Foto por Yojan Valencia
Por Diego Londoño
Diego@musicasomos.net
Esteban Giraldo es un artista de la ciudad, es músico, pintor, compositor, arreglista y una persona excepcional, que con su trabajo, ha sabido musicalizar ésta ciudad, además el amor, el desamor, los amigos, la rabia o la felicidad.
Gracias a su trabajo fue elegido para abrir uno de los shows más esperados del año, Fito Páez en su gira latinoamericana, La Nave Espacial.
Éste fenómeno es poco recurrente en Colombia y en el medio musical, pues se manejan poderes e intereses económicos muy grandes. ¿Para qué opacar al artista internacional?
¿Qué piensan algunos asistentes de esto?
Son muchas las condiciones que a los teloneros les imponen para poder sonar, como hacer su show sin banda, pocas canciones, sonido y backline diferente al del artista internacional, son muchos los casos y muy particulares. Así las cosas, el invitado a este texto y también a abrirle a un grande de la música como Rodolfo Páez, contará la experiencia, que quizá sea de las más grandes hasta el momento en su carrera como artista, pues para él, Fito es “La diversión de mi adolescencia, un maestro que me guió hacia mi propia sensibilidad. Una influencia a la que tengo que hacerle duelo. Un grifo abierto para la sed de buenas canciones”.
Esteban Salió a escena, todos los asistentes al coliseo de la UPB, creyeron que era Fito quien salía. Pero no, se encendieron las luces y era Esteban afrontando su esencia ante muchas personas, con la presión que se tiene en un evento de esta envergadura, a una sola guitarra, sin banda, con miles de ojos puestos en sus manos, movimientos y con toda la seguridad que siempre lo ha caracterizado.
Tránsfugas, una de sus canciones, fue el reto y la apuesta que hizo vibrar al público, él interpretó la canción sin guitarra, solo su voz; fue la decisión más certera a todo un concepto estético que más que una exigencia de la organización, fue una apuesta por el arte.
Su guitarra, pedal y voz, fueron su única compañía; él se la jugó y le apostó a lo simple, a pocos arreglos, a la crudeza, pero sobretodo a lo contundente. “Si una canción es buena, debe sonar bien así sea con una sola guitarra”. Fueron aproximadamente cinco canciones, que se hicieron suficientes para mostrar el talento y la esencia de Esteban.
Hablamos con él, nos cuenta su experiencia al afrontarse como telonero de uno de los más grandes de la música en toda Suramérica.