La fuerza de la diversidad. Rock Al Parque 2012

las robertas 2Fotografía Susana Mejía

Por Diego Londoño
diego@musicasomos.net

Otro día de rock al parque y al entrar al parque Simón Bolívar las expectativas crecían, tanto como el sonido del bombo que retumbaba en el pecho mientras se esperaba la fila. Este era un día particular, lleno de bandas buenas, de nuevos sonidos y de diversidad.

Al ingresar al emblemático y asustador escenario Plaza, ya sonaba Ras Jahonnan y Natural Selection; una banda de nueve integrantes que con la base del instrumental del reggae, más saxofón, percusión menor y una bandera ondeándose con los colores rastafary, interpretaba canciones a la libertad, naturaleza y  revolución. Su reggae cadencioso y bien interpretado, era un motivo más para que el humo subiera en el segundo día de festival.

Desde Costa Rica  vendrían Las Robertas, una banda de indie rock que con sonidos de vanguardia y voces dulces al unísono, pusieron a pogear al público asistente al escenario Panamerika. Su actitud fue tímida . Lograron sonar bien pero no dieron un gran show; se les veía nerviosas a pesar de la respuesta curiosa de gran cantidad de punks.

Era el turno del Punk visual post nuclear de Resina Lalá, que propone el fin del mundo en cada concierto.  Los Resina salieron seguros, vestidos con plástico, observando la buena cantidad de público que permanecía en el escenario Panamerika. Su show fue impactante, enérgico, bailable, sudoroso. Su sonido, sin duda alguna se diferencia de miles de bandas de Colombia, ellos oxigenan la escena musical colombiana.

pogo 2Fotografía por Susana Mejía

Llegaría uno de los momentos más esperados en todo este fin de semana de música. A solo unos pasos veríamos un trio de músicos que viajó muchos kilómetros desde la ciudad de Nueva York, para ambientar un atardecer hermoso en compañía de la psicodelia y la atmosfera de su música. En escenario Blonde Redhead. Una de las agrupaciones especiales de este Rock Al Parque, uno de los sueños cumplidos de la vida.

Su show fue tranquilo, sereno y de poco contacto con el público. La música se encargó de todo. Los sonidos agudos fueron un común denominador al igual que el uso apropiado del ruido, el ambiente y los silencios. Este trio veterano podía pasar fácilmente de lo sutil y atmosférico, al rock crudo y ruidoso de los inolvidables años 90. Una batería de buen ponche y tiempo, sumado a una Gibson tocada con sutileza, y a una voz prodigiosa y bien usada, ambientaron lo que sería un concierto inolvidable, donde los sonidos solo perdurarán en el corazón.

blond1Fotografía por Susana Mejía

El Reggae fiestero de Dub Incorporation llegó desde Francia para poner a bailar a un sinnúmero de personas que hacían presencia en el Plaza. Toda una fiesta alrededor de diferentes estilos del reggae.

El contacto con el público fue permanente, el sonido e interpretación de sus músicos excepcional. Sin hablar de un extenso recorrido por la música negra que prepararía a los espectadores para lo que sería la fiesta de Sistema Solar.

Desde este lugar y caminando solo unos pasos se llega al escenario Bio. Allá estaría listo Saul Williams, uno de los músicos más neuróticos en escena que nos daría una buena dosis de poesía, hip hop, reggae, punk, dub y otro montón de locuras. La voz de Saul acompañada de Maquinas y una batería, harían que los movimientos de este negro causaran más efecto, que la locura se adueñara del ambiente, que la música tomara otra dimensión. Grande Saul.

Regresando por el mismo camino, pasando por  la zona de prensa, se verían caminar siete personajes de pintas caribeñas, con afros y actitud contagiosa. Subieron las escalinatas del escenario Plaza. Ellos empezarían gritando “la cuestión es ser feliz”, estaríamos a pocos segundos de ver y escuchar música que hechiza. En escenario Sistema Solar.

El escenario estaba lleno de color, saltos, gritos, sonrisas; todo esto se percibía con solo subir la mirada. No hubo pies ni cabezas quietas, literalmente el Simón Bolívar tembló al son de champeta, bullerengue, cumbia y hip hop. Las canciones sonaron, incluso algunas nuevas, su música siguió la intención social que reflejaron sus comentarios. La magia y hechizo que brindaron inicialmente, se mantuvo hasta el final.

