o menos completos, tiene un pie tipo gran simio. Para quienes lo describieron, es un ancestro directo de homíninos posteriores, sugiriendo que entonces no había evolucionado el pie tipo humano.
Las nuevas huellas de Trachilos, Creta occidental, tienen una forma humana, en especial en los dedos. El dedo gordo es similar al nuestro en forma, tamaño y posición, y presenta una característica de la planta que no está presente en los grandes simios. Y la planta es proporcionalmente más corta que la de Laetoli pero tiene la misma forma general.
Parecen no quedar dudas, entonces, que esas huellas las hizo un homínino que caminó por Creta, algo más primitivo que el de Laetoli (ver la diferencia de edades). Fueron hechas en una playa de arena, quizás un pequeño delta de un río, mientras las de Laetoli se hicieron en ceniza volcánica.
“Lo que las hace controversiales es la edad y ubicación”, según el profesor Per Ahlberg de Uppsala University, autor del estudio.
Con unos 5,7 millones de años, son más recientes que los homíninos más antiguos, Sahelanthropus de Chad y contemporáneas con el Orrorin de Kenya, pero más antiguas que las del Ardipithecus ramidus. Esto entra en conflicto con la tesis de que e A. ramidus es un ancestro directo de homíninos posteriores. Es más, hasta este año, todos los fósiles de homíninos de más de 1,8 millones de años (la edad de Homos tempranos de Georgia) eran de África.
Pero las huellas de Trachilos, están datadas con precisión con base en foraminíferos (microfósiles marinos) de lechos someros y profundos, más el hecho de que están justo debajo de una roca sedimentaria reconocida, que se formó cuando el mar Mediterráneo se secó brevemente hace 5,6 millones de años
Por coincidencia, según los autores, a comienzos de año otro grupo reinterpretó al primate Graecopithecus, de Grecia y Bulgaria, de hace 7,2 millones de años, como un homínino. De este solo se conocen dientes y mandíbulas.
En el tiempo en el que se hicieron las huellas de Creta, el Mioceno tardío, no existía el desierto del Sahara, los ambientes sabana se extendían del norte de África hasta el Mediterráneo oriental. Creta no se había separado de Grecia. Por eso no resultaría difícil que los homíninos hubieran estado por el sudeste europeo y por África, y dejaran sus huellas en una playa mediterránea que un día sería parte de la isla de Creta.
“El descubrimiento desafía la narrativa establecida de la evolución humana temprana y probablemente generará debate. Si la comunidad científica sobre los orígenes humanos aceptará estas huellas como evidencia concluyente de la presencia de homíninos en el Mioceno en Creta, está por verse”, expresó Per Ahlberg.
Un paisaje demasiado complicado en el que, sin duda, faltan piezas.
A seguir excavando.