Retomamos nuestra columna sobre lo más destacado y lo más discreto de la televisión colombiano. Este es el balance de lo que vimos la semana pasada:
Lo mejor
* La presencia de Iván Mejía Álvarez, en las transmisiones del fútbol colombiano por Directv. Más allá de lo polémico que puede resultar, Mejía Álvarez brinda seriedad. Es contundente y directo en sus comentarios.
* La historia de ¿Dónde está Elisa? siempre hay nuevos enigmas y misterios por resolver.
Más o menos
* La nueva temporada de Vivamos la noche. El programa no engancha, le falta fuerza, pese a la presencia de buenos invitados. Las grabaciones al aire libre en Cartagena, por la brisa, son un lío, ya que las presentadoras viven más preocupadas por no despeinarse, que por el programa.
Malo
* Los cambios en Serenata, de Teleantioquia, no convencen. El programa perdió su esencia. No está llegando al público objetivo.
* La decisión de Caracol de sacar del aire la serie El Laberinto, la saga de La mujer del presidente. Está bien que tuviera bajo rating, pero los televidentes merecen respeto.