“El Duque toca como si el mundo se fuera a acabar”: escuché a lo lejos, mientras muchos lo veíamos tocar la batería y cerrar los ojos cuando el redoblante nos ponía a vivir una ilusión que terminó cuando la canción llegó a su fin.
Mientras eso pasaba y veía a Alejandro Duque tocar la batería, sudar, gritar, elevar su espíritu con el sonido, imaginé mil cosas sobre su vida; y así lo conozca un poco, lo que más sé de su vida es su batería. Nada más. Continuar leyendo