Con el paso de los años, y por diversas circunstancias personales y sociales, las mujeres modernas retrasan cada vez más el momento de ser madres. Ya sea por momentos propios de la vida como no tener una pareja estable,no contar con un trabajo que les permita tener los recursos para tener un bebé o por proyectos propios donde no está contemplada la maternidad es que cada vez las mujeres deciden tener un hijo a edades cada vez más avanzadas, situación en la que es necesario tomar decisiones que eviten poner en riesgo las posibilidades de una fertilidad a mediano plazo. Continuar leyendo