Los labios secos, el frío con una luna resplandeciente, acompañó la salida de otro día de feliz festival.

¿Qué es Resina Lala?

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Justo cuando los cuerpos busquen nuevos estados y transiciones y se cubran sus dorsos con plástico translucido y enseñen sus pieles desde lo diáfano y el color, desde ahí Resina Lala es.

El dorso cubierto en transparente, para narrar lo poco que debemos ocultar y cuestionar que tan impermeables somos, que tan escuetos podemos ser. Para jugar con percepciones y que se inquieten las ideas y que decidan si descubrirse o no, o se permean o sudan las dolencias y las enfermedades que agobian. Al interior y al exterior, nuestros sonidos que hurgan por dentro, hasta de baile y movimiento abrumar, nuestros vestidos que minimizan, esa distancia a lo visceral.

La Resina es y es para nosotros, un polímero agresivo, un material de exquisitas cualidades, es el hilo conductor a una propuesta de fenómenos sólidos, entendidos como contundencias e impactos directos a quema ropa, es decir Resina Lala le cree a lo que quema, a lo que choca, golpea, cae, revienta, palpita, exuda, enferma, rebota, irrita, se craquela etc. Le cree a lo material y químicamente caracterizado, a lo que constato con mis sentidos y con lo que me doy cuenta de que estoy vivo. Resina Lala no le cree a lo tirano de las palabras ni a los sentimientos volátiles sin comprobación. La Resina también son los fenómenos de transformación y las calenturas emergentes por una inconformidad, los olores adictivos y penetrantes filtrados en sonidos sórdidos y seductores, violentos choques, contagiando extraños bailes, locuras dinámicas represadas por la piel y a que las adicciones nuevas sean bienvenidas.

El Lala es y es en función nuestra, la onomatopeya de la forma musical, contiene sonidos intuitivos segregados por la empiria, órgano que llevamos dentro, como un tercer pulmón. El Lala es la palabra líder que desangra en nuestra lixnarrativa, en nuestra exverbalidad, en nuestra toxicoralidad.

La Química corpórea decanta en una ventana al mundo, vistazo nuestro para entenderlo todo, un breve ejemplo: el amor existe en tanto es una aberración, una patología, son ganas de raptar, poseer y ocupar, es un voyeurismo, un trastorno y sobre todo una reacción química interna. De eso se trata el Lala, es esa nuestra forma más pura y perfecta.

Desde un vistazo menos ontológico; Resina Lala está conformada por cinco personajes; Ícaro López de Mesa (Iks) en el bajo, Sebastián Sanabria (Chevy) en los teclados, Andrés Felipe Velásquez (Champi) en la batería, Andrés Felipe Archila (Archi) en la guitarra e Isabel Cristina de Valdenebro (Crip) en la voz, que catalogan su sonido como Punk Visual Postnuclear, punk como el referente existente más cercano a la propuesta, Visual por el componente histriónico manifestado en escena y Postnuclear por la sensación; o más bien el efecto de desgaste y “destrucción” generado tanto por sus letras como por el esplendor encontrado en el ruido de su sonido. Son fuertemente influenciados por las Malas Amistades, no tanto por cómo suenan sino por su postura ante el momento de realizar música, y creen que el empirismo, la práctica y el error son la vía más sincera y visceral de hacer su música en coherencia con su discurso.

La banda fue ganadora del concurso Exporock en 2008 donde se presentaron más de 60 bandas de distintos géneros, ha tenido destacadas presentaciones junto a la banda bogotana Pornomotora, igualmente fue escogida en noviembre del 2009 como telonera de la banda francesa Kap Bambino, estuvo vinculada con el proceso de bandas emergentes del Festival Iberoamericano de Teatro y ha participado activamente en la programación de la emisora Radionica.

Actualmente Resina Lala lanzó su primer trabajo sonoro bautizado “Influjos Plásticos”, bajo la producción de David Pinzón Cadena, un trabajo con una alta carga experimental que desafía las maneras tradicionales de grabación en estudio, un trabajo narrativo que en esencia quiere recoger y hacer evidente la mirada de mundo que Resina Lala tiene.

Resina Lala
-visualmente insolentes, auditivamente adictivos, inevitablemente bailables-