
Hace unas semanas nos inquietábamos por las afectaciones que dejan las lluvias en viviendas y en los habitantes del departamento. Ahora, debemos estar atentos para evitar que por nuestro descuido o por manos indelicadas se prendan los bosques, regresen las llamas y se quemen las montañas que rodean y adornan el Valle de Aburrá.