Encender el televisor para ver el Reinado nacional de la belleza es como entrar a una máquina del tiempo y regresar 20 ó 30 años en la historia, con la diferencia que en vez de Gloria Valencia, Pilar Castaño y Jairo Alonso, están Carolina Cruz, Andrea Serna y Carlos Calero.

Este tipo de transmisiones no han evolucionado, casi que los libretos y las palabras usadas por los presentadores son las mismas. El orden de los desfiles, shows musicales, tanda de preguntas y elección es el mismo de siempre. La transmisión no sorprende, no atrapa, no le trae novedades al televidente, que debe soportar una maratónica emisión de más de dos horas, para poder saber quién es la nueva Miss Colombia.
Este es un corto listado de lo que no nos gustó de la transmisión anoche de RCN:
* La extensión: es maratónico, la ceremonia es extremadamente larga.
* El show de Daddy Yankee: está bien que doble, es lo usual en este tipo de eventos, pero por lo menos debió disimular con un DJ y un grupo de coristas en el escenario.
* Los comerciales: las tandas de publicidad rebasaron anoche cualquier límite. Exagerada la cantidad de comerciales que emitieron.
* Los presentadores: nadie niega del talento de Andrea Serna, Carolina Cruz y Carlos Calero, pero la presencia de cada uno de ellos está desgastada. No sorprenden al televidente.
* La producción: resulta increíble que con toda la experiencia que tiene RCN en este tipo de eventos sus creativos hayan sido tan amarretes con la escenografía. Lo otro es que los tiros de cámara y algunos planos dejaban mucho que desear.