La supernova que creó el Sol

Nebulosa del Águila, parte de una nube molecular de unos 20 años luz de diámetro. Foto NOAO

Nebulosa del Águila, parte de una nube molecular de unos 20 años luz de diámetro. Foto NOAO

No fue un acto de magia ni producto de la confabulación de los dioses.¿Cómo apareció el Sol? ¿Y el Sistema Solar?

Desde hace mucho se sabe cómo nacen las estrellas: de una nube densa de de gas que hay en las galaxias (nube molecular). ¿Pero de dónde proviene o, también, qué la mueve a ‘reunirse’ para formar un objeto estelar?

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No hay que tomar 8 vasos de agua

Foto Public-domain images

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Para mantenerse saludable tómese ocho vasos de agua al día. Ha sido la receta desde hace dos o tres décadas, pero… parece que no hay tal necesidad.

Científicos de Monash University revelaron el mecanismo que regula la ingestión de agua por el cuerpo y que determina cuándo no tomar más. El estudio desafía la fórmula de los ocho.

Tomar agua en exageración también puede conducir a una intoxicación. ¿Entonces?

El estudio mostró que una ‘inhibición a tragar’ se activa en el cerebro luego de que se consume líquido en exceso, ayudando a mantener calibrados los volúmenes de agua.

Si solo hacemos lo que el cuerpo nos demanda, probablemente estaremos bien, bebiendo solo según la sed en vez de tener un horario elaborado”, indicó Michael Farrell, otro de los investigadores.

A participantes en el estudio se les pidió calificar la cantidad de esfuerzo para beber agua bajo dos condiciones: tras hacer ejercicio cuando tenían sed y cuando se les pidió tomar agua en exceso.

En este último caso el esfuerzo es tres veces mayor. Es decir, hay una resistencia a beber más de la cuenta, lo que es compatible con la noción de que el reflejo de tragar se inhibe una vez que se ha bebido suficiente agua, explicó Farrell.

Mediante imágenes de resonancia magnética funcional se estudió además la actividad cerebral enfocada en el periodo breve antes de tragar.

Se vio que las áreas prefrontales derechas eran más activas cuando los participantes trataban de beber con esfuerzo, lo que sugiere que la corteza frontal tiene que ver con aquella inhibición.

El investigador recordó que ha habido maratonistas muertos en ciertas circunstancias por beber en exceso. Es que beber demasiada agua pone al cuerpo en peligro de intoxicación por hiponatremia, cuando los niveles vitales de sodio en la sangre se hacen demasiado bajos provocando síntomas desde letargo a náuseas, convulsiones y coma.

También se da el caso de personas, en particular las ancianas, que no toman la cantidad de agua que requieren.

El estudio apareció en Proceedings of the National Academy of Sciences.