Medellín fue sede de la Asamblea de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Este es, desde mi percepción, el resumen de lo que pasó.

¿Cuáles fueron las cifras de la Asamblea?
Algunos de los indicadores más destacados fueron:
♦ Cifra récord de participantes, anunciado por el Secretario General de la OMT, Taleb Rifai, con un poco más 900 delegados oficiales.
♦ En total 1.300 visitantes, contando los periodistas internacionales y algunos acompañantes (esposos, esposas, hijos…)
♦ 72 Ministros o Secretarios de Estado presentes en Medellín.
♦ 120 delegaciones oficiales de los países miembros de la OMT.
¿Qué se decidió sobre nuevas sedes y miembros?
♦ Se decidió que la próxima Asamblea de la OMT se realizará en la población china de Chengdú, que llegó a Medellín como única ciudad postulada. Una ciudad casi desconocida por estos lados, pero ojo a estos datos: tiene 14 millones de habitantes (6 veces Medellín) y 3.100 años de historia.
♦ Además, se anunciaron las sedes de los próximos dos años de las celebraciones del Día Mundial del Turismo serán Tailandia y Catar.
♦ Finalmente, se le dio la bienvenida a Barbados y Samoa en la OMT, así que de 156 este organismo pasa a 158 países miembros.
Además de la temática oficial ¿cuáles fueron los temas candentes que se discutieron?
Fueron varios los cuestionamientos y reflexiones en torno al turismo, pero yo quiero destacar estos dos:
♦ Uno de los temas sensibles fue planteado por la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), que presentó un informe sobre los efectos negativos de la llamada economía colaborativa en España. Esto tiene que ver con aplicaciones y redes de usuarios que alquilan viviendas o habitaciones para viajeros. En España este tema, que aquí se considera parahotelería, es considerado como la principal amenaza para el sector tradicional. También hay aplicaciones que sirven para que los viajeros se unan y tomen transportes colectivamente, se consigan personas del común para hacer el trabajo que hacen los guías, provean alimentación a los turistas en casas de familia, etc.
♦ El otro tema sensible tiene que ver con los salarios del sector turístico, y lo planteó la Decana de Turismo del Colegio Mayor de Medellín, Luz Elena Naranjo. Es un sector que crece, pero los ingresos de los egresados de las facultades de turismo están muy por debajo que los que reciben los profesionales de otras áreas. El tema no es nuevo para quienes estamos en el sector turístico, pero la comunidad en general se sorprendió. Además, el propio Secretario General de la OMT admitió que no es un problema de Colombia, sino una constante en la mayoría de países del mundo.
¿Algo negativo o lamentable para comentar?
Muy poco. El evento fue impecable y el balance muy positivo. Pero entre los muchos comentarios que recogí, hubo dos inquietudes que comparto.
♦ La prensa local se manifestó molesta por el trato preferencial que se le da en estos eventos a la prensa internacional y aún a los periodistas que vinieron de Bogotá. Eso en el fondo es entendible para mí por la limitación de espacio que hay en los recintos. Pero lo que más disgustó a los reporteros de Medellín fue que a la cena inaugural, que se hizo en el Coliseo Iván de Bedout, les advirtieron que “los dejaban entrar solo para los saludos protocolario y en las graderías”, pero que después de los discursos se tenían que ir y “no les vamos a dar comida”. Esa expresión cayó muy mal entre los periodistas. Hay eventos sociales que tienen restricciones y, creo yo, es mejor entonces no invitar prensa.
♦ El otro punto que llamó la atención es que muchos líderes de Medellín que creían superado el asunto de la llamada “mala imagen de la ciudad” tuvieron que aceptar que todavía falta mucho camino por recorrer. La mayoría de delegados extranjeros decían que nunca se hubieran imaginado una ciudad con tal nivel de desarrollo y con la dinámica de Medellín. Y muchos extranjeros reconocían que sus familiares les habían pedido no ir a Medellín o hacerlo con las máximas medidas de prevención pues en su imaginario existía la idea de que podrían ser víctimas de secuestros, explosiones, atentados y hasta tiroteos en las calles. Es triste saber cuánto tiempo cuesta cambiar una percepción negativa. Lo bueno es que, en palabras de Taleb Rifai, “desde hoy Medellín tienen 1.000 nuevos embajadores por todo el mundo”.

¿Cómo le fue a Medellín en la idea de aprovechar esta vitrina para mostrarle al mundo sus cosas buenas?
Muy bien. Demasiado bien diría yo. Y lo resumo en tres aspectos:
♦ Los organizadores del evento elogiaron a la ciudad. Decían que en la anterior Asamblea, que fue en Zambia, tuvieron muchas limitaciones de aspectos logísticos y en cambio en Medellín encontraron una excelente infraestructura en todos los aspectos (conectividad aérea, transporte terrestre, servicios públicos, telecomunicaciones, etc.)
♦ Plaza Mayor fue excelentemente calificada, como centro de convenciones, por todos los asistentes. La organización fue perfecta. Y no es una novedad, ya había albergado eventos tan importantes como la Asamblea del BID, el Foro Urbano Mundial, la Asamblea de la OEA, entre otros.
♦ La Alcaldía de Medellín aprovechó muy bien la presencia de los delegados internacionales y diseñó 5 rutas técnicas, en las que los visitantes se llevaron una imagen altamente positiva de la ciudad. Fue un trabajo conjunto de la Subsecretaría de Turismo, la ACI y el Bureau de Convenciones. Los 5 recorridos fueron:
1. A la Comuna 13 visitando las escaleras eléctricas públicas.
2. Recorrido por el centro de la ciudad incluyendo la Plaza Botero y una cata de café en el Café con Mucho Amor.
3. El Parque Arví con la subida en el Metro Cable.
4. Moravia, cerro recuperado en el que estuvo el basurero municipal y después un barrio de nivel extremo de pobreza.
5. Recorrido en el nuevo tranvía, que será inaugurado en octubre y el Museo de la Memoria.
El balance en este aspecto para Medellín y para Colombia queda muy bien expresado en las palabras del Príncipe Sultán Bin Salman, de Arabia Saudita, quien dijo: “Esta imagen que tengo ahora de Colombia nunca la hubiera tenido leyendo libros, viendo videos o escuchando a Shakira”,
¿Qué se hizo por primera vez en esta Asamblea?
En la ciudad más innovadora del mundo había que hacer cosas novedosas. Estas fueron las tres cosas que se hicieron por primera vez en la historia de las Asambleas de la OMT:
♦ Por primera vez se hizo una reunión entre la Organización Mundial de Turismo (OMT) y la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) para revisar cómo el turismo puede contribuir a los Objetivos del Desarrollo Sostenible Universal. Esto se hizo en el llamado Foro de Alto Nivel sobre Turismo y Transporte Aéreo, que dejó conclusiones importantes de las cuales hablaremos en la parte final de este texto.
♦ Por primera vez se hizo el concurso para elegir el mejor video promocional de país. Colombia se llevó el premio entre 52 videos postulados.
♦ Y por primera vez se tuvo una agenda académica alterna avalada por la OMT. Se diseñaron 8 paneles en los que participaban un funcionario de la OMT con la visión mundial, un funcionario o dirigente de representatividad nacional y una persona del sector de carácter local. La coordinó la Universidad de Medellín. Asistieron 335 dirigentes y estudiantes del turismo del país. Los ocho temas fueron:
1. Estadísticas
2. Turismo de Salud
3. Turismo comunitario
4. Turismo accesible y responsable
5. Turismo sostenible
6. Turismo gastronómico
7. Turismo y paz
8. Turismo y comunicaciones (en el que tuve el honor de participar como panelista)

¿Cuáles fueron las conclusiones de la Asamblea?
De la Asamblea de la OMT en Medellín salió un documento de 17 puntos que, a mi juicio, no ha tenido la difusión que se merece. El pronunciamiento de la OMT no obliga a los Gobiernos pero sí les sugiere una ruta. De ese documento destaco algunos puntos:
♦ En el punto 1 la OMT promueve el turismo como impulsor del crecimiento especialmente para 3 tipos de países: Países menos adelantados (antes llamados “en vía de desarrollo”), países sin litoral y pequeñas Estados insulares.
♦ El punto 7 es uno de los más importantes, pues compromete a los Gobiernos afiliados: “Los Gobiernos deberían evitar regulaciones y cargas innecesarias en la aplicación de sus políticas y tomar medidas especiales para optimizar la conectividad y aplicar medidas coordinadas y holísticas encaminadas al desarrollo del turismo y del transporte aéreo”. La Ministra de Colombia Cecilia Álvarez había dicho al inicio de la Asamblea que la mejor forma de proteger a las aerolíneas es garantizando una libre competencia. Es una invitación a dejar atrás el ochentero modelo de las “aerolíneas de bandera”.
♦ En el punto 8 el documento habla de la protección a los consumidores atendiendo los “instrumentos internacionales”, es decir, un impulso a las regulaciones globalizadas y no locales.
♦ En el punto 10 la OMT llama la atención sobre la necesidad de impulsar el transporte aéreo doméstico y pone en evidencia el valor que tiene el turismo interno en la distribución de beneficios, el empleo y la riqueza de un país.
♦ En los puntos 11 y 16 están las conclusiones centrales de la discusión y giran en torno al llamado de la OMT a los Gobiernos para que “liberalicen” el transporte aéreo internacional y “faciliten” los viajes en temas como los visados, procesos de aduanas, impuestos y sobretasas.

Este post resultó un poco largo, pero espero que les haya aportado elementos para el análisis. De mi parte solo me resta decir que en mi humilde concepto, el balance es altamente positivo. Aplausos para la Viceministra de Turismo Sandra Howard, que estuvo detrás de todos los detalles, para el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo; para la Alcaldía de Medellín; y en general para todos los que participaron de la organización.